- Miguel Ángel Moyá renovará en las próximas horas y cumplirá su tercera campaña en la Real. Roberto Olabe movió ficha por fin y el pasado viernes llamó a su representante, Manolo García Quilón, para manifestarle formalmente su intención de prorrogar su contrato. A lo largo de estos días se están manteniendo las habituales negociaciones, en las que la Real está confirmando que se avecinan tiempos de crisis porque, pese a que en su contrato la opción de prorrogar su vinculación de forma unilateral ya era a la baja, su actual intención es sacar aún más la tijera para recortar su ficha. Aunque, como es lógico, el meta va a defender sus intereses y hará valer el importante papel que ha adquirido en la plantilla, todo parece indicar que, salvo sorpresa mayúscula y opción harto improbable, en las próximas horas habrá fumata blanca y, como viene informando este periódico desde meses atrás, el trío de porteros a las órdenes de Luis Llopis para la próxima temporada serán los mismos que en la recién terminada.

Lo cierto es que uno de los temas que parecía más sencillo de solucionar ha ido encasquillándose hasta convertirse en un pequeño y evitable culebrón, cuando la Real tenía siempre sujeta la sartén por el mango. Y eso que desde el comienzo de la temporada la sensación que emanaba de Zubieta era de máxima confianza en el balear, a pesar de que perdió pronto la titularidad después de un buen inicio de campeonato por delante de Remiro. En el mes de noviembre, Moyá ya transmitió a NOTICIAS DE GIPUZKOA que su intención era seguir aquí casi a cualquier precio y que estaba tan contento que incluso había descartado el anterior verano una gran oferta que le presentó un club, que era el Sevilla. Por cierto, uno de los equipos que podrían haber mostrado interés en las últimas semanas en el caso de que la Real no plasmara su deseo de prorrogar su vinculación, a pesar de que en realidad, y aunque tenía el derecho de tanteo hasta mayo, desde enero podía sentarse a negociar con quien quisiera.

Llegó la pandemia sin que el mallorquín recibiera noticias desde Anoeta y, como en junio acabó su contrato, aceptó prorrogar su vinculación sin cobrar ningún extra para disputar el epílogo de un campeonato que acabó resultando dramático y con un protagonismo inesperado para Moyá. El meta disputó los seis últimos encuentros a un gran nivel, sin cometer errores graves y firmando una parada clave en el último minuto ante el Sevilla, tan importante como pudo ser el gol de Januzaj en la última jornada. La hizo, además, con una lesión muscular que le impidió golpear en largo.

Pero cuando la cosa parecía haberse torcido de verdad fue después de la clasificación para la Europa League. En el club todos estaban de acuerdo, tanto entrenadores y jugadores como dirigentes, de que lo mejor que le podía pasar a esta plantilla era seguir contando con la experiencia, la calidad y el carisma de Moyá. Pero Olabe no lo tenía tan claro y ha estado dándole vueltas a que ya no es un portero joven y a que, a sus 36 años, quizá ya no iba a tener tanta capacidad física para aguantar toda la temporada. Algo realmente sorprendente cuando, pese a que sus rodillas acumulan el lógico desgaste de tantos años de carrera, solo se ha quedado fuera de cinco convocatorias en este curso, en tres partidos de Liga y en dos de Copa. Finalmente, cuando Moyá comenzaba a sentirse incómodo y molesto por el retraso de la comunicación, el director de fútbol txuri-urdin se puso en contacto con su agente (publicado por MD ayer) para ampliar un año más el contrato de un guardameta que quizá no pase a la historia de la Real como el de mejor rendimiento, pero que sin duda lleva camino de dejar huella por su profesionalidad, compromiso y competitividad cada vez que le ha tocado jugar. En las próximas horas puede haber novedades y Moyá estará el 14 de agosto en Zubieta a las órdenes de Imanol.

Temporada 2017-18

9 partidos (solo desde marzo).

Temporada 2018-19

13 partidos

Temporada 2019-20

14 partidos

Saldrá seguro. Uno de los aspectos no confirmados que han podido retrasar la llamada a Miguel Ángel Moyá es la conflictiva situación de Gerónimo Rulli. El argentino se equivocó al enfrentarse de forma directa con Roberto Olabe antes de aceptar recalar cedido en el Montpellier. Su rendimiento ha sido notable, como lo demuestra que ha sido elegido como el mejor jugador de la temporada por parte de su propia afición. Lo malo es que el club galo no tiene recursos como para llegar a los diez millones de la opción de compra que firmó el pasado año y la Real quiere solucionar cuanto antes su situación para evitar contar con cuatro porteros con contrato en el inicio de la pretemporada. La intención de Olabe es que no esté el 14 de agosto en Zubieta, pero para eso tienen que llegar ofertas y hasta el momento ninguno de los intereses demostrados por distintos clubes se han traducido en propuestas interesantes. Habrá que esperar, pero el tema parece tener complicada solución.