donostia - La Copa se calienta. Anoeta volverá a albergar un encuentro copero de máxima tensión en la eliminatoria a partido único que van a disputar la Real y Osasuna. El club donostiarra afrontará su cuarto envite en la competición, algo sin duda novedoso, porque para encontrar la última vez que logró superar tantas eliminatorias hay que remontarse hasta la campaña 1987-88. Ese fue el curso en el que comenzó la maldición de la Copa, ya que el equipo de John Toshack, que fue subcampeón de Liga, dejó en la cuneta a Cartagena, Sporting de Gijón, Atlético (qué encuentro de vuelta en Atocha) y Real Madrid (con el memorable 0-4 en la vuelta celebrada en el Bernabéu) para después caer en la final, en la que partía como claro favorito, frente al Barcelona de Luis Aragonés en aquella noche de infausto recuerdo.

Dos años después, en la 1989-90, los realistas también superaron tres rondas al apear a Burgos, Atlético y Sabadell para después ser fulminados en cuartos ante el Barcelona, pese a rozar la proeza de remontar el 0-1 de la ida y forzar la prórroga en la que acabaron sucumbiendo con el empate final de 3-3.

A partir de ahí, comenzó la propagación de la humillante mancha negra, con toda clase de KOs frente a rivales de todo tipo y niveles, y de distintas categorías. Con el oasis de la campaña 2013-14, cuando, mientras disputaban la Champions, los de Jagoba Arrasate eliminaron a Algeciras, Villarreal y Racing, con aquel encuentro de vuelta que no disputaron en señal de protesta por los impagos, para que, una vez más, se cruzara en su camino su bestia negra en la competición, el Barcelona, al que tuvo que echar una mano González González para evitar que no se quedaran sin una final entre los dos gigantes.

Después de presenciar ante el Espanyol la segunda eliminación de un Primera desde su inauguración en 1993, en un dato escalofriante, Anoeta vivirá una noche con sabor copera que tanto han echado de menos sus aficionados más veteranos y que apenas conoce la generación pérdida.

Por si tuviera pocos ingredientes atractivos el duelo ante el equipo del último entrenador que ha estado cerca de hacer historia en el torneo con la Real, ayer se conoció que serán más de mil los navarros que se acercarán a apoyar a su equipo. Será la primera vez que se vaya a desplegar zona visitante, ya que hasta la fecha, salvo en el duelo ante el Alavés, apenas ha habido representación del equipo foráneo.

La afición de Osasuna agotó las 868 entradas que la Real puso a su disposición. Lo hizo en solo dos horas y, por si fuera poco, la venta de localidades vía Internet estaba abierta, por lo que se calcula que habrá una gran mancha rojilla en la grada. Las relaciones entre ambas hinchadas siempre es muy buena, así que se espera un precioso ambiente. La Real confía en que su parroquia también responda dada la importancia del choque y que solo quedan cuatro encuentros para disputar toda una final.

Osasuna está cerca de cerrar la cesión con opción de compra obligatoria de Enric Gallego, del Getafe, para cubrir la baja del Chimy Ávila, aunque parece difícil que viaje, y negocia por José Arnaiz, del Leganés. - M.R.