donostia - Eusebio lo había dejado más o menos claro durante la rueda de prensa del pasado viernes. En primer lugar, al ser cuestionado por la baja del sancionado Jonathas, manifestó que le preocupaba en mayor medida “mover a la gente de su sitio” que el nivel de los futbolistas que optaban a entrar en el equipo. Y acto seguido reconoció que, a la hora de elegir al punta de referencia, Carlos Vela y Mikel Oyarzabal, extremos en los encuentros más recientes, contaban con más posibilidades que el atacante enrachado del Sanse Jon Bautista.
El vallisoletano cumplió con lo apuntado y, el propio Oyarzabal actuó como hombre más adelantado. Las palabras del entrenador respecto a “no mover a la gente de su sitio”, mientras, se interpretaron como una alusión a Vela, a quien el preparador txuri-urdin prefirió mantener en la banda derecha, donde últimamente estaba ofreciendo un rendimiento notable. Y el beneficiado del castigo de Jonathas fue Bruma, quien regresó a una alineación titular un mes después de su última comparecencia de inicio. Así, se registraron cambios en dos de las tres posiciones de ataque txuri-urdin, una circunstancia mediante la que Eusebio trató de minimizar los efectos de la baja de Jonathas.
Lo cierto es que esta sí resultó notoria, comenzando por el trabajo en la presión. La Real aguardó al Málaga modificando su 4-3-3 de ataque y cambiando a un 4-4-2 con Oyarzabal y Xabi Prieto como futbolistas más adelantados, siendo precisamente el donostiarra quien con mayor intensidad debió presionar. Al de Eibar, mientras, pareció encomendársele un papel más posicional. Los cambios más evidentes, en cualquier caso, se produjeron en la faceta ofensiva, ya que pareció quedar claro que el joven canterano es un futbolista que se mueve con mucha más soltura actuando de cara al arco rival, y no de espaldas. Además, el Málaga situó su línea defensiva más adelantada, lo que obligó a Oyarzabal a pugnar con Albentosa y Weligton por balones largos al espacio difícilmente accesibles para él y por los que Jonathas, por sus características, podía haber pugnado en mayor medida.
En las bandas, mientras Vela se mostraba algo más apagado que en los últimos encuentros, Bruma volvió a recordar al futbolista desconcertante que precedió a una evidente mejoría a finales de diciembre y comienzos de enero. El extremo acusó la inactividad y, pese a hacer gala de su rapidez, no logró ponerla al servicio del equipo, muchas veces por una evidente desconfianza en su propia pierna izquierda. Hubo una jugada, de hecho, en la que tras desbordar a Albentosa y detectar vía libre hasta la línea de fondo, prefirió frenarse para jugar con la pierna diestra. La acción se produjo en la primera parte, pero lo peor aún estaba por venir, ya que en la segunda el portugués no siguió a Rosales en una ofensiva del Málaga y la incursión terminó en el 0-1.
Eusebio buscó después el empate dando entrada a Agirretxe y relevando al propio Bruma, para situar a Oyarzabal en la banda izquierda. La Real volvió así a una disposición mucho más natural que le permitió igualar la contienda, aunque, todo hay que decirlo, la jugada del 1-1 no fue precisamente elaborada ni producto del juego del equipo, sino que se dio en fuera de juego y tras un balón colgado a la olla por los txuri-urdin. El martes hay partido en el Vicente Calderón, y Eusebio recuperará efectivos definitivamente para el ataque. Agirretxe ya es uno más tras lo de anoche, y Jonathas vuelve tras sanción.