NO conocen a Xabi Prieto ni Aranburu, ni tampoco saben muy bien

cuándo descendió la Real, pero su canción se ha convertido en

la gran sensación del final de la temporada. El Urdin, yo soy

Txuri-Urdin, con la música de Moving, el gran éxito de Macaco,

es la sintonía de muchos de los móviles de los seguidores blanquiazules.

Incluso en los últimos partidos han puesto en los videomarcadores

de Anoeta el vídeo que colgaron en el portal de internet YouTube

(http://www.youtube.com/watch?v=gGfuj1R5S70).

Se hacen llamar Delirios sin fronteras y dos de sus ingeniosos

cuatro componentes, el cantante Axel O'Mill, y el que toca el

bombo, Gorka Pastor, trataron de explicar a este periódico el

origen de la iniciativa: "En realidad somos una cuadrilla. Un

sábado, muy de madrugada y un poco encendidos, estaban pasando

el vídeo de Macaco mientras hablábamos de fútbol y del posible

ascenso de la Real. De repente Gorka empezó Urdin, yo soy txuri-urdin.

Como soy amigo de Óscar Terol, pensamos que iba a ser interesante

para su programa Uyyy, cuenta Axel.

Gorka, creador del pegadizo estribillo, reconoce que fue su tercer

delirio de la noche: "Primero empecé con la canción es por ti

de Juanes, le dije Sportiii, Sporting de Gijón. El segundo fue

Alavés, que te ves en Segunda B, hago ¡chas! y aparezco en Primera.

Siempre estamos así, pero la de la Real nos gustó mucho".

Los cuatro componentes viven en Pamplona y aclaran que no son

de la Real. Axel es argentino y tenía sólo una pasión... hasta

este mes: "Yo soy fanático de Racing Club de Avellaneda y desde

que me fui de mi país no me decantaba por ningún equipo, porque

me parecía una especie de traición. Racing también es blanquiazul.

Ahora ya soy de la Real, porque ha sido muy bonito y caluroso.

Es un club que tiene muchos puntos en común con Racing. Son orgullosos,

pero sufridores, y un histórico".

Gorka confirma que no le gusta demasiado el fútbol: "Mi primera

camiseta era de la Real por mi hermano, pero no me ha gustado

el fútbol nunca. A Atocha fui una vez y en Anoeta he estado en

conciertos".

Axel tiene una productora y Pablo es músico, por lo que no les

costó hacer un vídeo: "Tenemos todos los elementos. Uno de los

otros dos, Joseba, es cómico, pero se equivocó en una letra y

acabó siendo químico. La viejecita es la maquilladora, novia

de un colega. El rubio es bilbaino y hincha del Athletic, que

apareció de gau pasa. Quería salir y le dejamos. El hermano del

que hizo toda la producción, Jesús Irujo, es muy de la Real y

nos prestó toda la ropa".

Con esos ingredientes, el resultado sólo podía ser el despiporre:

"Cuando lo grabamos nos moríamos de risa. Cada vez salíamos más

cutres. Entre todos sacamos el estribillo y la letra la compuso

Joseba, el Químico. Siempre está inventando chistes. Parece serio,

pero te descojonas. En un cuarto de hora ya habíamos compuesta

la letra. Nos gusta inventar paridas, lo que pasa es que ésta

nos gustó mucho. Gracias a la canción hemos creado este colectivo

humorístico que es Delirios sin fronteras. Mokoka, el que canta,

sólo es uno de los personajes de este colectivo".

El boom no tardó en llegar y les cogió desprevenidos: "Lo grabamos,

pero no podemos lucrarnos porque la canción no es nuestra. A

los tres o cuatro días ya había más de 3.000 visitas. Nos escribieron

para que fuésemos youtubepartners, y nos ofrecían poner publicidad,

pero no podemos aceptarlo. En mes y pico que lleva colgado ha

recibido 40.000 visitas. De repente nos empezaron a llegar emails

de colegas donostiarras alucinados que lo estaban viendo por

todos lados, incluso en Anoeta. Nadie nos avisó que lo pondrían

en el marcador. También en el Teleberri".

Se han divertido mucho con la canción, pero aclaran que la han

hecho con el mayor de los cariños: "En todo caso nos reímos de

nosotros. Está creada con respeto y cariño, aunque es un delirio

bien hecho". Tras el éxito, el grupo prepara nuevos planes, pero

tienen clara una cosa: "Si es de fútbol, sólo la haremos con

la Real".

El domingo vendrán a Donostia, aunque nadie del club les ha invitado,

por lo que no tienen entrada: "Hacemos un llamamiento, ¡Queremos

estar ahí! Nos apuntamos a la fiesta. La peluca y las camisetas

las llevamos, el bombo no, que es de la escuela donde trabaja

Gorka. Si no entramos, la liaremos en un bar".