Eider Mendoza Larrañaga (Azpeitia, 1974) es uno de los principales referentes del PNV actual por trayectoria, perfil político y responsabilidad que lidera. Al frente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, los principales proyectos del Ejecutivo están encauzados y considera momento de “escalarlos”. Bien sean proyectos vinculados a un euskera que vive un momento "crítico" como Gipuzkoa Arigune o la gran transición del modelo de cuidados.
El miércoles conocimos el dato de paro técnico en Gipuzkoa y el jueves, el de crecimiento de las ventas de empresas del territorio. ¿Dos de las mejores noticias para una gobernante?
Son datos muy positivos, más en un momento de creciente incertidumbre. Junto a esas también tenemos otras, como el índice Gini, que mide el índice de desigualdad en un territorio. En el resto de los países, ese índice Gini ha ido a peor o se ha estancado después del covid, mientras que en Gipuzkoa, segundo territorio mejor situado de Europa, hemos mejorado.
¿Cómo interpreta que la ciudadanía diga en global que vive una buena situación económica y sea negativa con la general?
Llama la atención, pero probablemente es porque la situación personal es buena y, como el ambiente general es de incertidumbre, considera que su situación está mejor que la del resto. En cuanto a la situación económica general, sin olvidar que hay personas y empresas que lo están pasando mal, y no lo podemos olvidar, Gipuzkoa mejora sus posiciones: ventas, recaudación, número de personas que ocupan puestos de trabajo... Eso significa que la economía guipuzcoana está sólida en un momento de incertidumbre, lo cual es un poco contracorriente, pero esperamos seguir por ese camino.
A la espera de noticias desde Bélgica, ¿cómo valora lo que le está sucediendo a CAF con el contrato de casi 1.700 millones que pueden ser hasta 3.400?
Sigo el tema con cercanía, por la cercanía que tengo también con el propio presidente de CAF y con confianza de que se va a resolver favorablemente, puesto que sería de justicia que eso fuera así.
Tras semanas en las portadas, parece tiempo de conversaciones discretas en Astilleros Balenciaga. ¿Confía en una pronta resolución?
Confío en ello, ha habido varias alternativas, han pedido un poco más de tiempo y estamos en ello, pero evidentemente sí confío en una pronta y satisfactoria resolución.
Los riesgos del cambio climático
Acabamos de salir de la primera ola de calor del verano. ¿Ve a la sociedad concienciada?
Cada vez más. Es una realidad que no se puede negar, a pesar de que también hay negacionistas. Desde la propia Diputación de Gipuzkoa y Naturklima estamos haciendo un trabajo muy importante. En Gipuzkoa el 48% de las emisiones de CO2 están relacionadas con la movilidad. La iniciativa Mubil responde a eso, y también acompaña al sector industrial de la automoción. La apuesta por el transporte público y por atraer a él a nuevos sectores va en esa línea. Es una realidad que tenemos que afrontar con políticas para revertir y políticas para adaptarnos como la fundación Basotik –en un territorio donde el 62% del suelo es bosque– o el programa de ayudas Baserritar Misto Profesionala para impulsar el primer sector.
Ese tipo de temperaturas pueden traer reversos como las inundaciones que vivimos hace unas semanas. ¿Estamos preparados?
Las personas expertas advierten que el cambio climático acentúa las características propias de cada uno de los territorios. En este caso parece que vamos a tener lluvias más abundantes de lo habitual y, además de lluvias más abundantes, con mayor periodicidad o con mayor frecuencia. Las políticas que se vayan a diseñar desde el ámbito institucional de cara a futuro se tienen que adaptar a esta nueva realidad. En cualquier caso, ya tiene un impacto en el nivel del agua, que ha subido, en la temperatura del agua, que ha subido también, y ahí hay iniciativas de todo tipo. El propio Gobierno Vasco, cuando este pasado lunes presenta su Foro de Seguridad, uno de los aspectos que aborda es precisamente este. Lo vamos a abordar en la Diputación con el Gobierno Vasco y, por supuesto, también con los ayuntamientos.
Las energías renovables se antojan fundamentales en la lucha contra el cambio climático. ¿Confía en que el giro de las bases de EH Bildu ayude al futuro energético de Gipuzkoa?
"Durante muchos años hemos tenido que soportar oposiciones muy duras ante infraestructuras que han acabado utilizándolas todos y todas"
Recuerdo que el primer parque eólico de nuestro país se construyó hace 25 años en Elgea (Araba) y que la oposición fue terrible en aquel caso. Hemos conocido otros episodios recientemente. El cambio climático es una realidad y aquí, viento sí, no mucho, y sol, poco, así que necesitamos este tipo de infraestructuras y necesitamos mayor autonomía energética y, además, descarbonizar. Y tenemos que hacerlo desde el punto de vista de la generación de la energía y de reducir el consumo. Ha sido una buena noticia el acuerdo en el Parlamento Vasco entre los partidos mayoritarios. A partir de ahí, efectivamente, me gustaría que el giro de EH Bildu fuera una realidad porque, insisto, durante muchos años hemos tenido que soportar oposiciones muy duras ante infraestructuras de este tipo y también otras, para luego acabar utilizándolas todos y todas.
En Sanjuanes de Hernani vivimos tres problemas la misma madrugada. Primero, una serie de hurtos y en algunos casos agresiones que se repiten; después, la estigmatización del colectivo de jóvenes magrebíes que se tradujeron en agresiones, y por último, que hubiera quien jaleara a ETA ante el Ayuntamiento. ¿Qué pensó cuando le contaron lo ocurrido?
Efectivamente, yo creo que son tres temas muy distintos que desde luego exigen un abordaje completo para la convivencia. Por una parte, el delito, hay que rechazarlo y quien lo hace tiene que pagar por ello. En la segunda, rechazo absoluto al racismo. Y en tercer lugar, rechazo absoluto a las muestras de falta de respeto a la autoridad, puesto que ahí se vio un enfrentamiento contra los ertzainas que venían a proteger a la propia institución, a los propios municipales y a evitar ese tipo de conflictos. Ese tipo de manifestaciones hay que rechazarlas de plano. Son tiempos muy pasados, pero que efectivamente todavía no se han superado aquí.
La vivienda, una preocupación
La vivienda no es competencia directa, pero ¿qué más puede hacer la Diputación ante la principal preocupación de la ciudadanía guipuzcoana?
“La vivienda preocupa a la Diputación y mediante la fiscalidad, el esfuerzo anual para facilitar el acceso superará los 200 millones”
La Diputación Foral de Gipuzkoa tiene muchas competencias, algunas muy importantes, y una de ellas, que es la más conocida y probablemente la que tiene mayor impacto, la Hacienda. En este caso es desconocido el esfuerzo que se hace para favorecer el acceso a la vivienda de la juventud, tanto en la compra como en el alquiler, a través de la fiscalidad, por valor de unos 180 millones de euros. La Diputación utiliza y exprime sus propias competencias para facilitar el acceso porque la vivienda es una preocupación de la propia Diputación. En esta última reforma fiscal, hemos hecho un esfuerzo todavía más importante y, por tanto, el esfuerzo que se va a realizar va a estar por encima de los 200 millones de euros todos los años. No tenemos competencia para promover vivienda pública, pero, desde luego, las competencias que tenemos las utilizamos, como en municipios pequeños donde hay una dificultad para promover viviendas, puesto que no hay interés por parte de empresas promotoras. Hemos hecho promociones para ofertar viviendas y evitar la despoblación.
Una vez el Eustat ha enviado a Madrid la documentación para topar los alquileres, ¿cuándo cree que puede haber referencias del Ministerio de Vivienda?
La Diputación Foral de Gipuzkoa envió la información al Eustat el mes de enero, puesto que la información con la que contaba había que darle forma estadística y en principio el mes de julio estará publicado ya en el BOE.
¿Le sorprendió la forma en la que el consejero Hurtado trasladó la responsabilidad de la llamada ‘tasa turística’ a las diputaciones?
Bueno, sorpresas o no, las instituciones tenemos la responsabilidad de llevar adelante aquello que consideramos importante para la ciudadanía. En concreto esta, que sería un impuesto, porque para que sea una tasa tiene que haber una contraprestación de servicio. Venimos trabajando desde hace ya unos cuantos meses y vamos a presentar el proyecto de norma foral a finales de este año. Trabajamos con el Gobierno Vasco y entre los partidos para que este proyecto de norma foral salga adelante y los municipios, en caso de que consideren que tiene interés ese impuesto turístico, lo puedan poner en marcha, como en otros lugares.
El hasta hace nada secretario general de los hosteleros, Kino Martínez, denunciaba en su adiós que “las políticas turísticas vascas siguen la estrategia de ensombrecer Gipuzkoa para que brille Bizkaia”. ¿Qué opina de este análisis?
El análisis que hago, y considero además que es un análisis compartido, es que Gipuzkoa tiene un poder de atracción del turismo muy importante que no nos sorprende. Es normal que la gente quiera venir a Gipuzkoa porque tiene una capacidad de atracción muy importante por sus paisajes, por su cultura, por su gastronomía, por la calidad de vida que ofrece y, por tanto, estamos muy seguras de las capacidades que tenemos y estamos muy seguras del brillo que tiene, hasta el punto de que ahora mismo el debate está en cómo hacerlo sostenible y en cómo hacerlo equilibrado también con la vida de las personas que vivimos aquí.
¿Cómo lograrlo?
Se está consiguiendo y tenemos que seguir por este camino. El turismo hace una aportación muy importante a nuestro territorio y a Donostia. Hemos hecho un esfuerzo muy importante para desestacionalizar el turismo y también para equilibrarlo en todo el territorio.
El euskera, clave
¿Dónde está la clave para garantizar la supervivencia del euskera?
La supervivencia del idioma ha estado en serio riesgo hace no tantos años y hubo por parte de las instituciones vascas y de la ciudadanía una apuesta absolutamente ejemplar por su recuperación y normalización. Hace muy poco veía las estadísticas de la evolución del euskera y el salto que ha dado es muy importante, pero seguimos en un momento que es crítico. Hay muchas personas nuevas que han venido a vivir a nuestro territorio y el euskera es una herramienta fundamental para que esas personas se integren y lo hagan bien.
¿Cómo?
Como Diputación tenemos la estrategia Gipuzkoa Arigune: mediante una formación de 120 horas cualquier persona es capaz de entender el euskera y por tanto participar en una conversación de manera absolutamente normalizada sin condicionar el idioma de las personas que están en ese momento conversando con ella y evidentemente acabar aprendiendo el propio idioma. Esa iniciativa está en Antzuola, está en Aia y en el barrio de Añorga de Donostia, y el reto ahora será escalarlo.
¿Y como administración pública?
Aquí se trabaja en euskera, trabajamos desde el euskera para ofrecer un servicio en euskera y por tanto la Diputación Foral de Gipuzkoa como objetivo fundamental busca la igualdad también en relación al euskera y al castellano. Tenemos dificultades, pero como en muchos ámbitos, estamos para superar esas dificultades y llegar al objetivo de la igualdad lingüística.
En una entrevista, su antecesor, Markel Olano, dijo, sobre todo en referencia a los partidos abertzales, que no basta con “amar el euskera”, que hace falta mucho más. ¿Lo comparte?
Absolutamente, hace falta mucho activismo y decisión política, puesto que sin acción, sin intervención, nuestro idioma corre un riesgo muy importante. Es parte fundamental de nuestra identidad y por tanto, es nuestro deber proteger nuestro idioma y buscar la igualdad lingüística en nuestro país.
Ustedes defienden el derecho de toda la ciudadanía de ser atendida en cualquiera de los dos idiomas oficiales, mientras que su socio, el PSE, lo contrapone al del trabajo, al punto de decir que prioriza este último. ¿Cómo se sale de esta aparente dicotomía?
En el Programa de Gobierno tenemos recogido el objetivo de la igualdad lingüística. En cualquier caso, buscamos que la Administración siga trabajando en euskera y siga ofreciendo un servicio en euskera atendiendo los derechos lingüísticos de la ciudadanía y ofreciendo seguridad jurídica también al personal que se presenta a las OPE. Eso no es para nada incompatible con el derecho al trabajo.
¿Dónde reside la clave del nuevo entramado legislativo?
En mantener la voluntad política de seguir por este camino y en evitar un paso atrás en la normalización, en el uso del euskera. Ese es un objetivo compartido y superaremos las dificultades que vayamos a tener.
Algo similar parece suceder con el deporte escolar. El acuerdo es amplísimo, incluso en deportes como el fútbol que podrían salir beneficiados, pero los tribunales han tumbado el sistema.
El modelo de deporte escolar ha tenido el respaldo muy importante por parte de prácticamente todos los partidos porque buscaba que todos y todas las menores pudieran practicar deporte más allá de las habilidades que tuvieran, porque es bueno para la salud y para la integración; y porque permite conocer otras disciplinas deportivas. En muchísimas disciplinas que en otros lugares casi no se practican tenemos personas que llegan a pódiums y ganan medallas a nivel internacional. No son casualidad los triunfos de equipos de todo tipo, muchos de ellos de mujeres. Hay una estrategia compartida durante muchos años. Tenemos una sentencia, esa es una realidad en este momento, y estamos trabajando en las Juntas Generales en torno a una ponencia donde participan muchísimas personas cualificadas para buscar un nuevo consenso que pueda superar también este momento de falta de seguridad jurídica y establecer las bases del futuro del deporte escolar.