La jefa del Ejecutivo foral, Eider Mendoza, acaba de cumplir dos años al frente del despacho más distinguido del Palacio Foral de la plaza Gipuzkoa. Una zona que conocía bien de su época de diputada y portavoz, pero cuya exigencia era difícil de acotar hasta llegar al cargo.

Este sábado hemos visto una imagen inédita: alcaldes y alcaldesas de Gipuzkoa, con usted al frente, bailando la soka-dantza para celebrar los 1.000 años de la aparición de la palabra 'Ipuscoa'. ¿Mensaje para la ciudadanía?

Es relevante que se celebren 1.000 años de la primera mención de la palabra Ipuscoa en un documento y queremos festejar ese aniversario, pero más allá de eso queremos poner el acento en los valores propios de nuestro territorio, de Gipuzkoa, en los valores comunitarios que nos caracterizan. De manera muy resumida, hablamos de la capacidad que tenemos de haber creado una red de apoyo en la que cuando una parte falla el resto sostiene. Valores muy importantes que han llevado a que Gipuzkoa sea lo que es hoy en día. Esos valores los queremos reivindicar en un mundo en el que el populismo y el individualismo están creciendo. Cuando este sábado visualizamos la soka-dantza, denak elkarrekin soka beretik, todos juntos parte de la misma cuerda, buscamos lanzar un mensaje de comunidad, de que vamos de la mano en Gipuzkoa para hacer frente a los retos que tenemos. Eso tiene un mensaje muy potente. Soka-dantza, lehenengo korapiloa, azken korapiloa… todos y todas en la misma cuerda, igualdad. Son valores comunitarios muy importantes que queremos fortalecer y yo creo que además es un diferencial también. Eso en otros sitios es impensable y aquí es posible, simbólicamente tiene una importancia muy importante, también como país, porque es tradición, son valores, es comunidad y son nuestros colores.

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Gran expectación en Tolosa con la soka-dantza de las autoridades de Gipuzkoa Iker Azurmendi

Superado el ecuador de la legislatura, ¿qué balance hace?

Muy positivo. Hemos superado en ambición proyectos estratégicos que habíamos determinado previamente. Tenemos a Gipuzkoa en la punta de lanza de ámbitos de mucho futuro como la cuántica, con el IBM Q System Two, que combinado con el superordenador del DIPC multiplicará muchísimo las posibilidades; en terapias avanzadas Gipuzkoa no existía y hoy es una referencia; en movilidad sostenible tenemos Mubil; la estrategia de Adinberri de envejecimiento saludable, donde estamos haciendo toda la transición en el modelo de cuidados, mejorando un modelo que era bueno, hemos recibido premios internacionales… Hemos crecido mucho en ambición y estamos mejorando temas tan importantes como este último.

¿Es el principal reto que afrontan hasta mayo de 2027?

Es el reto más importante que tiene el Gobierno Foral. Al inicio de la conversación hablábamos de que tenemos una buena situación económica general, insisto, general, que tenemos una ciudadanía que valora muy positivamente su propia situación y su nivel de felicidad, con un 7,5 sobre 10; y al mismo tiempo, tenemos una ciudadanía que va a vivir muchos años, por lo que va a tener muchas necesidades. Ese reto hay que afrontarlo sí o sí. Tenemos la ilusión de hacerlo todavía mejor de lo que estamos haciendo ahora, de ofrecer mejores servicios, con estrategias que hoy en día, tanto la estrategia Hariak contra la soledad no deseada y la estrategia Zaintza Herrilab, ambas reconocidas. Vamos a seguir por ese camino, sabiendo que exige una inversión muy importante, pero sabiendo que es lo que tenemos que hacer para garantizar mejores servicios y haciéndolo bien.

La relación con el PSE, EH Bildu...

¿La relación entre los socios de gobierno es mejor que la general entre PNV y PSE-PSOE?

Somos dos partidos de ideologías muy diferentes que hemos sabido llegar a acuerdos por el bien de nuestro territorio sin dejar de lado su propia ideología, ¡faltaría más! Teniendo ese objetivo claro, somos capaces de tener una muy buena relación a pesar de que haya discrepancias. Las superamos porque estamos convencidas de que tenemos mucho trabajo que hacer de la mano. La relación es muy buena y fluida, y además, con la conciencia de cuidarla por ambas partes.

La diputada general, Eider Mendoza, y el teniente de la diputada general, José Ignacio Asensio, este miércoles. Ruben Plaza

Hemos visto al PSE alavés apretando por la conexión del TAV por Vitoria. ¿Ha echado de menos una defensa más férrea por parte del PSE de Gipuzkoa?

El PNV de Gipuzkoa y el PSE de Gipuzkoa tienen muy clara cuáles su posición y más allá de debates muy secundarios, lo único que echo en falta es la propia infraestructura, porque ese retraso tiene un impacto negativo directo en la vertebración de nuestro país, en su descarbonización y en su competitividad. Ese es el verdadero debate: lleva muchos años de retraso y esa infraestructura hace falta cuanto antes. Ahí centro yo el debate, puesto que en ocasiones parece, y no me refiero a usted, que quieren tenernos entretenidos con otra serie de debates. Lo fundamental es el retraso de la infraestructura y el impacto negativo que supone ese retraso.

Hace casi un año que saltó esta polémica con las declaraciones del ministro Puente, pero no hay novedades. ¿Manejan algún dato nuevo?

“A veces parece que quieren tenernos entretenidos con otra serie de debates sobre el TAV: lo fundamental es el retraso de la infraestructura”

¡Llevamos mucho más que un año! En el 2018, cuando el Gobierno del Estado, gobernado por el PP, hizo su primer informe, que sorprende a todos los agentes, el Gobierno Vasco hace sus alegaciones y desde entonces no hay noticias. El retraso, aparte del evidente de la infraestructura, se traduce en que el informe debía estar terminado para finales de 2024 pero las catas ni siquiera han comenzado. La buena noticia es que en aquellas alegaciones de 2018, que son muchos años ya, el Gobierno Vasco hablaba de rodear Aralar en lugar de cruzar, y esas alegaciones han sido tenidas en cuenta, porque no tiene impacto en los tiempos y sí positivamente en la afección medioambiental. Esa es una buena noticia, pero llevamos muchos años de retraso y el foco lo ponemos en eso.

Decidieron abordar los grandes proyectos legislativos con conversaciones con todos los partidos antes de comenzar incluso a tramitarlos en las Juntas. ¿Cómo explica la ausencia de acuerdos de calado con EH Bildu?

"Hemos venido aquí para llevar adelante proyectos por muy difíciles que sean, y hemos insistido muchísimo para intentar llegar a acuerdos"

Es una evidencia: se ha desmarcado porque no tiene voluntad de llegar a acuerdos con el Gobierno foral. El Gobierno foral ha cambiado completamente su forma de negociar cualquier proyecto importante: si en la práctica parlamentaria habitual las negociaciones se abordan cuando se presenta un proyecto o las enmiendas de la oposición, iniciamos las negociaciones muchísimo antes. Sí puedo asegurar que por parte de este Gobierno foral los intentos han sido muchos. Siempre suelo decir que soy insistencialista por naturaleza, porque hay que intentar exprimir todas las posibilidades. Nuestro equipo y yo hemos venido aquí para llevar adelante proyectos por muy difíciles que sean, y hemos insistido muchísimo para intentar llegar a acuerdos porque es bueno para el país, tanto por el contenido que podamos acordar como también por el propio mensaje de entendimiento entre partidos distintos que eso envía a la ciudadanía. Hemos hecho intentos muy serios por los presupuestos y si no han salido adelante con los votos de EH Bildu, es porque no han tenido voluntad de hacerlo. Lo mismo ha ocurrido con la fiscalidad. No comparto para nada esta forma de hacer política y echo en falta esa voluntad, pero seguiremos insistiendo en el futuro para que EH Bildu sea un agente más que se incorpore a esta forma de trabajar los acuerdos que hemos sido capaces de alcanzar con Podemos y con el PP.

¿Esos acuerdos con Elkarrekin Gipuzkoa y PP son signo de los tiempos actuales, más con el ambiente político de Madrid?

"Los retos que tenemos son tan importantes que no nos podemos permitir que haya una brecha con la ciudadanía"

Hemos conseguido acuerdos muy importantes con estos dos partidos, pero también en la propia institución foral con CCOO y con LAB. Es marca de la casa. ¿Por qué? Tenemos una tradición política muy distinta en nuestro país y en la Diputación Foral de Gipuzkoa tenemos muy claro que queremos hacer política de una manera muy distinta. Nos preocupa muchísimo la brecha que existe entre la ciudadanía y las instituciones, esa desafección política, porque tiene un impacto directo en la política y también en los proyectos que se deben llevar adelante. Los retos que tenemos son tan importantes, el mundo está cambiando tanto y tan rápido que necesitamos de colaboración a todos los niveles, con otras instituciones, la Academia, agentes políticos y sociales, y la ciudadanía. Así que no nos podemos permitir que haya una brecha con la ciudadanía. Le damos mucha importancia al clima político positivo y a intentar llegar a acuerdos, porque son mensajes políticos positivos para la ciudadanía. Otra forma de hacer política, y de superar las diferencias y las dificultades por el bien del país y la ciudadanía a la que representamos. Aun así, esto no es una isla y lo que sucede en el Estado español y en muchas partes de Europa nos preocupa muchísimo y seguimos trabajando, y soy firme defensora de la acción política, de las personas políticas, porque hace falta y es bueno para la democracia

El ‘caso Cerdán’, ¿le preocupa más por ese descrédito general que por las consecuencias en la gobernabilidad?

La preocupación es máxima. Cuando en la Diputación nos empeñamos en hacer política de una manera diferente es porque confiamos en la acción política y en la ciudadanía, y queremos estrechar esos lazos. Sucesos como estos afectan absolutamente a la democracia y nos preocupan muchísimo. Afecta a la desafección por parte de la ciudadanía hacia la política cuando estamos yendo a contracorriente. Seguiremos trabajando, porque creemos en la política, creemos en la democracia y el camino es este. El mundo está cambiando mucho y muy rápido, por lo que nos necesitamos mutuamente para hacer frente a estos ratos.

"Mayor compromiso"

Dos años desde que accedió a un cargo del que estuvo cerca como diputada foral, ¿pensaba que su día a día sería así?

Había estado muy, muy cerca, pero no, no pensé que sería así. Tiene un nivel de exigencia e intensidad super-importante, mayor de lo que pensaba y eso que he sido muy cercana a Markel (Olano, diputado general entre 2007 y 2011 y 2015-2023) y hemos trabajado mucho durante muchos años. También diré que tengo si cabe mayor ilusión que el primer día. Es exigente, es intenso, pero mi compromiso es cada vez mayor y lo hago con mayor ilusión.

A un mes del luctuoso aniversario del fallecimiento del diputado Perona, desde el punto de vista personal dirigiendo la Diputación, ¿cómo gestiona un grupo semejante golpe?

Queríamos mucho a Jokin y le recordamos muchísimo. Fue un golpe muy importante, tanto desde el punto de vista personal como profesional. El primer pensamiento es para su familia, como no puede ser de otra manera. Al principio fue absoluta incredulidad. Lo gestionamos apoyándonos mutuamente, también a la familia, porque lo necesitaba la familia y lo necesitábamos como equipo, esa cercanía… Recordándole mucho y siguiendo su ejemplo... (se emociona) Jokin fue una persona ejemplar en su forma de hacer, en su forma de ser… Era una persona apasionada, muy ilusionada, con compromiso con el servicio público y lo mejor que podemos hacer es seguir su camino. En eso nos hemos empeñado. Hoy le recordamos con la sonrisa que tenía, lo dicharachero que era, lo listo, inteligente, generoso, absolutamente comprometido… Nos gusta tenerle muy presente así todos los días y más estos, que se acerca la fecha.

Como contrapunto, ¿cuál ha sido el mejor momento de estos dos años?

Buf… Hemos tenido muchos muy buenos momentos. Hablamos de que es intenso y exigente, pero cuando vuelvo a casa y echo la vista atrás, al día, a la semana, al mes, a los dos años… tengo una satisfacción colectiva importante porque considero que nuestro equipo está haciendo una aportación muy importante al territorio y al país. Me quedo con eso. La ilusión con la que abordamos todo, con la que vemos cómo dan fruto los proyectos que hemos puesto en marcha, la ilusión con la que abordamos las dificultades y el compromiso con las personas que lo están pasando mal, con las empresas que lo están pasando mal… 

Mubil Center abre sus puertas en Donostia Ruben Plaza

¿Y en lo concreto?

Mubil fue un momentazo, como también IBM. De la misma manera, la aprobación de la reforma fiscal también fue un momentazo porque hemos hecho una aportación muy importante a retos muy importantes de nuestro territorio, y además fuimos capaces de llegar a un acuerdo cuando era muy difícil. Insisto, es muy importante el mensaje que lanzamos a la ciudadanía de intentar los acuerdos hasta la extenuación, conseguirlos e ir de la mano en momentos de creciente incertidumbre.

Sociómetro y futuro

¿Confían en que ese trabajo y esa ilusión sirvan para voltear la previsión electoral del último Sociómetro foral?

Para mí lo más importante es que la ciudadanía vaya a votar, que sea consciente de la importancia de depositar un voto en la urna, porque tiene la capacidad de decidir quién llevará las riendas de un gobierno en el futuro. Eso es lo más importante, porque creo en la democracia y la libertad de las personas de tomar la decisión que consideren más acertada. Por supuesto, considero que la nuestra es la mejor propuesta, y quisiera que cada vez más gente se mueva y participe en las votaciones y que tenga el poder de decisión del devenir de un territorio, un gobierno o un país. Esa es mi máxima, la mayor participación.

Hemos hablado de los resultados de encuestas si las elecciones forales se celebraran hoy, pero ¿le gustaría presentarse?

El compromiso político que tengo con nuestro país es desde hace muchísimos años y seguiré toda la vida, esté donde esté. Respecto a la institución, y no me voy a escaquear de la pregunta, por supuesto que siempre y cuando mi partido político apostara por ello y siempre y cuando concitara el acuerdo por parte de la ciudadanía, sigo con el compromiso sin ninguna duda, porque considero que de la mano y el compromiso de mucha gente estamos haciendo cosas muy buenas para el país. Hemos hablado de Adinberri, de Mubil, de las terapias avanzadas y de la cuántica, pero también hablamos de un programa como Elkarrekin Lanean, que en una situación económica general buena todavía tenemos a 40.000 personas en situación de riesgo de pobreza que hay que afrontar, llevando a la inserción de estas personas mediante el empleo. Hemos llegado a conseguir 700 contratos cada año para estas personas. Esa es una iniciativa que desde el punto de vista humano es maravillosa con la que tenemos la aspiración de avanzar porque nuestro país tiene muchos retos. Queremos abordarlos todos.