El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, será el encargado de cerrar, el martes a partir de las 16.00 horas, la ronda del rey Felipe VI con los partidos políticos de cara a designar a un candidato a ver investido como próximo presidente español, en base a los apoyos que exhiba cada uno. Feijóo tendrá ese 'honor' por ser el candidato más votado y con más escaños, pero no con mayores posibilidades de alcanzar La Moncloa. La constitución de la Mesa del Congreso el pasado jueves, en la que ni siquiera su aliado natural, Vox, votó a la candidata popular a presidir ese órgano, Cuca Gamarra, y donde el PSOE amarró ese puesto clave y la mayoría de la Mesa junto a Sumar, acabó por clarificar un escenario nada benigno para el expresidente de la Xunta de Galicia.

Ante las intensas 48 horas que se abren a partir del lunes, en las que siete formaciones políticas pasaran por La Zarzuela –se han autoexcluido Junts, ERC, EH Bildu y BNG–, el PP parece asumir poco a poco las escasas opciones con las que cuenta frente a Pedro Sánchez. Así lo atestigua el hecho de que, con el apoyo de “al menos entre 171 o 172 escaños”, en alusión a la suma de PP, Vox, UPN y Coalición Canaria, y rozando por tanto la mayoría absoluta fijada en 176 diputados, fíe su suerte al respaldo de un PNV que, con cinco asientos en el Congreso, ya le ha dado portazo, y por duplicado.

El PP ha vuelto a agarrarse a este clavo ardiendo por boca de su vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local, Pedro Rollán, que fue elegido el jueves presidente del Senado. En una comparecencia en Cádiz, ha afirmado que el PNV “apoyó en tiempos pasados al PP en no pocas ocasiones”, por lo que ha pedido de nuevo su respaldo a Feijóo advirtiendo de que “el PSOE parece que está más cómodo con Bildu”. “El PNV le debería dar una pensada”, insiste.

Línea roja

No pasaron ni 24 horas de las elecciones generales del 23 de julio cuando el PNV expresó su rechazo a negociar siquiera un posible apoyo al político gallego en su aspiración de presidir el Gobierno español. La presencia ineludible de Vox –al que el PNV ni siquiera citó– en la ecuación es una línea roja infranqueable. El PP volvió a intentarlo el 6 de agosto tras el anuncio del presidente de Vox, Santiago Abascal, de que cederán sus votos a Feijóo gratis, sin exigir ningún ministerio a cambio. Los jeltzales recordaron entonces que “el 24 de julio, el Euzkadi Buru Batzar fijó su posición con meridiana claridad” y denunciaron los intentos de “construir una realidad alternativa”. Ya en el terreno de los hechos, y durante el pleno del jueves en el Congreso, los cinco diputados del PNV votaron a la candidata del PSOE, Francina Armengol, que a la postre fue elegida nueva presidenta de la Cámara baja.

En esta tesitura, tres son los posibles escenarios que se abren ahora: que Felipe VI proponga como candidato al secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, que de llevar a buen puerto sus intenciones formaría Gobierno de forma inmediata; que lo sea Feijóo, quien en caso de fracasar daría pie a una nueva ronda de contactos para que lo intente Sánchez; y que Feijóo decline finalmente dar el paso, para evitar así pasar el trago de una investidura fallida. Pese a que puede parecer la opción más improbable, existe un precedente: en enero de 2016 el entonces presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, que había obtenido 123 escaños, rechazó la propuesta de Felipe VI de intentar formar gobierno, lo que obligó a otra ronda de entrevistas.

Negociación

A apenas unas horas de que empiece a desenredarse la madeja, los distintos bloques en liza siguen afianzando sus posiciones. El popular Pedro Rollán reivindica que Feijóo “tiene la legitimidad, responsabilidad y obligación de intentar conseguir los apoyos suficientes para proponer su candidatura” a la Presidencia del Gobierno. Añade que “en política no todo vale”, respecto a un posible apoyo de Junts, el partido de Carles Puigdemont, a Sánchez, y critica que “un señor que reside en Waterloo es la mano que mece la cuna del PSOE”.

Desde las filas socialistas, la diputada por Asturias y vicesecretaria general de Acción Política e Institucional de la FSA-PSOE, Adriana Lastra, ha emplazado hoy a todos los parlamentarios catalanes en el Congreso a respetar “el mandato” de las urnas el 23 de julio que fue “muy claro” especialmente en Catalunya, ha defendido. “Los catalanes pidieron que el partido que gobernara en España fuera el PSOE”, ha apostillado en un acto en Gijón.

Recogiendo en cierta forma ese guante, la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, considera que el acuerdo alcanzado con el PSOE para la formación de la Mesa del Congreso y la elección de Francina Armengol como presidenta “cambia mucho el panorama” de las relaciones entre ambas formaciones. No obstante, advierte de que no hay ningún acuerdo cerrado para la investidura y reclama nuevos compromisos para garantizar el apoyo de Junts a un Gobierno de Sánchez. Ahora es el PSOE el que tiene que ver si “se mueve o no se mueve” respecto a la amnistía y el referéndum para Catalunya, ha concluido en Catalunya Radio.