“Sí se notan un poco los nervios y diría que es algo positivo”, reconoce Iñaki Artola. El camino hacia la final del Manomanista del domingo en el frontón Bizkaia de Bilbao se va estrechando y las mariposas comienzan a revolotear por el estómago. El pelotari de Alegia jugará su primera cita por la txapela más grande del curso manista profesional, mas será su segunda oportunidad. En 2021 hizo un campeonato perfecto desde la primera eliminatoria, en la que derrotó a un correoso Asier Agirre por 22-18 en un partidazo, hasta las semifinal. Se lesionó en el dorsal en los últimos compases.

Estaba citado contra Jokin Altuna, pero se quedó sin participar por la dolencia. El mismo rival. El mismo escenario, el Bizkaia. “Pasé un par de días sin creer que me había metido en esta final. Siempre digo que no había espina, pero ahora me la he quitado del todo. No estaba obsesionado, pero sí que cierro un círculo”, explica el de Baiko Pilota. En aquella ocasión, iba a ser sin público. “Este domingo las dos aficiones llenarán el Bizkaia. No podría ser mejor”, expresa Iñaki. Ha mejorado desde entonces: “Soy mentalmente más sólido y estoy más concentrado. El Artola de ahora es mejor por la experiencia que tiene”.

Cuestionado sobre qué significaría la txapela, el de Baiko reconoce no haberle dado vueltas. “Sería un premio. Sé que no me va a cambiar la vida por ganar el Manomanista. Si gano, la rueda seguirá girando. He tratado con gente como Rubén Beloki o Aimar Olaizola y la pelota sigue después”, cavila Artola. Hace un símil ciclista justo antes de que los competidores del Giro asciendan Tonale, Mortirolo y Le Mote: “Pienso muchas veces en todo lo que entrenan ellos y ¿cuántos levantan los brazos?”. Entre risas, sigue pensando en el título: “Sería la hostia”.

El de Alegia fue protagonista este miércoles en la liturgia con el material por su carácter de novato. Relativo, eso sí. Llegó al mano a mano tras perder la txapela del Parejas y vivirá dos finales en dos meses después once años en el campo profesional. “Es distinto afrontar este tipo de partidos con veinte años que con treinta. Estoy seguro de que le habría dado muchas más vueltas a la cabeza y estaría más nervioso. Tengo que tomarlo como un partido más. Preparo todos con mimo y no voy a hacer cosas diferentes”, explica Iñaki, quien reconoce que “inconscientemente visualizas el partido”. Espera “darlo todo”. “La txapela es una consecuencia de hacer bien las cosas, así que me enfoco en ofrecer mi mejor versión”, admite el de Baiko Pilota. 

El Iñaki actual y su evolución

Si echa la vista atrás, en 2023 estaba haciendo suplencias en el Parejas de Promoción. “En diez años te pasan muchas cosas. También he de reconocer que recién debutado había pelotaris como Saralegi u Olaetxea que estaban a buen nivel y me dieron la oportunidad a mí de jugar el Parejas de Primera. Ha habido momentos en los que me he beneficiado. He tenido años sin Parejas y sin hacer sustituciones. No sé si lo entiendes, pero sí que lo asumes”, evoca Artola, quien agrega que “ves con el tiempo que te haces más fuerte. Ese verano me llegaron a decir en el entorno que tal vez era el momento de tomar la pelota de otra forma, que me centrara en jugar en verano y no los campeonatos”. Pero si Iñaki se caracteriza por algo es por la terquedad. Regresó para erigirse como uno de los primeros espadas de su empresa. Este miércoles se ejercitó con Aimar Olaizola y eligió material sin tacos. “Hice un entrenamiento controlado”, dice.

El favoritismo de Altuna III

Su contrincante, entretanto, se maneja a otros niveles: es su final número 16 en el campo profesional, tiene ocho txapelas en su carrera –cuatro del Cuatro y Medio, una del Parejas y tres del Manomanista– y está acostumbrado al runrún que rodean los días previos. “Sigo sintiendo lo mismo o más que las primeras finales. Estoy supercontento. Tenía este campeonato entre ceja y ceja. Es increíble estar aquí e intentar ganar la cuarta”, declara el delantero de Amezketa, quien analiza que “me ha costado mucho llegar a la final estos dos años. La txapela del Manomanista es la más importante y ganar dos campeonatos seguidos sería increíble”. 

El dinero saldrá a favor de Altuna III y es consciente de que posee la vitola de rival a batir. No se esconde. “Si soy favorito es porque he hecho bien las cosas. En casi todos los partidos de los campeonatos individuales salgo como favorito, pero no gano todos. El domingo tendré que hacer las cosas muy bien si quiero ganar la txapela”, especifica. Sobre ello, el propio Artola reconoce que “Jokin lleva a un nivel estratosférico desde los veinte años y doy mucho valor a su regularidad” e incide en que “no me influye el favoritismo de Altuna III. Él es claro favorito y yo quiero dar la sorpresa. Me enfoco en mi mejor versión”.

El amuleto de Jokin

Iñaki es un pelotari completo que regala poco, le da con mucha fuerza y tácticamente está haciendo muy bien las cosas. Últimamente juega muy agresivo y se adelanta más”, disecciona Altuna III, que observa una cuestión emocional también en el enfrentamiento con el alegiarra. Sus pueblos están situados a diez minutos en coche, a ocho kilómetros de distancia. “Iñaki es mi amigo, pero ahora tengo enfrente a un grandísimo pelotari. Para nuestra gente será una fiesta, pero para nosotros no lo es: es el campeonato más importante de todo el año. Estar aquí ya es algo grande. Los dos queremos aprovecharlo y saldremos a tope”, explica Altuna III. “Creo que va a haber un grandísimo ambiente. Las dos aficiones van a animar a tope. Siento un apoyo enorme”, agradece el de Amezketa. “Me queda cuerda para rato y quiero seguir lo máximo que pueda”, afirma. 

Jokin Altuna e Iñaki Artola eligen material para la final del Manomanista en el frontón Bizkaia de Bilbao. Pankra Nieto

Varios aficionados a Altuna III de la Fundación Goyeneche de Azpeitia para personas adultas con discapacidad intelectual acudieron este miércoles a la elección de Bilbao. Un par de datos: estuvieron apoyando al campeón en el mismo escenario en la liturgia de la decisiva cita contra Darío –cayó 22-4 para Jokin– y en el Atano III antes de la semifinal contra Unai Laso –ganó el amezketarra 22-9–. Hubo foto de rigor. Son un talismán.

El material

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No hubo pegas con el material. En trece minutos despacharon la liturgia. “Estoy contento. Sin excusas, porque las suyas también me han parecido buenas pelotas. No hay mucha diferencia entre el material que nos gusta”, expresa Altuna III, que se decantó por cueros de 104,5 y 105 gramos. 

Artola advierte que “había diferencias mínimas entre los lotes. No hay tanta como en años anteriores”. El de Baiko saldrá a la cancha con pelotas de 104,7 y 105,1 gramos.