Sorprende que a estas alturas, algunos sigan teniendo la percepción de que el turismo sigue siendo una actividad menor o de segundo orden dentro del sector servicios, hasta el punto de que en algunos periódicos no tiene presencia en las páginas de Economía y se dispersa en otras que parecen un cajón de sastre donde cabe de todo, cuando, no en vano, se trata de una industria con una gran proyección económica y social, a nada que nos fijemos en los datos macroeconómicos.

Si partimos de la base de que el turismo es el primer sector económico de Donostia, ya que supone el 15% del PIB de la capital donostiarra, por delante del sanitario que, en su mayor parte, es de carácter público, un porcentaje que se reduce al 7% en el PIB de Gipuzkoa, según datos del año 2023 y que se verán corregidos a alza al concluir este año, queda en evidencia el carácter estratégico que esta actividad por su efecto tractor tiene para el conjunto de la economía del territorio.

Si nos referimos a la generación de puestos de trabajo, los datos no son nada desdeñables, hasta el punto de que el pasado mes de mayo, se registró el máximo histórico de empleo al alcanzar la cifra de 26.700 trabajadores. El dinamismo en la contratación de trabajadores que está experimentando este sector está repercutiendo de manera importante en los incrementos que en los últimos meses está teniendo la tasa de empleo en Gipuzkoa.

Esta continua generación de empleo viene motivada por la necesidad de dar respuesta al constante incremento de la actividad que se está registrando en los dos últimos años y que seguirá en este ejercicio, tras el drástico parón que supuso la pandemia en el año 2020, para alcanzar cifras similares al año anterior a la aparición del Covid-19. En este sentido, se espera que la ocupación en los establecimientos hoteleros de Gipuzkoa oscile este verano entre el 80% y 90%, en línea con las cifras registradas en 2019.

Los últimos datos sobre el número de viajeros que llegaron a Gipuzkoa y a Donostia, así como las pernoctaciones y la estancia media en los establecimientos hoteleros del territorio referentes al pasado mes de mayo, y que dio a conocer recientemente el Eustat vuelven a registrar récords históricos. Estos registros indican una tendencia a la desestacionalización, rompiendo la antigua inercia de concentración en los meses veraniegos, provocada por el aumento del turismo extranjero, principalmente, de la recuperación del procedente de Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Australia.

Esa recuperación ya se empezó a notar a partir del pasado mes de marzo, con una estancia media de tres o cuatro días en los establecimientos hoteleros de Donostia, desde donde visitan otros puntos de Gipuzkoa y de Euskadi. La conexión aérea del aeropuerto de Hondarribia con Londres está facilitando este flujo de turistas de estas nacionalidades, que utilizan la capital británica como escala para llegar a Donostia.

En este sentido, es significativo que de las 149.556 personas que visitaron Gipuzkoa durante el pasado mes de mayo, –una cifra que supone un aumento del 6.9% respecto al año pasado y el nivel más alto para ese periodo en toda la serie estadística que comienza en 1992–, un total de 91.457 procedían del extranjero, es decir, 61,15% del total, con todo lo que ello significa de contar con turistas con alto poder adquisitivo que elige este destino por su autenticidad, naturaleza, gastronomía, calidad, seguridad y clima agradable. Los turistas llegados de Estados Unidos aumentaron un 19,6% y los procedentes de Reino Unido se incrementaron un 24,7% a los que hay que añadir el 47,5% de subida de los japoneses. Como consecuencia de ello, en los cinco primeros meses de este año, la entrada de turistas acumuló un incremento del 9%, respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, que también registró una subida del 15,8%.

Donostia sigue siendo el gran atractivo del territorio y un reclamo para muchos turistas, sobre todo, extranjeros que aprovechan su estancia en la capital donostiarra para recorrer diversos puntos de Gipuzkoa y de Euskadi. En este sentido, es interesante conocer como de las 296.356 pernoctaciones que se registraron en el territorio, con un aumento del 9,8% interanual, 199.849 lo fueron en Donostia con un incremento del 14,01% y una estancia media de 2,02 días, cuando en Gipuzkoa fue de 1.92 días, lo que hace que la media total sea de 1,98 días. En los cinco primeros meses de este año, las pernoctaciones han acumulado un crecimiento del 9,7% respecto mismo periodo de tiempo de 2023, que ya tuvo un incremento del 18,3%.

Estos datos vienen a corroborar que Gipuzkoa y Donostia, en particular, no es un destino de media o larga estancia, como pueden ser otros lugares que ofrecen sol y playa y que tienen estadías que se amplían a siete u ocho noches. Sin embargo, este dato puede resultar contradictorio, si nos referimos a viviendas turísticas, donde las estancias medias pueden duplicar a las registradas en los hoteles, ya que, en unos casos, son alojamientos preferidos por familias con niños, y en otros, por razones de privacidad y discreción, por personas a las que les gusta Donostia y quieren pasar desapercibidas, como ha ocurrido hace unos pocos días con una celebrity de Hollywood.

Los turistas que pernoctan en nuestros hoteles y alojamientos, alquilan una vivienda turística con altos estándares de calidad o disfrutan de nuestra gastronomía en nuestros restaurantes están dando carta de naturaleza a un tipo de turismo sostenible en lo económico, con responsabilidad en lo social y medioambiental y que genera riqueza y empleo en el entorno, huyendo de ese modelo de masificación que se está dando en Cataluña, Baleares y Canarias y que está provocando importantes niveles de contestación ciudadana.

La actual moratoria en la construcción de hoteles y en la implantación de nuevas viviendas turísticas en Donostia está haciendo que la ciudad sea un destino turístico de calidad, en consonancia con el alto nivel de la oferta de los establecimientos de alojamiento y de restauración que dispone, al mismo tiempo que favorece una mejor convivencia entre los turistas y los donostiarras.

Hay que recordar que Donostia fue pionera en todo el Estado en establecer en el año 2018, una regulación para la implantación de viviendas de uso turístico, por lo que cuenta con un censo de este tipo de pisos, al igual que existía a principios de siglo XX, cuando una oficina municipal ofertaba estos alojamientos a los veraneantes que llegaban a la ciudad ante la escasez de plazas hoteleras. Una iniciativa que ha sido valorada muy positivamente por diversos colectivos profesionales de otros destinos turísticos del Estado.

En esta línea, sería pertinente la puesta en marcha de un Plan Director de Turismo en Donostia que establezca las políticas a aplicar para continuar en esos niveles de calidad y atractivo que ofrece el destino, así como el desarrollo de líneas de actuación para la captación del turismo profesional de congresos, incentivos y eventos, el llamado MICE por sus siglas en inglés, que servirían para asegurar actividad y ocupación en los meses de baja demanda.

De la misma forma, dentro de este paquete debería de incorporarse la creación de una Escuela Profesional de Hostelería, para la formación de los futuros profesionales del mundo de la restauración, tal y como lo plantea la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa, que se presenta como un elemento referencial, teniendo en cuenta la gran importancia que la gastronomía tiene en la actividad del turismo del territorio. Una industria en pleno crecimiento.