El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha anunciado este viernes que ha dado instrucciones al Ejército para que comience a preparar la evacuación de la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza y considerada último refugio de la población del enclave palestino desplazada a la fuerza por la campaña de bombardeos israelíes en respuesta al ataque de las milicias palestinas del 7 de octubre.

En un comunicado publicado por su oficina, el primer ministro israelí considera incompatible la derrota del movimiento palestino Hamás sin acabar con las fuerzas que mantiene apostadas en esta localidad y sus alrededores.

"Es imposible alcanzar el objetivo de guerra de eliminar a Hamás y, al mismo tiempo, dejar cuatro batallones de Hamás en Rafah. Está claro que una operación masiva en Rafah necesita de la evacuación de la población civil de las zonas de combate", en referencia a una zona donde hay al menos 1,3 millones de personas bajo refugio.

"Por lo tanto", concluye el comunicado, el primer ministro Netanyahu "ha ordenado al Ejército y al estamento de seguridad que presenten al gabinete de guerra un plan combinado para evacuar a la población y la destrucción de estos batallones".

La ONU alerta sobre la ofensiva en Rafah

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dio la voz de alarma esta misma semana ante la posibilidad de que un avance israelí sobre Rafah empeorara todavía más una situación humanitaria absolutamente catastrófica.

La ONU estima que la mitad de los habitantes de Gaza están hacinadas en la ciudad de Rafah, en la frontera con Egipto, y las zonas circundantes. La población de esta localidad se ha multiplicado por cinco, "con familias apiñadas en refugios y durmiendo a la intemperie", tal y como avisó en su momento el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths.

Para la agencia de la ONU para la infancia, UNICEF ha alertado este viernes de que una ofensiva militar por parte de Israel contra Rafah, se trataría de "otro giro devastador" en el conflicto e incluso férreos aliados de Netanyahu, como Estados Unidos a través del portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha declarado que una operación allí supondría "un desastre" para los palestinos que se encuentran en esta zona.

"Más de un millón de palestinos están refugiados en Rafah y sus alrededores. Ahí es a donde se les ha dicho que tienen que ir, por lo que hay muchos desplazados. El Ejército israelí tiene la obligación especial, cuando lleva a cabo operaciones, de asegurarse de tener en cuenta la protección de civiles inocentes, en particular los que fueron arrojados al sur por las operaciones más al norte", declaró Kirby.