Las fuerzas de seguridad han detenido este miércoles a más de 450 refugiados rohinyás en el sudeste de Bangladesh por abandonar sus campamentos y supuestamente molestar a miles de turistas que disfrutaban de sus vacaciones para celebrar el fin del mes sagrado del Ramadán. "Hemos detenido a 453 rohinyás en la ciudad de Cox's Bazar y sus alrededores, incluyendo niños y mujeres. Estaban siendo una molestia para los lugareños y los turistas", ha explicado a Efe el portavoz de Policía de la localidad, Rafiqul Islam.

Islam ha agregado que no se presentaron cargos contra los refugiados y que fueron trasladados por las autoridades a campamentos de tránsito. Los rohinyás permanecerán en estos refugios temporales hasta que la Policía complete su investigación, momento en que serán trasladados de nuevo a sus respectivos campamentos, ha informado a Efe el comisionado adjunto de ayuda a los refugiados y repatriación de Bangladesh, Shamsud Douza.

Esta ola de detenciones masivas se ha producido un día después de que el país asiático celebrara el festival islámico del Eid-ul-Fitr, que marca el fin del mes sagrado del Ramadán y cada año deja ver una de las mayores operaciones salida del mundo, con decenas de miles de personas abandonando Dacca hacia las zonas rurales. Con motivo de esta fecha, Bangladesh disfruta de una semana de vacaciones que ha atraído una avalancha de turistas a Cox's Bazar, núcleo turístico por su mezcla de amplias playas de arena y colinas.

El presidente de la Asociación de Propietarios de Hoteles, Moteles y Casas de Huéspedes de la ciudad, Abul Kashem Shikder, se ha mostrado crítico con la presencia de rohinyás en estas zonas turísticas, acusándolos de ser una molestia para el más de millón de visitantes que prevén acoger durante esta temporada festiva.

"Muchos de estos rohinyás causan molestias a los turistas. Algunos también están involucrados en atracos. Queríamos que la Policía los llevara de regreso al campamento", sostiene. Por el contrario, Islam ha defendido la redada policial como una campaña para velar por la seguridad de los refugiados, quienes "enfrentan problemas fuera de su campamento", como es el caso de un niño rohinyá del que el portavoz ha comunicado que ha fallecido este miércoles mientras se bañaba en la playa.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), cerca de un millón de rohinyás vive actualmente en los campos de refugiados de Bangladesh, principalmente en los subdistritos de Teknaf y Ukhiya de Cox's Bazar. Alrededor de 738.000 rohingyas huyeron a Bangladesh después de una campaña de persecución y violencia iniciada por el ejército de Myanmar en agosto de 2017, denominada limpieza étnica y posible genocidio por las Naciones Unidas.