Dublín - El Fine Gael (FG) del primer ministro irlandés, el democristiano Enda Kenny, reconoció ayer que su resultado en las elecciones generales del viernes puede ser “decepcionante”, si se confirma que, a pesar de ganar los comicios, perderá un número considerable de escaños. La cadena pública RTE divulgó un sondeo que constata el castigo impuesto por el electorado al Ejecutivo de coalición de conservadores y laboristas que ha gobernado durante los últimos cinco años con duras políticas de austeridad.
Según esta encuesta, el FG ganará los comicios generales, aunque con un apoyo menor al esperado, mientras que el Partido Laborista (LB) perderá casi un tercio de escaños. Ambas formaciones quedarían lejos de alcanzar la mayoría absoluta en una Cámara Baja (Dáil) compuesta por 158 escaños, lo que plantearía un escenario de complejos pactos con los otros partidos tradicionales, las formaciones minoritarias y candidatos independientes.
El director de campaña del FG, Brian Hayes, aceptó que, de confirmarse esos pronósticos, el “resultado sería decepcionante”, pero evitó hablar de acuerdos. Según el sondeo de la RTE, el FG obtendría un 24,8% de votos de primera preferencia, en torno a un 5% menos de lo que le habían otorgado la mayoría de las encuestas durante la campaña de estos comicios. En las elecciones de febrero de 2011, los conservadores lograron un 36,1% de votos, lo que se tradujo, tras la transferencia de sufragios que permite el sistema electoral, en una ganancia de 76 diputados en el Dáil, cuando esta cámara contaba con 166 escaños.
El LB de la viceprimera ministra, Joan Burton, obtendría ahora el 7,1% de los votos y perdería muchos de los 37 diputados que logró hace cinco años con el 19,5% de sufragios. El segundo partido más votado con un 21,1 % de apoyo será, de acuerdo con la encuesta, el centrista Fianna Fáil, que podría recuperar parte de los 57 asientos que perdió en 2011 y sumar nuevos parlamentarios a los 20 que tuvo en la pasada legislatura.
El izquierdista Sinn Féin, de Gerry Adams, se convertiría en la tercera fuerza nacional al obtener el 16% de votos, casi el 7% más que en las últimas elecciones, cuando pasó de 10 a 14 diputados. Completarían los escaños del Dáil con un 30% de los votos varias formaciones minoritarias de izquierda y conservadoras y candidatos independientes de diverso signo que, llegado el momento, podrían tener la llave para que los partidos mayoritarios formen gobierno.
Los expertos adelantan ya que el sistema político irlandés sufrirá una “transformación sísmica” ante el estancamiento de los partidos tradicionales y el auge de las formaciones minoritarias y candidatos independientes. “Estos comicios han causado un terremoto”, sentenció el analista político David Farrell a la cadena pública RTE. - Efe