Siempre es buena idea echar un vistazo a la pegatina que tenemos pegada en el parabrisas del coche y que nos indica cuándo debemos pasar la próxima revisión de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), que certifica que se encuentra en buen estado y que cumple con las normas de seguridad vial y de medioambiente para circular legalmente. Salvo que nuestro coche sea todavía muy nuevo y no tenga esa pegatina, ya que hasta que cumple cuatro años no le llega la exigencia obligatoria de esa revisión. A partir de entonces hay que pasarla cada dos años y será anual a partir de los diez años de edad del coche.

Aunque en la pegatina de la ITV aparezca el mes y el año en el que hay que pasar la siguiente revisión eso no quiere decir que se pueda apurar al último día de ese mes. La inspección caduca en un día concreto y hay que estar atento a él para cumplir la legalidad. De ahí que sea conveniente plantearse la revisión con un poco de antelación, ya que no siempre uno puede acudir el día que le toca, no siempre hay citas disponibles para cuando nos viene bien y además es posible que el coche no obtenga una inspección favorable a la primera y quede algo pendiente de reparar. Imprevistos que podrían llevarnos a circular con la ITV caducada, algo que está prohibido, aunque ya tengamos cita concertada para unos días después.

Y con ello nos exponemos a sanciones, que van desde los 200 euros y la pérdida de tres puntos del carné si lleva menos de un año caducada a 500 si ya ha pasado un año y la imposibilidad de circular con el vehículo hasta que se pase la revisión. Además, las compañías de seguros podrían no cubrir los daños en un hipotético accidente ocurrido con la ITV caducada.

La cuestión es: ¿con cuánta antelación se puede pasar la ITV? Pues si se quiere respetar la fecha de vencimiento para la siguiente ocasión se puede acudir hasta un mes antes de ella. Es decir, si caduca el 31 de julio se puede ir desde el 1 de julio y se mantendrá el 31 de julio como fecha de caducidad para la siguiente revisión. En caso de superar el mes de antelación, la fecha en la que se pase la ITV será la nueva fecha de caducidad para la próxima cita. Si vencía el 31 de julio y la pasamos el 15 de junio, la inspección caducará un 15 de junio.

Casos extraordinarios en los que adelantar la revisión

Eso sí, hay casos en los que necesariamente un vehículo debe pasar la ITV antes de lo que le tocaba:

- Si ha sufrido un accidente o daños significativos en elementos vitales como la seguridad, dirección, suspensión, transmisión o frenado del vehículo.

- Si se han efectuado alteraciones o modificaciones en los componentes y sistemas de seguridad y protección medioambiental del vehículo.

- Cuando exista una sospecha fundada de que el vehículo no cumple con los requisitos técnicos exigibles para garantizar la seguridad vial

- Si el vehículo experimenta un cambio en su uso, servicio, dedicación o destino que conlleve una inspección más rigurosa o se lleva a cabo alguna modificación técnica en el mismo.