En otoño, Estados Unidos celebra elecciones presidenciales y las posibilidades de que Donald Trump las gane aumentan a medida que se acerca la fecha. Analistas europeos en asuntos internacionales aconsejan a la Unión Europea que se anticipe a esa expectativa con una estrategia que enfrente las previsibles consecuencias de la política que aplicará el republicano, por ejemplo, en materia de defensa. Más vale prevenir que curar, dice el dicho popular, un consejo a tener siempre en cuenta y que vale para el caso de Trump o, más cerca, para el de Díaz Ayuso, que calienta el banquillo para sustituir a Núñez Feijóo, agotado buena parte del crédito de los suyos y con el futuro en juego en su Galicia natal. ¿Podría llegar la presidenta de Madrid al palacio de la Moncloa? Díaz Ayuso acaba de dar muestra de su altura moral a cuenta de la polémica de los mayores que murieron abandonados en las residencias madrileñas cuando estalló la pandemia. Díaz Ayuso ha afirmado sin pestañear en sede parlamentaria que no servía de nada ocuparse de los mayores porque su suerte estaba echada (“No se salvaban en ningún sitio”). Claro que fue la suerte de los que no tenían seguro; los que sí lo tenían fueron evacuados a los hospitales y muchos se salvaron. Hablamos de la muerte de más de 7.000 personas a las que el covid y el protocolo del gobierno de la Comunidad de Madrid condenó a una muerte dolorosa y solitaria. Trump a la española.