El alcalde de Donostia, Eneko Goia, manifestó este lunes en la comisión de Pleno de Espacios Públicos que las terrazas de hostelería que se colocaron en zonas de aparcamiento, con una autorización especial motivada en la existencia de la pandemia, tendrán que retirarse en unos "tres meses" aproximadamente, para hacer cumplir con la ordenanza municipal, que quedó en suspenso a causa de la pandemia pero que ha vuelto a entrar el vigor con la desaparición del estado de alarma.

Esta fue la respuesta del regidor donostiarra al PP, que presentó una interpelación al alcalde para saber cuáles eran las intenciones del Gobierno municipial de cara a estos apéndices que han ido surgiendo en la ciudad.

El alcalde explicó que el Ayuntamiento se dará un plazo aproximado de tres meses, que coincidirá con la puesta en marcha de las primeras terrazas en plazas de aparcamiento, para empezar a notificar la orden de retirada de la instalación a los bares, uno por uno.

Las únicas terrazas sobre la calzada que no serán retiradas son las que hay en los primeros números de la calle Easo, un espacio que cuando llegó la pandemia no era aparcamiento sino espacio en obras y antes, carril bus.

En la capital guipuzcoana existen 31 establecimientos hosteleros que se acogieron a la posibilidad de instalar una terrazas en plazas de aparcamiento. Todos ellos tuvieron que solicitar un permiso especial del Consistorio y, si cumplían las condiciones exigidas, les fue otorgado.

La mayor parte de estas instalaciones se encuentran en el barrio de Gros y han dado especial vida a los bares de tamaño más pequeño. La Taquería Kursaal, Tita Lupe, Juanjo, Gure Txoko, Goat, Gatxupa, Motoclub, Bart, Topa Sukalderia, Tatami y Bsiete son los establecimietnos de Gros que deberán retirar sus tarimas de madera.

También deberán hacerlo Ambigú Estación, Izarraitz, Esnaola, Tierramar, Harpe, Chinchin, Asador Aldanono, Pello, The Morgan Konpany y Yellow Deli, en el Centro.

La medida afectará también a los bares Alai, de Bidebieta; Agreda e Iruresoso, en Egia; Antiguo Bodegon y Txubillo, en El Antiguo; Urumea, en Loiola; Etxekalte, en la Parte Vieja; Leku Eder en Intxaurrondo Berri y Osinaga en Amara.

El permiso para colocar terrazas de hostelería sobre plazas de aparcamiento (de dos a cuatro) fue una de las medidas especiales que permitió un decreto de Alcaldía en diciembre para favorecer la actividad hostelera, muy afectada por la pandemia.

Además de esta opción, el decreto permitió la colocación de terrazas en espacios no visibles o alejados del propio bar y en lugares asignados a otros permisos. También se autorizó instalar elementos protectores frontales contra el viento, además de adelantar el horario de apertura de algunas terrazas y colocar calefactores de gas. Asimismo, en el caso de la Parte Vieja, se autorizó la colocación de tres sillas en la calle junto a las mesas altas de los bares, en lugar de las dos que permite la ordenanza municipal.

Todas estas medidas también estarán ahora en entredicho ya que contradicen la ordenanza de hostelería, una norma que, como otras, también podría ser modificada.

El pasado fin de semana, la asociación de vecinosParte Zaharrean Bizi ha reclamado públicamente al Ayuntamiento que rescinda los permisos especiales para ampliar terrazas y colocarlas en lugares no autorizados antes de la pandemia.

La entidad recuerda que las medidas autorizadas fueron extraordinarias y que, según anunció el Consistorio, "se mantendrían vigentes exclusivamente por el tiempo necesario". Por ello, reclama su anulación y recuerda que el 6 de octubre, 24 horas después de conocerse el fin de la emergencia sanitaria, el alcalde anunció la puesta en marcha de la maquinaria para la organización de las distintas fiestas del invierno. Por ello, la entidad vecinal considera que "no hay justificación" para mantener ahora estas medidas.

La petición de esta entidad vecinal choca con la opinión de los hosteleros que han colocado terrazas en zona de aparcamiento, con un permiso especial del Ayuntamiento. Según expresaron varios hosteleros a este periódico, así como la propia Asociación de Hostelería de Gipuzkoa, su deseo es mantener estas instalaciones, ya que consideran que el sector de la hostelería aún no se ha recuperado y han llevado a cabo inversiones para adaptarse a la pandemia.