Mejorar la accesibilidad entre las diferentes alturas del barrio de San Pedro de Eskoriatza, venciendo la pronunciada pendiente que obstaculiza la movilidad y complica el día a día de muchos vecinos y vecinas. Con este objetivo se instalará un ascensor público, cuyo proceso de licitación ya está en marcha, con un presupuesto de 223.500 euros destinado a transformar esta barrera en un paso cómodo para todos. Las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 18 de agosto, y el plazo de ejecución de las obras será de seis meses desde su adjudicación.
El barrio de San Pedro, construido a finales de los años 60 en las faldas de Apotzaga y Latagain, presenta importantes desafíos de movilidad debido a su orografía. Aunque la parte baja, próxima al polideportivo, cuenta con rampas adecuadas, los itinerarios hacia las calles superiores implican recorridos laterales largos y empinados. Tras un análisis realizado en noviembre de 2024, el Ayuntamiento ha planteado una intervención estratégica: habilitar un elevador en el hueco entre los edificios 11 y 12, junto a las escaleras existentes y dentro de un pequeño espacio verde. Este elemento conectará la calle Gaztañadui, en la parte inferior, con el parque situado en la zona alta del barrio, dando continuidad a un trayecto accesible.
Pasarela en la segunda parada para conectar la zona más alta
De acuerdo al proyecto redactado por el estudio de arquitectura Arkhiru de Elgoibar, el nuevo ascensor será panorámico, eléctrico, con una capacidad para ocho personas y una velocidad de un metro por segundo. Adosado a las escaleras, tendrá doble embarque de 180°, permitiendo el acceso desde la vía inferior y la pasarela que lo unirá a la calle superior. Tanto el elevador como la pasarela, construida en hormigón armado con barandillas, estarán revestidos de vidrio serigrafiado con motivos naturales, integrando visualmente la cabina en el entorno.
En paralelo a la mejora de la accesibilidad, la solución adoptada incluye adaptaciones de carácter estético y funcional: iluminación con tecnología LED en toda la zona de actuación, una pequeña área de espera con banco corrido junto al embarque inferior, y suelos de plaqueta hidráulica con pavimento podotáctil para personas con discapacidad visual, tal y como se detalla en el proyecto.
La obra contempla, asimismo, la conservación de elementos como la barandilla original de la escalera, así como la reubicación de la farola emplazada junto a la caseta de Iberdrola, que también se verá beneficiada por el rediseño del entorno.
Eliminar una barrera importante
El conjunto de la intervención, además de suprimir una importante barrera arquitectónica, convertirá este espacio en un nuevo punto de conexión urbana, combinando accesibilidad, utilidad y diseño paisajístico.
El barrio eskoriatzarra de San Pedro se prepara, de esta manera, para subirse al ascensor; una infraestructura que, si todo avanza según lo previsto, será una realidad la próxima primavera.