Las obras en el antiguo convento de Aretxabaleta encaran su recta final, aunque todavía quedan por rematar algunos detalles en la fase previa a dar inicio a la equipación y puesta a punto de los servicios, que previsiblemente a partir de octubre acogerá el edificio: la sede de la asociación de personas jubiladas Basotxo; la sala polivalente; el bar-restaurante; y el Espacio de Promoción de la Autonomía (ASE).
Noviembre
Los trabajos para transformar el inmueble arrancaron en la pasada legislatura, en noviembre de 2022, con un plazo de un año para su materialización y un presupuesto de 2.097.000 euros. Pero su finalización se ha ido retrasando más de lo deseado como consecuencia, por un lado, “de las carencias que presentaba el proyecto, y algunas modificaciones que se introdujeron y que han traído consigo un sobrecoste de unos 200.000 euros”, según explicó el edil de Urbanismo, Ion Albizu.
Por otro lado, las exigencias en el tratamiento de la legionella incorporadas en la normativa obligaron a adecuar las instalaciones con una nueva inversión de otros 41.200 euros.
La planta baja y parte del sótano del viejo convento albergarán los nuevos servicios, que en el caso del Espacio de Promoción de la Autonomía sustituirá a los actuales talleres de memoria dirigidos a personas mayores, pero con más actividades y recursos.
El alcalde Gari Iturbe recordó que al inicio de la presente legislatura se pusieron manos a la obra para redactar “todo el proyecto del ecosistema de cuidados de Aretxabaleta”, que ha recibido una subvención de 32.000 euros de la Diputación para su puesta en marcha. Una de las patas de este programa es el citado ASE, cuyos pormenores se darán a conocer el próximo mes, si bien “en breve” se sacará a licitación la gestión de este servicio, al igual que la del bar (abierto al pueblo) y el mobiliario de todas las instalaciones. En la antigua capilla, por su parte, se ha acondicionado una sala de usos múltiples, que con un aforo “de alrededor de 200 personas” reforzará la oferta de infraestructuras para la celebración de actividades.
Jardín y pasarela
Otra de las actuaciones se centra en el jardín y la futura pasarela sobre el río que comunicará este entorno con la plaza Iturrizar y Txarapea; un proyecto que en un principio rechazó la Agencia Vasca del Agua (URA) por cuestiones de inundabilidad. “Tras algunas modificaciones propuestas por la ingeniería encargada del diseño del puente, en febrero URA daba el visto bueno; sin embargo, estos cambios encarecían en 200.000 euros la idea que planteábamos desde el Gobierno y, por tanto, se va a realizar un nuevo proyecto para hacer el parque y la pasarela más accesibles y económicamente viables”, señaló Albizu.
No obstante, hasta que se ejecute esta obra, y con el fin de “dejar en buen estado” el acceso al jardín y al convento, en “las próximas cuatro semanas” se derribará la parte del muro de la calle Errekabarren y se reparará la acera colindante.