El Ayuntamiento de Zarautz adquirió el edificio Santa Klara en 2021 con el propósito de preservar y proteger el patrimonio histórico y arquitectónico de la villa, al mismo tiempo que buscaba convertirlo en una infraestructura significativa para el municipio. Para financiar la rehabilitación se solicitó y se obtuvo una subvención de tres millones de euros de los fondos europeos Next Generation.

A través del proceso participativo Santa Klara LAB, el Consistorio ha recopilado opiniones e ideas de la comunidad y otros actores, dando inicio a la fase de reforma del edificio con el propósito de destinarlo a un uso sociocultural. El objetivo principal del proceso participativo fue establecer la gestión y la utilización de los espacios del edificio.

El proceso incluyó la distribución de un cuestionario que, en total, recibió 521 respuestas. Participaron 446 ciudadanos y 40 agentes o creativos culturales. También se llevaron a cabo reuniones en las que tomaron parte 80 personas, tanto ciudadanos como agentes culturales, con el fin de recoger sus aportaciones y perspectivas.

La cooperativa Urbanat ha compilado todas las sugerencias recopiladas de los cuestionarios y reuniones en un informe, que ha sido distribuido a todos los residentes de Zarauz, junto con un resumen de las principales conclusiones del proceso. Leire Arana (EAJ-PNV), concejala de Participación, menciona que además del folleto, se podrá acceder al informe completo a través del código QR incluido, disponible en www.zarautz.eus.

Tras analizar la información y propuestas recogidas, se ha identificado que los espacios más importantes para los zarauztarras en el futuro de Santa Klara son los siguientes. La comunidad ha demandado una Mediateca atractiva, cómoda, moderna y flexible adaptada a diferentes soportes tecnológicos y que satisfaga las necesidades de este siglo. También priorizan los espacios creativos como programa estructurante del edificio. La población en su mayoría busca espacios formativos, mientras que los creadores y agentes culturales priorizan espacios de autoexperimentación y autoproducción. La ciudadanía también destaca la importancia de una sala de exposiciones. Por último, la sala principal ha sido la que ha tenido mayor aceptación. Se plantea ubicarla en la iglesia (capacidad para espectáculos de 250 personas), ser un espacio libre y adaptable y contar con otra sala más pequeña para 100 personas, que sea gestionada por zarauztarras y dirigida por una mesa de cultura formada por agentes locales.

Iker Basurko (EAJ-PNV), concejal de Proyectos Estratégicos, destaca que se ha completado la primera fase del proceso de rehabilitación de Santa Klara, pero subraya que “aún queda un camino largo y mucho trabajo antes de que la infraestructura cultural esté finalizada. Arana, quiso agradecer a las personas que participaron en el proceso participativo: “Ha sido un trabajo de escucha y reflexión y recogida; un laboratorio de ideas. Hay que recordar a los zarauztarras que el proceso aún tiene que continuar”.