Christine Martínez-Médale ha trasladado a las páginas de su primer libro, La maleta de mi madre, el drama de las mujeres presas en la cárcel de Saturraran tomando como hilo conductor las vivencias de su propia madre, Concepción Illera Olivares y las del hermano que nunca conoció, el pequeño Antonio. La propia autora presentará este trabajo en una charla organizada por Saturraran Elkartea que tendrá lugar en Zabiel hoy a las 19.00. El desarrollo de la charla acercará a los asistentes al horror que se vivió en esa cárcel, utilizada para encerrar a las mujeres de mandos del ejército republicano tras el final de la contienda, y pondrá sobre la mesa las fundadas sospechas del papel que las monjas que se encargaban de custodiarla jugaron en el robo de niños con el objeto de darlos en adopción a familias afines al régimen de Franco.

Martínez-Médale ha recompuesto este relato gracias al contenido de una maleta que guardaba su madre. En ella encontró notas, agendas y fotografías que le permitieron completar un pasado que se le había mantenido oculto. Su madre, Concepción, había nacido en 1915. Combatió en la Guerra Civil en el bando republicano. Tras el final de la contienda fue llevada a la prisión de Las Ventas, donde dio a luz a su segundo hijo, Antonio. Posteriormente fue trasladada junto con él a la cárcel de Saturraran, pero cuando salió en 1941 lo hizo sola. Las monjas se llevaron a su hijo, que entonces tenía tan solo 16 meses, para tratarle de unas fiebres al poco tiempo de llegar a la prisión mutrikuarra, pero una vez que la apartaron de ella ya nunca más lo volvió a ver.