El colectivo ecologista Parkea Bizirik Kulunbera ha advertido de la proliferación en Gipuzkoa de la chinche apestosa marrón o chinche marrón marmolada, un insecto invasor procedente de Corea, China y Japón que no pica a animales, ni a personas, y que puede desprender un olor molesto si se siente amenazada.

En un comunicado, Parkea Bizirik ha señalado que se puede observar esta chinche en las grietas de edificios, en el interior de domicilios y de automóviles o succionando la savia del arbolado urbano.

A ello ha añadido que, en países como Chile, Argentina y Estados Unidos "ha sido declarada plaga por el daño causado a los cultivos" y "ninguno de esos países ha conseguido erradicarla". "En algunas regiones de Italia, esta chinche ha dañado y anulado el 50% del cultivo de peras, incidiendo directamente en la carestía del producto", han alertado las mismas fuentes.

La chinche es un insecto picador-succionador que se alimenta, en este caso, de las hojas de muchas especies de árboles, plantas ornamentales, frutas y verduras. En Europa, se constató su presencia en Suiza en 2007, en Girona en 2016 y en Gipuzkoa en 2018.

Es un insecto aplanado que mide de 1,2-1,7 centímetros de largo y 0,7-1,0 centímetros de ancho. Se reconoce por la alternancia de bandas claras y oscuras en las antenas. La parte aplanada que sobresale lateralmente del abdomen está marcada por manchas claras de forma rectangular que alternan con manchas negras.

Si se le molesta o se siente amenazada, puede expeler un olor molesto y persistente que desagrada y aleja a otros seres vivos, incluidos los humanos. La chinche marrón marmolada no pica a las personas, ni a los animales.

Parkea Bizirik ha indicado que a este insecto le gusta la ropa húmeda por eso conviene revisarla al destenderla. Esta chinche se puede desalojar de sus guaridas rociando el resultado de una mezcla

de una cucharadita de aceite esencial de la especia clavo de olor en una taza de agua.

El colectivo ha indicado que en el Paseo Doctor Begiristain de Donostia (subida a hospitales), concretamente junto a uno de los semáforos, se encuentra un falso plátano (arce pseudoplatanus) atacado por esta chinche invasora.