Representantes de pensionistas de Gipuzkoa han comparecido este miércoles ante la Comisión de Políticas Sociales de las Juntas Generales, donde han alertado de la necesidad de interpelar a las entidades bancarias para que presten "una atención más humanizadaatención más humanizada".

"En Gipuzkoa se están dando algunos pasos, pero los bancos han dejado sin cajero a personas mayores en decenas de pueblos. Tenemos los casos de Zerain y Mutiloa, que si bien continúan operativos, lo hacen sin fondos de manera permanente. En Donostia, Bidebieta e Intxaurrondo son ejemplos de barrios sin sucursales ni servicio de cajero", ha alertado Miguel Ángel Barcenilla en representación del colectivo.

Los pensionistas han presentado una moción de seis puntos que ha sido trasladada a 150 ayuntamientos de la CAV y Nafarroa y que ha sido debatida entre las personas mayores que habitualmente acuden a las concentraciones que tienen lugar todos los lunes en demanda de una mayor cobertura social.

Este colectivo denuncia que la banca se ha ido "imponiendo" en todos los órdenes de la vida, "cumpliendo una función pública, pero sin asumir la responsabilidad que ello conlleva". Critican que la pandemia se ha convertido además en la coartada perfecta para aplicar "cláusulas abusivas" después de una crisis económica en la que "el rescate de la banca no ha traído consigo el compromiso con los más vulnerables".

A este respecto, los pensionistas, que han comparecido a petición de los grupos Elkarrekin Gipuzkoa y EH Bildu, denuncian que durante la última década las 88 entidades financieras que operaban en el Estado se han reducido a "una decena de grupos". Barcenilla critica que los ajustes de plantillas para reducir costes han supuesto la desaparición de 115.000 empleos, con el consiguiente efecto que conlleva en la atención presencial.

TRÁMITES ON-LINE: OLVIDOS DE CLAVES

El colectivo ha expuesto las extraordinarias dificultades que siguen teniendo muchos mayores a la hora de hacer los trámites on-line. "Hay olvidos de las claves, o bien no sabe qué hacer cuando se bloquea el aparato. En otros casos, directamente no se dispone de ordenador", ha enumerado el portavoz.

Son situaciones que viven a diario personas mayores de Gipuzkoa, y que trasladan a este movimiento social cada vez que se reúnen en las concentraciones que tienen lugar los lunes en reivindicación por unas pensiones "más dignas". Situaciones que se convierten en factores de exclusión dentro de este proceso de digitalización.

PUNTO DE INFLEXIÓN: LA CAMPAÑA DE CARLOS SAN JUAN

Una cuestión que comenzó a tener enorme repercusión a mediados del mes de febrero, cuando Carlos San Juan, un médico jubilado valenciano de 78 años, inició una campaña a través de la plataforma Change.org -con el lema soy mayor, no idiota- para reclamar un trato más humano por parte de las entidades bancarias a la hora de atender a las personas mayores que se sienten discriminadas por la tecnología.

"Tengo casi 80 años y me entristece mucho ver que los bancos se han olvidado de las personas mayores como yo. Ahora casi todo es por Internet y no todos nos entendemos con las máquinas y el cajero. No nos merecemos esta exclusión. Por eso estoy pidiendo un trato más humano en las sucursales bancarias", explicaba el hombre.

Menos de un mes después, abrumado por el eco que alcanzó su iniciativa, San Juan presentaba en el Banco de España y el Ministerio de Economía las cerca de 650.000 firmas recogidas respaldando su reivindicación.

Desde entonces, el colectivo de personas mayores de Gipuzkoa también ha venido alertando de que el cierre de cajeros y entidades bancarias supone una brecha digital abierta, abismo al que se asoman quienes no se manejan por vía telemática.CIERRE DE SUCURSALES

La digitalización y la crisis han acelerado el cierre de las sucursales en Euskadi. La banca ha afrontado una reconversión silenciosa de una magnitud sin precedentes. Desde 2008 se han cerrado más de 22.000 sucursales en el Estado, un 48%, según datos del Banco de España, y más de 800 en la CAV, un 41%.

Tras el enorme eco de la campaña iniciada por San Juan, la Asociación de Municipios Vascos-Eudel ha mantenido reuniones con representantes de diferentes entidades bancarias para que mantengan su compromiso de responder "de manera ágil y efectiva a las demandas e inquietudes de la sociedad vasca".

A este respecto, el colectivo de pensionistas ha señalado que algunas entidades financieras "han adoptado el horario extendido para personas mayores. Hay un intento de paliar las consecuencias, pero sin dar ningún paso respecto al proceso de reducción de costes que conlleva esta situación".

Los pensionistas se muestran especialmente críticos con las comisiones que se siguen cobrando. "Actualmente pagamos al banco que está haciendo un negocio con nuestro dinero, cuando hace años nos hacían partícipes de una manera más directa. Es un escándalo que se esté cobrando comisiones por sacar dinero de la pensión. El modelo de gestión está derivando en un deterioro en la atención a los más vulnerables. Nos hemos convertido en números en medio de una concentración de impresas", han denunciado.