Dentro de nueve días el sistema de aparcamiento regulado se activará en Oñati. Lo hará con la misión de garantizar la rotación de vehículos y sin la obligación de rascarse el bolsillo por dejar el coche en la vía pública. Cuatro zonas del centro urbano -y dos más para residentes- se acogerán a la OTA gratuita, que después de su implantación el pasado marzo en los parking subterráneos de Zubikoa y Kalegoiena, sale ahora a la superficie dispuesta a optimizar el uso del espacio reservado al estacionamiento.

Funcionará de lunes a viernes, de 8.30 a 13.15 y de 16.00 a 20.30 horas, y los sábados por la mañana. El tiempo máximo para aparcar será de 60 minutos, y una vez superado, el vehículo no podrá regresar a la misma zona hasta pasadas las dos horas(si no se cumplen estas condiciones se incurrirá en una infracción leve). Esta será la lección básica que tendrán que ir aprendiéndose los automovilistas en los días previos al desembarco de la OTA. Por lo demás, la fórmula es tan sencilla como teclear la matrícula en el parquímetro, esperar a que la máquina expenda el tique y colocarlo a la vista en el salpicadero del coche.

El estacionamiento regulado -de su control se encargará la Policía municipal- es una de las actuaciones incluidas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible. El goteo de acciones recogidas en este proyecto ha sido constante desde que en 2014 se diseñará esta herramienta que, entre otras cosas, escenifica un Casco Histórico con preferencia para el viandante. La OTA será, por tanto, la siguiente medida que echará a rodar. Según informaron desde el equipo de Gobierno, se estrenará "el próximo día 15", pero tres jornadas antes, el 12, se acometerán las labores de pintado en las zonas que estarán sujetas a la nueva normativa. "Son 92 plazas de rotación, a las que hay que sumar otras 70 más para residentes", detalla la edil de Urbanismo, Irati Etxeberria.

Estos últimos dispondrán de dos espacios reservados. Por un lado, la calle Aita Mortara (iglesia de los Agustinos), y las plazas entre las casas número 21 y 23 de Kale Zaharra, estarán destinadas al uso de los vecinos de San Anton, Aita Madina, Kale Zaharra (del 1-29 y 2-48), Aita Mortara, Foruen enparantza, Portu kalea, Unibertsitate Etorbidea y Maiatzaren 1 Plaza; mientras que los estacionamientos de Bidebarrieta (a ambos lados de Errementari plaza, junto con Bidebarrieta 8-10-12 y 26-28-30), podrán ser utilizados por los oñatiarras que vivan en Zubibarri, Motxon, Atzeko Kale, Kale Barria, Errementari plaza y Bidebarrieta.

Los residentes no tendrán límite de tiempo para aparcar, sin embargo, deberán mostrar el distintivo que autoriza a ocupar esas plazas. 140 han sido las solicitudes presentadas para hacerse con una tarjeta de residente -la aprobación de las Ordenanzas Fiscales de 2017 fijó su costo anual en 50 euros-, y el día 12 se publicará la lista de admitidos y excluidos. No obstante, "habrá una segunda oportunidad hasta finales de enero para empadronar el vehículo en la misma vivienda que el propietario (es el requisito que se exige), adelanta Etxeberria.

Atzeko kale y txaketua La batería de acciones que incluye el Plan de Movilidad aguarda otras dos actuaciones que llegarán de la mano: el remate de la peatonalización de Atzeko Kale (zona baja) y el cierre, bajo el mismo criterio de dar prioridad al viandante, del cruce del Txaketua, en este último caso con tres meses de prueba para ver su resultado. El retraso que sufren las obras de Atzeko Kale -falta por concluir el tramo de Ramón Irizar- ha demorado la entrada en vigor de ambas medidas que tendrá que esperar al nuevo año.