donostia - Más de la mitad de los conductores superan los 50 kilómetros por hora permitidos en el paseo de Berio, en el de Lugaritz, en el del doctor Begiristain, en Pío Baroja y en Martutene. En el caso de Lugaritz, uno de cada tres vehículos sobrepasa, incluso, los 70 kilómetros por hora. Por eso, estas zonas, al igual que otras consideradas conflictivas en la ciudad, están siendo ya visitadas por el nuevo radar móvil del Consistorio donostiarra, que empezó a funcionar el pasado miércoles.

El objetivo del Departamento de Movilidad es conseguir que los conductores levanten el pie del acelerador dentro de la ciudad, según afirma la concejala Pilar Arana, que rechaza que haya un afán recaudatorio. Es cierto que los datos revelan que en las zonas en las que hay alguna de las ocho cabinas fijas instaladas en la ciudad el número de vehículos que conduce más rápido de lo debido se reduce considerablemente. Un ejemplo es el del doctor Begiristain, junto a Onkologikoa: en esta zona el límite son 40 kilómetros por hora y es una de las cabinas fijas que más infracciones detecta (en verano de 2014 rozó las 400 infracciones mensuales e incluso superó las 500), pero aun así esas cifras están muy lejos de las detectadas en otra zona de este mismo paseo más alejada del radar, donde el 56% de los conductores supera los 50 kilómetros por hora, es decir, unos 3.700 coches diarios. Otro ejemplo es lo que sucedió en Otxoki, junto al acceso a Garbera: durante sus primeros meses el dispositivo detectó hasta 700 infracciones al mes, pero en la actualidad registra alrededor de 50 o menos.

Al adquirir un dispositivo móvil que rotará por distintas calles, el Consistorio pretende multiplicar el efecto de las cabinas fijas en una serie de zonas en las que será habitual encontrarse de vez en cuando el radar: los conductores habituales moderarán su velocidad por si acaso.

Para decidir en qué calles se actuará el Consistorio encargó recientemente un estudio a la empresa Tradesegur, a quien ha comprado el radar portátil, que analizó el tráfico de 35 calles de la ciudad. Además de Berio, Lugaritz, Doctor Begiristain, Pío Baroja y Martutene, también es bastante habitual que se superen los 50 kilómetros por hora en otros lugares como Herrera (el 44% circula a más velocidad), Ategorrieta (más del 36%), al final de Martutene (21%), Peruene (otro 21%) y José Elosegi (casi el 20%). Cerca de ese 20% están también el paseo de Oriamendi y Zorroaga. Aunque en este estudio los datos no son tan significativos, en otro elaborado en García Lorca tras la apertura de la estación de autobuses también se confirmó que más de la mitad de los vehículos superaban los 50 kilómetros por hora, por lo que esta calle, al igual que la avenida de Barcelona de Riberas, también serán visitas habituales para el radar.

Como curiosidad, las calles en las que menos infractores detectaron los sensores del reciente estudio de Tradesegur fueron el paseo de Txingurri en Herrera, Fernando Sasiain (donde hay un radar fijo), la calle Urbieta, la avenida de Navarra, paseo de Francia y la Gran Vía, donde el número de infractores no alcanza ni el 1%, a pesar de que en algunas de estas calles la percepción es que se circula a demasiada velocidad.

fijas Las sanciones que impondrá el radar móvil (de entre 100 y 600 euros) se sumarán a las que imponen los dispositivos que rotan por las ocho cabinas fijas de la ciudad. Además de las citadas de Doctor Begiristain, Otxoki y Fernando Sasiain, hay cabinas en la calle Sibilia, la avenida de Tolosa, José Elosegi, el paseo de Bizkaia y el paseo de Zorroaga.