El Gobierno Vasco ha declarado la Villa Oyón de Martutene Bien Cultural
es un edificio de hormigón armado, de principios del siglo xx y autor desconocidoEl Departamento de Cultura insta al Ayuntamiento a que proteja la edificación en su planeamiento urbanístico
donostia. El Departamento vasco de Cultura ha inscrito la Villa Oyón del barrio de Martutene de Donostia como Bien Cultural, con la categoría de monumento, en el inventario general del patrimonio cultural vasco. El Departamento de Cultura insta, en ese sentido, al Ayuntamiento donostiarra para que proceda a la protección de dicho inmueble contemplándolo en su instrumento de planeamiento urbanístico municipal.
La Villa Oyón es una edificación en parcela situada en el paseo de Martutene, vial que divide el barrio en dos, construida en la primera mitad del siglo XX y se desconoce su autoría.
Se trata de una construcción de hormigón armado con perfil edificatorio de planta baja más tres, planta rectangular y cubierta plana que, hoy en día, presenta teja cerámica como material de cobertura. El volumen actual tiene una serie de añadidos de carácter degradante, fundamentalmente en planta baja, que desvirtúan el proyecto original de la Villa Oyón.
La apariencia exterior es sobria, despojada de todo adorno y busca la expresión en sí misma con un juego armónico entre superficies y formas. El volumen es de formas geométricas simples, con una regularidad en la alineación de ventanas y la construcción es de materiales sencillos, las fachadas son enfoscadas y pintadas, a excepción de la planta baja que se reviste de ladrillo.
La solución arquitectónica responde a criterios funcionales: se plantea un volumen que evita la orientación norte y que se abre al resto de orientaciones. La composición es simétrica respecto a la fachada sur, ordenada con huecos articulados según ejes verticales, y la intención de marcar la horizontalidad se subraya con el diseño de fachada abierta de la planta tercera, el vuelo de la cubierta plana y el uso de molduras lisas corridas en las plantas baja y tercera.
El edificio muestra signos de envejecimiento derivados del paso del tiempo que, a simple vista, no denotan problemas de entidad. La fachada trasera es la más alterada y la que presenta un mayor número de añadidos degradantes. En la fachada lateral norte se observa algún hueco modificado.