La guerra de los currículos de los políticos se ha convertido en la serpiente del verano que vuelve a enredar a los dos partidos políticos principales en una conversación pública de baja estofa y poco edificante.
La dimisión de todos sus cargos de Noelia Núñez, la joven promesa del PP y cercana a Isabel Díaz Ayuso, por inflar su trayectoria académica con licenciaturas inexistentes, ha abierto un nuevo frente de batalla entre PSOE y PP. Socialistas y populares combaten en el fango con el recurrente estribillo del "y tú más", un recurso muy manoseado por unos y otros a cuenta de los recientes escándalos de corrupción que les han estallado en los últimos tiempos.
Los socialistas echan cohetes con la irrupción en el debate político de las acusaciones sobre titulaciones falsas, currículos fake, másters inexistentes, a través de la manipulación, falsificación o inflado de las biografías académicas de los ministros, diputados, consejeros, alcaldes o ediles en las páginas web oficiales y en redes sociales. Respiran hondo tras meses a la defensiva acorralados por la corrupción y se aferran al tema tratando de pasar página. El asunto ha desviado el foco de atención sobre los casos de corrupción (en especial el caso Cerdán y el del fiscal general del Estado) que han puesto contra las cuerdas sobre todo al PSOE, pero también al PP tras el reciente estallido del caso Montoro.
La curriculitis se ha adueñado de las primeras planas de los informativos estatales, desinflando la presencia de los casos de corrupción y encumbrado la de los currículos. Mientras tanto, partidos y periodistas se han puesto a escrutar con lupa los currículos tratando de verificar que las biografías académicas declaradas y publicadas son reales o han sido engordadas, maquilladas o, incluso, inventadas.
PP y PSOE se han puesto manos a la obra a revisar cuanto antes las fichas enviadas en su momento al Congreso y a otras instituciones, donde, obligados por las exigencias de transparencia, las cuelgan públicamente para que puedan ser visibles a ojos de todo el mundo. Diferentes fuentes políticas y periodísticas admiten que se han cambiado datos en los perfiles oficiales de las web de diferentes instituciones.
Noelia Núñez
Todo empezó con la dimisión de todos sus cargos de Noelia Núñez por inflar su trayectoria académica con licenciaturas inexistentes. La diputada del PP en el Congreso cortó de raíz la presión mediática y política en torno a su persona tras admitir que mintió sobre sus datos académicos.
Lo hizo después de que el ministro de Transportes, Óscar Puente, expresara dudas sobre su currículum. La parlamentaria popular tardó un telediario en reconocer públicamente que no había terminado sus estudios, aunque "por equivocación" su ficha del Congreso decía que tenía un doble grado en Derecho y Ciencias Jurídicas de la Administración Pública sin precisar la universidad y en contraste con otras biografías diferentes que la propia Núñez había enviado a otros organismos.
El combativo ministro Puente puso en el disparadero a Núñez y desencadenó una bola de nieve que ha arrollado a cargos públicos de todo color político: ni graduada en Derecho, Filología Inglesa o Ciencias Jurídicas de la Administración Pública, tal y como figuraba EN su perfil en la página del Congreso. Su caso ha sido la punta del iceberg en un sinfín de escándalos que en los últimos días ha sacado los colores a más de una decena de representantes.
En la lista de dimisiones le ha seguido el comisionado del Gobierno español para la reconstrucción tras la dana de Valencia, José María Ángel Batalla, quien renunció a su cargo y como presidente del PSPV-PSOE tras iniciar la Fiscalía Anticorrupción una investigación para descubrir si falsificó su currículum con el fin de escalar como funcionario en la Diputación de Valencia en 1986. Pese a que insiste en que no ha falsificado su trayectoria ni se ha valido "de ningún documento falso para acceder a ningún puesto", la presión interna y mediática se lo ha llevado por delante.
Los casos mas sonados
Noelia Núñez (PP). La diputada en el Congreso ha dimitido tras admitir que la información sobre sus titulaciones aportada al Congreso no era cierta. Entre sus incongruencias estaba un doble grado en Derecho y Ciencias Jurídicas de la Administración Pública.
Ignacio Higuero (PP). El Consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural de la Junta de Extremadura —que comenzó la legislatura como director general de Caza y Pesca de Vox y pasó al PP tras la ruptura del pacto de gobierno en 2024— ha dimitido tras reconocer que se había inventado una licenciatura en Marketing del año 1993 en la Universidad CEU San Pablo, como figura en su ficha de la Junta de Extremadura. (En 1993 no existían esos estudios).
José María Ángel Batalla (PSOE). El comisionado del Gobierno para la dana y presidente del PSPV-PSOE dimitió tras conocerse que la Fiscalía Anticorrupción está investigando si falsificó el título de diplomado en Archivística y Biblioteconomía de la Universidad de Valencia que habría usado para acceder a un puesto de funcionario en la década de 1980.
Elías Bendodo (PP). En su biografía del PP y del Congreso figura que es licenciado en Derecho por la Universidad de Málaga y no hay referencias a más formación académica. Esta información no coincide con la que aparece en su biografía de Nueva Economía Fórum en la ue figuran varios máster y otras seis titulaciones bajo el nombre de “diferentes cursos”.
Óscar Puente (PSOE). En la biografía del ministro de Transportes consta que cuenta con un Máster en Formación Política por la Fundación Jaime Vera. Este título ha sido objeto de polémica debido a que lo obtuvo antes de finalizar la carrera de Derecho y que la Fundación Jaime Vera era la escuela de formación del Partido Socialista.
Juanma Moreno (PP). Su historial académico del Parlamento andaluz recoge que es graduado en Protocolo y Organización de Eventos y que cuenta con un Máster Oficial en Dirección de Protocolo, Producción, Organización y Diseño de Eventos, ambos por la Universidad Camilo José Cela. Ese historial no coincide con sus fichas en el Congreso de los Diputados.
Pilar Bernabé (PSOE). La actual delegada del Gobierno español en Valencia aparece en su perfil de Linkedin señalando que ha cursado Filología Hispánica por la Universidad de Valencia entre 1998 y 2003. Sin embargo, en la web oficial del PSOE añadían que era licenciada. Ahora se lee que “inició sus estudios” en esa carrera.
Carlos Mazón (PP). La polémica con el presidente de la Generalitat Valenciana es sobre su licenciatura en Derecho. Su currículum en la web de la Generalitat figura que es licenciado en Derecho, pero no aparece como colegiado en el Censo General de Letrados de España.
Patxi López (PSOE). En la biografía del Congreso de los Diputados figura que estudió Ingeniería Industrial en la Universidad del País Vasco. Sin embargo, diferentes medios apuntan que no terminó estos estudios, ya que abandonó la carrera para centrarse en la política.
Tomás Burgos (PP). El viceconsejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación administrativa de la Junta de Andalucía incluyó en su biografía del Congreso, entre 1993 y 2004, que era “licenciado en Medicina”. Estos estudios desaparecieron de sus fichas posteriores, mientras que en la web de la Junta de Andalucía actualmente sostiene que “cursó” estudios de Medicina y Cirugía en la Universidad de Valladolid.
Pedro Rollán (PP). El presidente del Senado aparece como “Diplomado en Marketing” y con un Master en Administración y Dirección de Empresas en la web del Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, municipio del que fue alcalde entre 2007 y 2015. En otras biografías figura que tiene varios máster en Marketing y Liderazgo y Administración Pública, sin especificar el lugar de estudio. En la ficha del Senado no hay información alguna sobre su formación académica.
Dimisiones
Han sido muchos los casos de falsedad de currículos que han salido a la luz fruto de las pesquisas de los partidos y los medios, pero hasta ahora solo se han producido tres dimisiones. La tercera ha sido la del exconsejero de Gestión Forestal y Mundo Rural en la Junta de Extremadura, Ignacio Higuero, quien renunció a su cargo tras admitir que no dispone de la certificación de la licenciatura que indicaba en su currículum. El ex de Vox y ahora bajo el paraguas del PP asumió el cargo en representación del partido de Santiago Abascal, pero cuando esta formación retiró el apoyo a la Junta de Extremadura gobernada por los populares, no secundó a su partido y se mantuvo como consejero con el apoyo de la presidenta extremeña.
Esta guerra de currículos no es nueva, sino cíclica. Tiene como uno de sus precedentes el escándalo de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes (del PP). Fue procesada y posteriormente absuelta al cuestionarse la obtención de un máster en esta misma universidad, pero en su caso dejó el cargo tras difundirse un vídeo en el que se la veía robando en un supermercado.
La hemeroteca también recoge el caso de Carmen Montón que, en 2018, dimitió tres meses después de ser nombrada ministra de Sanidad en el primer Gobierno de Sánchez, tras difundirse presuntas irregularidades en la realización de un máster en la Universidad Rey Juan Carlos. También el expresidente del PP Pablo Casado tuvo que dar explicaciones por un máster en la universidad Rey Juan Carlos y prácticamente al mismo tiempo surgieron las acusaciones al presidente Pedro Sánchez por presuntamente haber plagiado parte de su tesis doctoral, un caso que Vox intentó llevar a los tribunales y que el Tribunal Supremo rechazó al no observar infracción penal.
Los tres casos que ahora han terminado en dimisión han abierto un nuevo frente entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, que aprovechan la ocasión para poner el foco en otros posibles errores y falsedades en la formación de políticos y exigirse mutuamente más dimisiones.
Tras la inmediata dimisión de Noelia Núñez y la de Higuero, el PP se atribuye el mérito de haber elevado el listón de la ejemplaridad en la política española y ha exigido al PSOE que se mire en el espejo. El secretario general de los populares, Miguel Tellado, ha pedido la dimisión de tres figuras clave en el organigrama de Sánchez. Entre ellos ha citado a la delegada del Gobierno español en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, a la que acusa de haber falsificado su currículum.
También mencionó a Patxi López, exlehendakari y actual portavoz del PSOE en el Congreso. En la biografía del Congreso de los Diputados consta que estudió Ingeniería Industrial en la Universidad del País Vasco. Sin embargo, diferentes medios apuntan que no terminó estos estudios, ya que abandonó la carrera para centrarse en la política. Tellado también señaló al propio ministro Puente y a la vicepresidenta segunda del Gobierno Yolanda Díaz entre los que “inflaron” sus másteres.
Sin controles
El problema es que no existen controles internos obligatorios, por ejemplo cuando los diputados rellenan sus biografías académicas. Las dimisiones por este motivo no suelen ser habituales en la política española y hasta cierto punto se transige con que se quiera darle algo más de brillo al currículum. Se entiende que, por encima de todo, prima la honestidad de cada parlamentario. La ciudadanía no exige a los políticos una meritocracia académica extraordinaria. Tan solo pide vocación de servicio público y que no se le mienta. El caldo de cultivo para el populismo, la antipolítica y el desprestigio de los partidos.