RESAC-OFF consiste en la monitorización continua de las playas los 365 días del año con cámaras de vigilancia. Las imágenes son procesadas y tratadas por un algoritmo de aprendizaje profundo, entrenado para detectar corrientes de resaca. De detectarse estas corrientes, se generará una alerta que podrá ser visualizada por cualquier vigilante o usuario para la prevención e intervención temprana.
¿Cómo se os ocurrió aplicar inteligencia artificial para salvar personas en el mar?
—Este proyecto viene de la época de los límites de los aforos que tuvimos en pandemia. Trabajamos con la empresa Dinycon Sistemas de Donostia para calcular en tiempo real cuántas personas había en las piscinas. Pero hace un par de años tuvimos la inquietud de cómo ayudar a los servicios de salvamento para salvar vidas en la playa. Saber cuántas personas hay en una playa, de por sí, no aporta mucho. Pero identificar a las personas que pueden estar en el mar y encima en zonas de riesgo dices, ojo. ¿Se puede hacer? Pues vamos a intentarlo. Comenzamos a trabajar en detectar corrientes de resacas en la playa que no es nada trivial. Tienes que buscar los patrones que generan las olas, porque no todas las playas son iguales. Entonces, poco a poco, nos metimos, buscamos financiación para poder investigar en ello y a día de hoy estamos haciendo unas primeras pruebas con los prototipos del sistema.
¿Y funciona?
—Las primeras pruebas son prometedoras, aunque todavía tenemos que trabajar en ello.
¿En qué consiste esta tecnología?
—El sistema está compuesto por un sistema de cámaras fijas de mayor o menor resolución montadas en postes en el entorno de playas y luego tenemos dos modelos de inteligencia artificial. Uno de ellos se dedica a detectar corrientes de resacas y el otro modelo intenta identificar personas en el mar. Luego lo que se hace es, con una lógica que está por encima de esos dos modelos, detectar a las personas que estén en zonas de resaca. Y si hay personas en estas zonas peligrosas se emiten avisos.
¿Dónde se emiten esos avisos? ¿Cómo se reciben?
—Depende un poco del usuario. Imagínate que es un servicio de socorrismo en una playa donde esté centralizado. Pues los avisos se pueden enviar a los móviles de los socorristas o a la central que gestiona la seguridad de toda la playa y sea el coordinador quien dirija la alerta al socorrista más cercano a la zona indicada. En el caso de que se trate de una de esa playas más pequeñas sin vigilancia cuya seguridad depende de la policía local o del servicio de salvamento de otra playa, el sistema RESAC-OFF envía por radio o por señales inalámbricas el aviso a la policía o a los socorristas de la paya más cercana.
¿Habéis intervenido ya?
—A día de hoy las alertas se están generando aunque no se están emitiendo porque no queremos generar falsos avisos en los servicios de salvamento. Hasta que no tengamos el sistema suficientemente testado y veamos que los resultados son buenos, no se están emitiendo avisos como tal. Ahora mismo se están haciendo pruebas en varias playas y su implantación final dependerá de los ayuntamientos y servicios de emergencias que estén interesados en adquirir esta tecnología que quiere ayudar a prevenir los ahogamientos. Tenemos tres prototipos distribuidos en diferentes playas, tanto en el norte como en el sur porque las olas y las corrientes son diferentes
¿Tiene la capacidad de discriminar una situación de riesgo de otra que no lo es? Porque tú puedes estar en una corriente de resaca y no estar en peligro porque estás haciendo pie.
—Es cierto que puedo estar en una corriente de resaca y no estar en peligro, pero el sistema de lo que avisa es de que hay una corriente de resaca y de que hay alguien ahí aunque sea para que los socorristas vayan. La decisión final, obviamente, depende del socorrista. No hemos llegado al punto de saber si esa persona en la corriente de resaca está en una situación comprometida.
Pero me imagino que en el desarrollo futuro esa sería la aplicación, sobre todo en aquellas playas en las que no todas las playas tienen servicio de socorrismo.
—Sí, sí, bueno, nosotros estamos trabajando con Dygicon Sistemas, que es la empresa que lo comercializaría. En Tekniker estamos desarrollando la tecnología para que ellos lo puedan comercializar. Evidentemente, el objetivo final no es investigar por investigar sino comercializarlo para que sea un sistema que ayude a los servicios de salvamento, diputaciones o comunidades aportándoles información sobre la presencia de personas en corrientes de resaca.