Hace tiempo comenzó a hacer pequeños cambios en lo personal, en lo profesional, en su alimentación y, sobre todo, ejercicio físico. A día de hoy, Isasaweis, una de las primeras influencer del Estado, no sólo ha conseguido tener una fuerte autoestima y superar miedos, sino que también ha conseguido organizarse mejor.

Ingeniera técnica informática convertida en influencer dando consejos sobre alimentación, deporte y actitud ante la vida. ¿Qué pasó en el camino?

Que me metí en la Ingeniería de rebote; a mí, siempre me gustó la educación. Cuando terminé la carrera me preparé oposiciones para ser profe, porque yo no quería dedicarme a la ingeniería sino a la educación. Estuve en un instituto, pero no terminaba de encontrar algo que me entusiasmase.

¿Cómo lo encontró?

Cuando descubrí un vídeo de una americana que se maquillaba y me encantó. A mí me apetecía tratarlo como profesión, no como hobby; quería comunicar, contar cosas, ayudar a los demás. Tenía claro que deseaba difundir ideas que hicieran la vida más fácil a los demás y así fue como empecé. Esa vida me encantó y fue la editorial Planeta quien me ofreció hacer un libro. No sabía si iba a tener futuro, pero sabía que quería dedicarme a esto. Así fue como me lancé a esta maravillosa aventura que se ha convertido en mi profesión.

¿El mundo de la alimentación siempre le interesó?

Siempre. Es verdad que en mi familia hay muchos profesionales de la salud en distintas ramas y fue algo que estuvo muy presente en mi entorno desde pequeña. Me entusiasmaba el mundo de la alimentación y siempre he leído todo lo que ha caído en mis manos. En la carrera de Ingeniería me cogía de libre elección asignaturas de la carrera de nutrición, porque me encantaba. 

Como dice el título de su libro: Come de todo, entrena conmigo y cambia tu vida. ¿Eso hace más feliz?

Realmente eso es así. Soy el ejemplo de ello. Llevo 14 años compartiendo mi vida y mis cosas con la gente que me sigue en las redes, en los medios, etc. y fueron ellos quienes me lo notaron, no solo el cambio físico que fue muy notable, sino la actitud, el estilo de vida. Al final cuando una se siente bien consigo misma lo trasmite a los demás. Sentirte bien es estar bien por dentro y también físicamente, pero también orgullosa de lo que haces, el proponerte algo y conseguirlo. Todo esto da mucha felicidad. Cuando me hicieron la propuesta de escribir el libro les respondí que podía hablar de cómo comer de todo, pero también de cómo el deporte cambió mi vida. 

¿Entiende a la gente que dice que el deporte no es para ella?

Perfectamente, porque yo lo decía también; hubo una época en que lo decía constantemente. De hecho, tengo algún vídeo por internet diciendo “Uf, lo siento, soy antigimnasio; no soy capaz”. Cumplí el tópico de apuntarme a un gimnasio y no ir durante 10 meses. No era para mí.

¿Qué sucedió?

De repente empecé a ver que la gente que hacía deporte de forma regular encontraba algo bueno en ello. Fue un poco la curiosidad lo que me empujó al deporte; yo quería eso en mi vida porque se veía que les hacía felices. Así fue como empecé. 

¿Y lo de cambiar de vida que cuenta también en el libro?

Es la parte más personal, un cambio de actitud. Es una mezcla de lo que te va dando la edad, que te acaba aportando serenidad y experiencia, porque mi profesión, mi vida, es un poco caótica. Todo esto me ha hecho que sea más ordenada, más disciplinada. Hay muchas herramientas que he ido incluyendo en mi vida y que es lo que comparto en la tercera parte del libro. Lo que conforma que hoy en día me sienta satisfecha, feliz y tranquila. Porque creo que al final la felicidad es la tranquilidad. Cuento muchas cosas de ejercicios; cosas potentes pero sencillitas. A mí me gusta escuchar a la gente que sabe de productividad, del cuidado interior. 

¿Se debe vivir siempre en dieta permanente?

La gente que ha seguido dietas, en las que me incluyo, porque he hecho un montón de ellas, sabemos que generan ansiedad, agobio, frustración. Una persona quiere verse bien, pero tampoco desea renunciar a lo que es una vida social. El ser humano es social y una de las cosas que más felices nos hace es relacionarnos con las amistades. Quien está siempre a dieta no suele poder quedar a cenar, a tomarse algo... porque se siente desplazada; eso hace mella en la felicidad porque se sientes agobiado. Hay que encontrar el equilibrio; yo como sano en casa y rico. Como buena asturiana, me encanta comer, no soy de lechuguita y ya está. En casa comemos de todo: guisantes con huevo, alubias estofadas con verduritas... Al final es saber buscar trucos para que unas alubias estén ricas.

Vegetarianos y veganos. ¿Tiene sentido serlo teniendo que recurrir a suplementos alimenticios?

Como deportista suelo tomar magnesio, pero no como sustituto de la comida. Tomo Omega3, pero tomo pescado; no ingiero pastillas para no comer pescado. Respeto a los veganos y vegetarianos, creo que lo hacen por convicción moral. 

¿Se puede comer bien y barato, teniendo en cuenta, por ejemplo, que el aceite de oliva está por las nubes?

Se puede. Yo creo que además hay que fomentar el comer de forma saludable. Hay que estar pendientes de las ofertas. Cuando veo que los alimentos están a buen precio los compro y luego los congelo; es la forma de ahorrar. En lo del aceite tienes razón, está por las nubes, pero también hay que decir que hay mucha gente que no lo compra y luego no se despeinan por llamar para que le traigan una pizza a domicilio.  

Las influencers se han convertido en prescriptoras. ¿Esto no es una salida de tono?

Es cierto que hay muchas que no son precisamente un ejemplo a seguir. Cuando empezamos éramos cuatro, ahora hay tantísimos que no se nos puede ni debe meter a todos/as en el mismo saco. Además, hay influencers englobadas en muchas profesiones. Si se prescribe algo hay que hacerlo con coherencia, criterio, honestidad, sabiendo lo que estás apoyando o recomendando. Hay que ser conscientes de que hay muchas adolescentes que nos siguen, chicas y chicos que no tienen aún los criterios formados.

El libro incluye vídeos de rutinas deportivas mediante códigos QR y un diario para que el lector/a pueda registrar su evolución 

Todo ello persigue el objetivo de ayudar a que la gente coma bien, a que se sienta mejor, a que tenga las riendas de su vida y haga lo que realmente le gusta. Tenemos que conseguir que las personas se sientan bien comiendo y que lo hagan, además, de forma saludable, y que realicen deporte; si encima consigo que se apliquen las herramientas que propongo para que los problemas les afecten lo justo, pues sería perfecto. A veces veo a muchas personas o leo muchos de sus comentarios y observo que no se sienten satisfechos con la vida que llevan. Creo que en un momento pueden llegar a hacer un clic, dejar lo que están haciendo y cambiar de rumbo. Las animo a que no dejan pasar la oportunidad de hacerlo, porque serán más felices.