Las autoridades ambientales de Río de Janeiro impusieron este sábado una nueva multa al delantero de la selección brasileña y del París Saint-Germain Neymar por violar la interdicción impuesta esta semana en una de sus mansiones, donde el futbolista construye un lago artificial.

Los inspectores visitaron nuevamente la mansión del internacional brasileño e identificaron movimientos en la zona prohibida, lo que implica el incumplimiento del embargo y nuevas infracciones ambientales.

El delantero violó la sanción el viernes -un día después de impuesta- al hacer una fiesta para inaugurar el lago, donde el futbolista hasta disfrutó con un baño pese a que la obra aún está sin terminar.

Las imágenes circularon por las redes sociales junto con otras en las que algunos de los invitados posaron al lado de los carteles de interdicción.

Las nuevas pruebas corroboradas por los inspectores de la Secretaría de Medio Ambiente de Mangaritiba, municipio del litoral de Río de Janeiro conocido por sus lujosos 'resorts' y mansiones, fueron incluidas en el proceso de investigación que se sigue por el caso, según una nota de la entidad.

Hasta el momento se desconoce el monto de las multas, que según las autoridades se sabrá en los próximos días, después de que el caso sea analizado, según explicaron fuentes oficiales.

Las obras que se realizaban en la mansión de Neymar fueron suspendidas el jueves pasado cuando las autoridades ambientales encontraron una serie de irregularidades en las mismas.

Algunos de los puntos expuestos por los fiscales fueron el desvío del curso de riachuelos, la captación de agua de un río sin la debida autorización, excavaciones prohibidas, movimiento irregular de rocas y tierra, y utilización de la arena de la playa.

Las obras se realizaban en el condominio Aero Rural, contiguo al de Portobello, donde el jugador tiene otra lujosa mansión de 5.000 metros cuadrados valorada en 28 millones de reales (unos 5,87 millones de dólares o 5,36 millones de euros).