GETAFE Soria; Damián, Cabaco (Nyom, m. 84), Mitrovic, Cuenca, Olivera; Aleñá (Florentino, m. 74), Arambarri, Maksimovic; Sandro (Jaime Mata, m. 64) y Enes Ünal (Jankto, m. 83).

REAL MADRID Courtois; Lucas Vázquez (Peter, 85), Militao, Alaba, Mendy (Marcelo, 46); Casemiro, Kroos (Isco, 85), Modric; Asensio (Hazard, 46), Benzema y Rodrygo (Mariano, 67).

Gol 1-0 M.9: Enes Ünal.

Árbitro Melero López (Comité Andaluz). Amarillas a los visitantes Rodrygo (m. 21), Ancelotti (m.42) y Casemiro (m. 87) y a los locales Damián (m. 56) y Arambarri (m. 82).

Estadio Alfonso Pérez. 11.890 espectadores.

- Un error garrafal de Militao condenó al Real Madrid, que perdió 1-0 ante el Getafe para regresar a la senda de la derrota once jornadas después y dejar en manos del Sevilla la posibilidad de apretar una Liga que hasta el momento dominaba con contundencia.

Inmaculado durante todo el curso, parecía imposible ver un fallo decisivo de Militao. Con Alaba, nadie echaba de menos a la pareja formada por Varane y Ramos. Su jerarquía era intocable este curso. Sin embargo, Militao se hizo humano y, por una vez, provocó que su equipo perdiera puntos.

Su fallo, en los primeros minutos del duelo, no lo desaprovechó Enes Ünal, que con su tanto impulsó al Getafe hacia cotas insospechadas hace no mucho tiempo. De repente, el conjunto del sur de Madrid está tres puntos por encima del descenso, algo inimaginable cuando se fue Míchel.

Y es que, al final, sin el protagonismo de los positivos por coronavirus, el fútbol se abrió paso en el Coliseum Alfonso Pérez, donde el Getafe quería alargar el efecto Quique Sánchez Flores, el gran artífice del resurgimiento de un equipo desahuciado hace no mucho tiempo. Resucitado en la pelea por la permanencia, el conjunto azulón se presentó a la cita dispuesto a plantear batalla con poco que perder y mucho que ganar ante el todopoderoso líder.

El Real Madrid, como se esperaba, se encontró con un muro de hormigón. Y más tras el tempranero gol. En la primera parte intentó poner una marcha extra de velocidad en el manejo del balón, bajo la dirección de un excelso Modric, y tuvo ocasiones claras, pero no llegó el gol. Y en la segunda mitad, con Modric cansado, se fue difuminando y quedó a expensas de una acción individual salvadora que no llegó.