Aunque las encuestas y algunos análisis políticos parecen indicar que el temor a la ultraderecha de Vox se va desinflando como factor para movilizar a la ciudadanía y que los pactos con el PP han normalizado su presencia, los socialistas están convencidos de que sigue existiendo un rechazo de fondo al programa regresivo de Santiago Abascal en materia de violencia machista, memoria histórica o libertad artística y creativa, un rechazo potente que no habría que minusvalorar como elemento movilizador. Y creen también que no está todo dicho a pesar de las encuestas a favor del PP. En ese contexto, tanto el líder del PSE, Eneko Andueza, como el candidato por Bizkaia, Patxi López, llamaron ayer a votar masivamente y no dejarse ganar por la derecha. Andueza recurrió a toda la épica al alcance de los socialistas con un ominoso pronóstico: pidió votar para despertarse en el año 2023 y no en 1939, el año de la victoria franquista.

En un mitin en Sestao, Patxi López alertó de que la derecha española está movilizada para las elecciones generales del 23 de julio, y pidió “no ser tan tontos” de “dejarse ganar” por ella por no ir a votar. “Izquierda, levántate y vota”, alentó. Existe un convencimiento general de que la derecha está movilizada por la inquina casi personal que han generado algunas políticas de Pedro Sánchez (y que se ha alimentado en ámbitos políticos y mediáticos), por la crispación generada en torno a la ley del sí es sí o las políticas fiscales. Una movilización que se quiere contrarrestar ahora con un voto masivo en la izquierda espoleando el temor a una regresión en materia de derechos y libertades.

Andueza avisó de que, si el 23 de julio no se va a votar, se puede “estar permanentemente viviendo en un 18 de julio”, el día del golpe militar de los franquistas contra la República española. “El 24 de julio nos podemos despertar, no en 2023, sino en julio de 1939”, alertó. Andueza insistió en que sería un “auténtico drama” y se fijó como misión “salvar a este país” de aquellos que “no se esconden” y “no tienen ningún prejuicio para firmar acuerdos y meter en los gobiernos a la extrema derecha”. Al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, lo acusó de haber pagado “un precio a la ultraderecha” en los ayuntamientos y las comunidades autónomas, y volvió a plantear un argumento que ya esgrimió hace unos días, la posibilidad de que los partidos nacionalistas “saquel del cajón” su proyecto independentista a modo de reacción ante un Gobierno del PP. “Euskadi también se juega su futuro”, dijo.

López, por su parte, apeló a los indecisos con el argumento de que “la inmensa mayoría” de ellos “son de izquierdas”. Por ello, les pidió que ninguno “se quede en casa”. López quiso loar a todos los expresidentes socialistas y atribuyó a Felipe González “levantar el sistema público de salud y de pensiones”, y dijo que José Luis Rodríguez Zapatero puso “en pie la atención a la dependencia y consiguió derechos y libertades con los que ser la envidia de toda Europa”. También repasó algunos hitos de la legislatura de Sánchez y aseguró que en las elecciones se dirime seguir por este camino o retroceder.