Las Juntas Generales de Gipuzkoa han aprobado el Impuesto Complementario para grandes grupos estatales y multinacionales que contempla una tributación mínima del 15% sobre sus beneficios. Esta figura, que se dirige a compañías con una cifra de negocio superior a los 750 millones de euros, equipara e integra de este modo la fiscalidad guipuzcoana a la existente en el ámbito europeo, tal y como ha destacado la diputada de Hacienda y Finanzas, Itziar Agirre.
Durante su intervención en el pleno de las Juntas Generales, la diputada ha presentado otras modificaciones que han sido aprobadas como el impuesto de carácter temporal a la banca que grava los beneficios procedentes de intereses y comisiones. Este tributo, que afecta a entidades de crédito, sucursales de entidades extranjeras y establecimientos financieros de crédito, contempla cinco tramos que van desde la aplicación del 1% a bases liquidables de 750 millones de euros hasta el 7% para aquellas que superen los 5.000 millones.
Reducciones
Este impuesto también contempla reducciones, como la genérica de 100 millones de euros o las aplicables a la obra benéfica-social de las fundaciones bancarias y a las aportaciones obligatorias en sociedades cooperativas. Del mismo modo, la norma foral aprobada incluye una deducción por implantar nuevos cajeros automáticos en el mundo rural, donde sus habitantes tienen más dificultades para retirar dinero en efectivo.
Junto con la aprobación de estos dos nuevos impuestos, las Juntas Generales de Gipuzkoa han dado el visto bueno a varias modificaciones del Concierto Económico en materia fiscal que afectan a diversos colectivos como los no residentes en el territorio como a las víctimas del amianto que reciben compensaciones económicas y que estarán exentas de tributación. También se han diseñado nuevas fórmulas para la aplicación de bases imponibles negativas o las deducciones.
Transición energética
Otro de los cambios pretende fomentar actividades consideradas estratégicas para el territorio y, así, se mejora la redacción del apartado del Impuesto sobre Sociedades relativo al desarrollo sostenible, la transición energética y la reducción del impacto medioambiental y se introduce el mecanismo de financiación que ya existe para actividades culturales y de I+D para medidas de sostenibilidad. Itziar Agirre ha destacado que la aprobación de estas medidas “supone avanzar en el autogobierno en materia fiscal, al disponer de autonomía a la hora de regular y recaudar estos impuestos”.