El obstáculo para evitar la quiebra de Astilleros Balenciaga ha desaparecido con la firma hoy del acuerdo por el que Cofides realiza una quita de deuda, que pasa de los 15 millones de euros iniciales a 8,5 millones, con lo que se despeja el camino para encontrar un inversor que reflote la empresa de Zumaia. El consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, ya anunció que existen dos inversores, uno estatal y otro internacional, interesados en participar en Astilleros Balenciaga, aunque no ofreció más detalles. La noticia se ha conocido el mismo día en que los trabajadores del astillero guipuzcoano han solicitado una comparecencia en el Parlamento vasco para pedir la implicación institucional en el futuro de la empresa.

Concurso de acreedores

La decisión del organismo que depende del Ministerio de Economía revierte una situación creada por la propia Cofides. La difícil situación que atravesaba Astilleros Balenciaga por falta de liquidez, dado que según los trabajadores existía carga de trabajo, obligó a la dirección pactar con los acreedores un plan de viabilidad que obtuvo el visto bueno de un juzgado de Donostia, lo que significaba evitar el concurso de acreedores. La solución, sin embargo, se desmoronó poco después, cuando Cofides, uno de los principales acreedores, anunció su postura contraria a este plan de reestructuración.

La alarma saltó entre los trabajadores, que se movilizaron para conseguir un cambio de posición por parte de Cofides. En paralelo, las principales instituciones iniciaron labores de intermediación que desembocaron en la constitución de una mesa interinstitucional para eludir el cierre de la empresa, constituida por la Diputación de Gipuzkoa, el Gobierno Vasco y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.

Trabajadores de Astilleros Balenciaga en las Juntas Generales de Gipuzkoa- Ruben Plaza

Espada de Damocles

También el grupo del PNV solicitó en el Congreso que se aceleraran las medidas necesarias para evitar la pérdida de Astilleros Balenciaga. Los trabajadores, por su parte, además de las movilizaciones comparecieron en las Juntas Generales de Gipuzkoa para pedir su implicación y exponer la situación en la que se encontraban, con "la espada de Damocles" de Cofides que, en caso de que no llegara al acuerdo firmado hoy, significaría aplicar a partir del 31 de marzo un ERE de extinción de los contratos.

En Astilleros Balenciaga la plantilla consta de 71 trabajadores, pero el comité de empresa explicó que su actividad genera un alto número de trabajo indirecto, alrededor de 600. Según señalaron en las Juntas Generales de Gipuzkoa, en la actualidad, la deuda de Astilleros Balenciaga asciende a alrededor de 28 millones de euros, de los que 15 millones corresponden a Cofides y el sector de la industria naval al que pertenece esta empresa complica la situación, con una fuerte competencia de China, Corea o Estados Unidos frente a una debilidad de Europa que dificulta encontrar a un inversor. No obstante, a los trabajadores les consta que existen varios interesados, aunque indicaron que desconocen el grado de disponibilidad a entrar en la empresa.