La demanda presentada por ELA contra el acuerdo alcanzado en Cementos Rezola que contempla 54 despidos ha sido desestimada “muy a pesar” del sindicato vasco, que defiende que la alternativa que planteó garantizaba que no se iban a producir ceses traumáticos y recuerda que este pacto fue respaldado por una minoría de la plantilla puesto que, según señala, la mayor parte no quiso participar en la votación.
Heildeberg Materials, propietaria de Cementos Rezola, comunicó el pasado 28 de junio la presentación de un ERE al comité de empresa, conformado por cinco delegados de LAB y otros cuatro de ELA. Según explicó en aquel momento, la decisión estaba motivada en la transición ecológica que iba a realizar en respuesta a las directrices de la Unión Europea que contemplaba la paralización de la producción de clínker de la planta guipuzcoana para trasladarla a la fábrica de Arrigorriaga, con una línea más eficiente y con menores emisiones de dióxido de carbono, apuntó.
Inversiones futuras
Esta medida conllevaba despidos, aunque Heildeberg Materials anunció que en los siguientes años invertiría alrededor de 16 millones en Cementos Rezola para transformar la planta de Añorga "en una fábrica especializada en cementos sostenibles y en un centro de excelencia e innovación en soluciones constructivas con baja huella carbono". La creación de un departamento de I+D, además, significaría la creación de nuevos puestos de trabajo según los planes de la compañía.
La responsable de la Federación de Industria de ELA en Gipuzkoa, Esther Arruti, recuerda que desde el inicio de la negociación del ERE el sindicato situó como línea roja que no se produjeran despidos traumáticos porque, si bien es favorable a la transición ecológica, aboga por abordarla con una garantía del mantenimiento del empleo. Sin embargo, Arruti señala que la propuesta de la empresa “suponía muchos despidos traumáticos”. En la negociación situó en 56 los ceses iniciales, ante lo que ELA elaboró un informe más ambicioso que garantizaba las salidas voluntarias de algunos empleados y la permanencia de otros sin medidas traumáticas.
Alternativa a los despidos
En concreto, demostró según la responsable sindical la necesidad de 24 personas más de las contempladas para el buen funcionamiento de la planta del barrio donostiarra de Añorga. Además, propuso rebajar a 53 años la edad de prejubilación, de manera que a las 15 que ya se habían apuntado a esta opción se le añadían otros 16 trabajadores para llegar así a 55 despidos no traumáticos de los 56 planteados. A estos números añadió que, si con esta propuesta no se llegara a la cifra de voluntarios, se podía aplicar un ERTE en Cementos Rezola con complemento salarial para mantener la plantilla hasta que se conformara la unidad de I+D en la que, según la empresa, trabajarían 10 o 12 personas.
Durante las negociaciones, que se desarrollaron a la par que una huelga que paralizó la actividad en la planta, Heildeberg Materials accedió a algunas mejoras relativas a indemnizaciones y prejubilaciones, pero no se llegó a un acuerdo porque, tal y como subraya ELA, seguía habiendo despidos traumáticos. En esta situación, el comité de empresa optó por abrir la vía jurídica ante lo que la empresa reaccionó, critica Esther Arruti, con “chantajes”. Explica que se dirigió de forma personal a los trabajadores para invitarles a firmar una hoja por la que recibirían mejores indemnizaciones a cambio de admitir que eran despedidos de forma voluntaria. De no hacerlo, la indemnización se quedaba en la mínima fijada por ley. Pese a la firma de muchos de ellos, ELA considera que siguen siendo despidos traumáticos al haber sido presionados.
Demanda judicial
Por otro lado, y en el momento de presentar la denuncia judicial, el sindicato mayoritario decidió desconvocar la huelga indefinida y llegar a un acuerdo. El texto final se presentó a votación en una asamblea general de trabajadores que respaldó en acuerdo, pero Arruti asegura que “una amplia parte de la plantilla” decidió no participar en esta votación al no considerarla legítima porque no respetaba los mínimos acordados. ELA cree que LAB ha priorizado intereses individuales ante los colectivos.
La denuncia, por su parte, ha sido desestimada “muy a nuestro pesar porque esto ha supuesto destrucción de empleo”, en concreto de 54 puestos en Cementos Rezola de Añorga. ELA afirma que “creemos que hemos respetado el camino que marcamos desde el principio” y afirma que “hemos velado firmemente por la defensa del empleo”. “Y en eso seguiremos tanto en Rezola como en el resto de las empresas”, concluye.