Lo bueno se hace esperar. En 2015, Bilbao fue la sede del foro de la empresa familiar por excelencia, y ocho años después, regresa para visibilizar el gran potencial de nuestros empresarios y empresarias familiares y de nuestras familias empresarias. Sí, hablo del Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que anualmente organiza el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) y que este año ha decido volver a poner Euskadi como comunidad anfitriona del evento y reunir a importantes familias empresarias y empresas familiares nacionales en las que poder mirarnos para aprender y seguir innovando y avanzando. Sin olvidar que todas ellas nos permitirán enseñar al mundo lo que han conseguido con mucho esfuerzo y dedicación, pivotado sobre el delicado equilibrio familia-empresa.

La cuenta atrás ha comenzado. El gran día tendrá lugar el próximo mes de octubre. Si algo puede aportar Aefame (la Asociación de la Empresa Familiar de Euskadi) en esta cita tan señalada es el potencial de sus empresas familiares. La empresa familiar es un modelo con idiosincrasia propia, compañías que han crecido a lo largo de los años y se han convertido en grandes multinacionales sin dejar de ser empresas familiares, con su centro de decisión asentado en el territorio. Es decir, arraigadas en nuestra tierra y por tanto con los ojos y el corazón aquí, y el músculo en cualquier rincón del mundo.

Sin duda, el Congreso del IEF es toda una oportunidad para visibilizar el papel vertebrador de la empresa familiar, nuestros valores y esencia. En definitiva, para mostrar la gran red que hemos tejido, la gran familia que somos y sobre todo, los grandes beneficios que este modelo de empresa supone para la sociedad y las instituciones. Y como todas las familias, compartimos el mismo ADN. En esa cadena genética se porta la información que nos une: el legado, unos valores basados en la vocación de continuidad a largo plazo, el arraigo en el territorio, la resiliencia en los malos momentos, y la agilidad y flexibilidad en la toma de decisiones.

Aefame está compuesta por las principales empresas familiares y familias empresarias de los tres territorios vascos, referentes en sus respectivos sectores de actividad con una facturación agregada superior a los 15 millones de euros y que dan empleo a más de 148.000 personas. Por todo esto y mucho más, la empresa familiar vasca es un modelo de empresa que contribuye a afianzar el crecimiento de la economía vasca y el desarrollo del territorio, sobre todo en periodos de crisis, como los que hemos concatenado en los últimos años y de los que todavía no nos hemos recuperado: la Guerra de Ucrania, la inflación, las tensiones en la cadena de suministros, la crisis del coronavirus, etc. La empresa familiar ha resistido y se ha adaptado a las circunstancias, porque su vocación es a más largo plazo y su modelo es más flexible a los cambios. Por tanto, se ha demostrado que las empresas familiares son necesarias. Todo un ejemplo de fortaleza.

Ser nuevamente anfitriones de este congreso es todo un honor, un gran escaparate para mostrar el potencial de nuestras empresas familiares, porque ante todo son emprendedoras, innovadoras, fuertes, llenas de valores, sólidas y exitosas. Los datos así lo demuestran: en Euskadi hay 50.415 empresas y de ellas, nada más y nada menos que 42.557 son familiares. Es decir, se estima que el 84% del tejido empresarial vasco son empresas familiares, lo que pone de manifiesto el papel vertebrador de la empresa familiar.

Por todo, el Congreso Nacional de la Empresa Familiar nos servirá como escenario para poner sobre la mesa también todos esos rasgos que nos diferencian; el sentimiento de pertenencia, la longevidad, sus efectos sociales beneficiosos, su contribución al empleo, el compromiso con la comunidad… Sin duda, elementos que nos convierten en un bien social a preservar. Además, miramos al futuro yendo de la mano también de los jóvenes, trabajando el reconocimiento social y fomentando entre los jóvenes el espíritu empresarial y el talento, potenciando la gobernanza. Porque avanzar, y no dejar que la cadena genética se rompa, es prioritario. Os esperamos.