Euskal Herria se presenta como la región europea con más altos niveles de población con formación superior dirigida a la industria y se sitúa tan sólo detrás de Irlanda respecto a personas con una educación universitaria, másteres y formación superior general, que alcanza el 53% del conjunto poblacional, cuando hace dos décadas era del 33%. Esta fuerte apuesta por la industria, que se revela fundamental en un contexto de debilidad del sector, es una de las conclusiones que recoge el informe socioeconómico de las dos últimas décadas del observatorio Gaindegia.
Gaindegia cumple este año su vigésimo aniversario desde que se creara en 2004 con el objetivo de ofrecer una foto fija de la realidad de Euskal Herria, integrada por la CAV, Navarra e Iparralde, basada en datos estadísticos obtenidos del Eustat del País Vasco, el Nasdat de Navarra y el Insee de la administración francesa para Iparralde. Con motivo de esta celebración, sus responsables han elaborado un documento que recorre este periodo y que ha sido presentado en Donostia, donde también se ha anunciado que el observatorio ha decidido crear un comité científico para dar solidez a los datos recopilados.
Alta formación superior
Su coordinadora, Anjeles Iztueta, ha desgranado los datos más significativos de este último estudio donde destaca el alto nivel formativo de los habitantes de Euskal Herria, dirigido en especial al sector industrial, lo que le dota de un “músculo extraordinario” para afrontar los retos que plantean las economías globales y se encuentra en la línea de la apuesta institucional de protagonizar la reactivación de este sector en Europa. La base de la que se parte es sólida, puesto que el PIB en estos herrialdes se ha duplicado desde el año 2000 para alcanzar los 112.811 euros. Por habitante, la cifra se sitúa en 35.309 euros que, según ha advertido Iztueta, aún se encuentra muy lejos de la tabla europea capitaneada por la región danesa de Hovedstaden, con 90.400 euros y por Bruselas, con 77.800 euros.
Según figura en el estudio socioeconómico de Gaindegia, pese a que la formación superior industrial es reseñable, la evolución de los últimos años refleja un incremento de la presencia del sector servicios en el PIB de Euskal Herria y una caída en el industrial. A día de hoy, el primero representa el 65,33% en tanto que el segundo es el 26,12%. La agricultura, por su parte, se mantiene en niveles similares. Los diversos datos ofrecidos por los responsables del observatorio socioeconómico vasco, por lo general, reflejan un buena situación de la economía de Euskal Herria en el conjunto europeo, aunque se encuentra por debajo de los indicadores más altos correspondientes, entre otros, a países como Luxemburgo, Irlanda o Dinamarca.
Debilidades
El análisis también ha encontrado debilidades. En el ámbito demográfico, se confirma el progresivo envejecimiento de la población que, si bien desde el punto de vista de los avances sanitarios resulta positivo, no lo es tanto en el ámbito económico por la disminución de población en edad de trabajar que constituye “un reto”, en palabras de Iztueta. Según distintas instituciones, la solución puede venir por la inmigración y, este sentido, Gaindegia constata un incremento porque la población en Euskal Herria crece pese a que aumenta la tasa de defunciones mientras desciende la de los nacimientos.
Otra de las debilidades de la región se centra en su alta dependencia energética y en su elevado consumo de petróleo, el 43% del total hace dos años lo que significa incrementar tres puntos porcentuales el que se registraba en 2011 en una evolución opuesta a la del conjunto de la Unión Europea, donde este consumo retrocede un 4%. Crece del mismo modo el consumo de renovables, de un 6% a un 8%, mientras que la energía eléctrica representa un 24% y el gas un 22%.