La falta de una metodología figura entre los principales obstáculos que presenta un proceso de relevo generacional en la empresa, según un estudio elaborado por Isea, AlecopGroup y la Universidad de Deusto entre el colectivo empresarial de la CAV. El esfuerzo que exige la actividad principal del negocio impide a sus máximos responsables disponer de tiempo para elaborar un procedimiento que garantice un cambio en la cúpula ordenado, según concluye el análisis.

El relevo generacional es una de las cuestiones que figuran tradicionalmente entre las preocupaciones de los empresarios vascos y se ha agudizado en los últimos años, cuando los propietarios de negocios comienzan a acercarse a la edad de jubilación. De hecho, el estudio de Isea, Alecop y Deusto afirma que ocho de cada diez consultadas señala la jubilación como motivo de iniciar un proceso de relevo generacional en Euskadi.

Aunque solo la mitad de los propietarios en la encuesta considera prioritario el relevo, esta cuestión se repite en las reuniones presenciales

Esta creciente preocupación contrasta con el porcentaje de empresarios que considera prioritario el relevo generacional, dado que tan solo es la mitad. Sin embargo, la coordinadora del estudio, María Ruíz de Isea, asegura que en las jornadas que se han desarrollado en torno a este asunto son mayoría los asistentes que afirman sentir inquietud por el reemplazo de la propiedad.

PLAN DE ACCIÓN

En este colectivo, lo más habitual es encontrar responsables que ya han identificado a las personas que participarán en el relevo, a juzgar por las respuestas ofrecidas en las que este factor alcanza un 65,4% del total. En segundo lugar figura la elaboración de un plan de acción pero a una abultada distancia puesto que lo cita el 31,7% de los entrevistados por Isea, Alecop y la Universidad de Deusto, el mismo porcentaje de los que afirman tener previsto dedicar tiempo para diseñar un proceso eficaz que garantice una sucesión ordenada.

Casi nueve de cada diez negocios no ha dedicado presupuesto a un proceso de relevo generacional

Si bien existe un compromiso de reservar tiempo, la situación cambia radicalmente en el caso de tener que invertir dinero. En un momento en el que las empresas deben afrontar un escenario complejo que ha estrechado mucho sus márgenes de beneficio por no poder trasladar por completo el fuerte encarecimiento de los materiales, el 87,5% admite que no dedica presupuesto alguno a proyectos que faciliten una gestión eficaz de este difícil momento para un negocio.

DIFICULTADES

La principal dificultad que observan los empresarios para realizar una sucesión eficaz tiene que ver con otra de las inquietudes más repetidas por el tejido productivo vasco como es la falta de talento. A los consultados les cuesta encontrar el perfil acorde con las exigencias de un puesto de tan alto nivel, a pesar de que aseguran buscarlo tanto en Euskadi como fuera de sus límites, tal y como admite el 57,3% de quienes han participado en la encuesta.

También se encuentra muy extendido el problema de la cultura organizacional, por lo general renuente a grandes transformaciones y muy centrada en atender los requerimientos del corto plazo.

A más distancia se sitúan otra serie de factores, como la implicación de la dirección o la mencionada carencia de un presupuesto concreto para el relevo generacional. Tres de cada diez admiten que no detectan una capacidad interna que concluya con éxito un proceso de estas características y son menos los que han hallado en un soporte externo la ayuda experta requerida.

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APOYO INSTITUCIONAL

Las instituciones públicas reciben un tirón de orejas desde una parte del empresariado vasco, en concreto del 21% que apunta a la ausencia o falta de adecuación de los programas de ayudas públicas como un factor a mejorar para contribuir a que el relevo generaciones en las compañías se produzca con éxito.