La inflación ya tiene impacto en los salarios de los profesionales vascos. Mientras el año pasado se cerró con un IPC del 5,7%, la contención en los salarios se aprecia en el hecho de que las subidas medias registradas en 2022 oscilaron entre el 3% y el 4%, según la Guía Salarial de Euskadi elaborada por la consultora LKS Next en colaboración con la ingeniería de sistemas i3s.

En la presentación de la Guía hoy en Bilbao, el director del área de Consultoría de Personas de LKS Next, Ander Sansinenea, destacó que se asiste a una contención de los salarios en Euskadi, con subidas medias de entre el 3% y el 4%, por debajo del coste de la vida, que el pasado año fue el más alto de las tres últimas décadas, con un incremento del 5,7%. 

La Guía recoge datos de hasta 86 puestos de trabajo habituales en diferentes organizaciones empresariales vascas, cinco más que el año pasado debido a la inclusión de nuevos perfiles relacionados con el empleo tecnológico. El informe incluye salarios desde el primer escalafón directivo y jefaturas a puestos intermedios, además de otros perfiles técnicos y profesionales operativos cada vez más demandados por las empresas debido a la aceleración en la digitalización.

La Guía Salarial recoge que, por ejemplo, un director general contaría con un sueldo bruto entre los 83.200 euros y los 226.300 euros, en función del tamaño de la empresa. El sueldo medio bruto de una jefatura de ingeniería variaría entre los 52.000 euros y los 64.800 euros. El sueldo medio de un técnico de producto ronda los 43.900 euros, mientras que un investigador principal tendría un sueldo medio bruto anual de 58.400 euros.

Otros de los perfiles estudiados son los de técnico de prevención de Riesgos Laborales, con un salario medio de 32.900 euros, analista de sistemas informáticos (45.200 euros), técnico de mantenimiento (37.600 euros), administrativos (29.100 euros) y recepcionista (24.300 euros).

Además, el estudio de LKS se detiene también en conceptos que están transformando la selección de Recursos Humanos en las empresas, como los algoritmos, así como las reformas en los modelos de gestión de las plantillas, que demandan cada vez más una atención individualizada y cambios que permitan dar pasos en la promoción profesional y la conciliación de la vida laboral y familiar.