Los equipos humanos son un factor clave en el desarrollo de las empresas, pero sus máquinas también son un elemento que deben cuidar para asegurar la competitividad y garantizar su futuro. Al igual que las personas, los equipamientos pueden recibir un tratamiento similar al médico para realizar un seguimiento de su estado de salud a través del análisis de sus fluidos y, en función de los resultados, la elaboración de un diagnóstico.

Bureau Veritas desarrolla esta función desde el laboratorio Lubrication Management OMC, fundado hace 40 años por el centro tecnológico Tekniker de Eibar y adquirido por la multinacional francesa hace cuatro años en los que ha logrado situarlo como uno de los pocos referentes mundiales, al ser capaz no solo de realizar análisis de los fluidos de las máquinas, sino de interpretar los resultados para ofrecer un diagnóstico completo que pocos laboratorios del mundo pueden realizar.

Adolfo Málaga, su director, lo ejemplifica. “Nuestra función es como la de los laboratorios de análisis de fluidos corporales como sangre y orina para comprobar que los niveles son correctos o detectar fallos, pero además actuamos como especialistas a los que nos llegan los resultados y con ellos diagnosticamos la enfermedad”. Otro valor que diferencia a Lubrication Management OCM de sus competidores es su potencial para tratar lubricantes de muy diverso tipo como los aceites industriales, los sintéticos, las grasas lubricantes, los líquidos refrigerantes, el combustible diésel o los aceites dieléctricos.

Málaga incide en que conocer el estado de los lubricantes de una máquina determinada es “de vital importancia” para prevenir posibles fallos y, de este modo, contribuye a reducir los costes de mantenimiento y alargar la vida útil de los equipos. Además del importante conocimiento acumulado por el equipo profesional, este laboratorio está equipado con avanzada tecnología que permite a los clientes acceder a sus datos con facilidad e interrelacionarlos para tomar decisiones sobre su equipamiento.

Los orígenes de Lubrication Management OCM se encuentran en el centro tecnológico Tekniker de Eibar que hace 40 años decidió crear este departamento. El director de mercados, Jon Mabe, explica que esta iniciativa surgió de manera natural, en respuesta a la vocación del centro tecnológico de dar respuesta a las necesidades de las empresas del entorno.

Acelerador

Su utilización tuvo muy buena acogida y fue en aumento, lo que provocó que sus responsables temieran que sus capacidades quedaran muy limitadas. En ese momento, consideraron que “pertenecer a una multinacional iba a ser un acelerador” del laboratorio, recuerda Mabe, quien explica así su adquisición por parte de Bureau Veritas, “que tiene presencia en todo el mundo”.

Esta operación, sin embargo, incluía requisitos. “Para nosotros era importante que el laboratorio se quedara en Eibar y no se fuera a Madrid”, afirma Jon Mabe, quien explica que de este modo se garantizaba “la tranquilidad de los trabajadores, la transferencia de conocimiento a nuestro entorno y adquirir cada vez mayores capacidades tecnológicas”, lo que aportaba Bureau Veritas.

Lo que comenzó con un equipo de dos o tres personas se ha convertido cuatro décadas después en un laboratorio en el que trabajan 35 personas cualificadas que han obtenido certificaciones de carácter internacional. Si en los inicios se realizaban 10 muestras al día, en la actualidad se llega a las 600 diarias y a los 140.000 análisis al año, cuyos resultados se envían de manera informática a los clientes de todo el mundo que le permite una facturación de alrededor de cinco millones de euros anuales.

Adolfo Málaga cita otras importantes diferencias que se han desarrollado en estos años, como una importante ampliación de los tipos de fluidos analizados gracias a la incorporación de otras tecnologías y también de los sectores a los que se dirigen sus servicios.

Lubrication Management OCM comenzó trabajando con la industria de la máquina herramienta, mayoritaria en la comarca de Debabarrena, pero el interés por controlar la “sangre” de sus máquinas se ha extendido a otras actividades que requieren un correcto funcionamiento de sus equipamientos porque un importante desperfecto podría representar pérdidas millonarias.

Entre ellos se encuentra el energético, que ha cobrado protagonismo en los últimos años sobre todo con el auge de las energías eólica y solar, aunque también trabajan con centrales térmicas e hidroeléctricas. Málaga también señala que los propios fabricantes de aceites requieren de sus servicios por no tener un laboratorio propio. Como clientes se encuentran reconocidas compañías como Repsol, CAF, Iberdrola, Acciona, Galp, Komatsu, Volvo, Metro Bilbao o Petronor.

Atten2, complemento del laboratorio

Termómetro. En este ámbito, Tekniker ha creado una nueva empresa que, con el nombre de Atten2, fabrica sensores ópticos online que miden determinados parámetros de los fluidos, sobre todo de los aceites industriales. El director de mercados del centro Tecnológico, Jon Mabe, explica que su actividad no es tan completa como la desarrollada por Lubrication Management OCM, sino que representa más bien “su termómetro”, utilizando los símiles médicos empleados por Adolfo Málaga. Estos sensores comprueban la viscosidad de los aceites, que es la que protege a los diferentes componentes de una máquina de tener un contacto directo entre ellos. Si es demasiado alta, el aceite no puede llegar al punto necesario y no cumple con su función. Por el contrario, si es muy baja, la presión en el contacto hace que el aceite salga de su sitio y tampoco cumple su misión. Jon Mabe afirma que este es un ejemplo de que la actividad de Tekniker en el ámbito de los lubricantes no ha cesado tras la venta del laboratorio a Bureau Veritas.

Internacionalización

Países. Lubrication Management OCM tiene clientes sobre todo en Europa y Sudamérica, aunque también trabajan con empresas de India o Nueva Zelanda.

Aportación. La presencia exterior del laboratorio se ha intensificado tras la adquisición en 2018 de Bureau Veritas, que dispone de cerca de 70.000 trabajadores distribuidos en oficinas por todo el mundo.

En cifras

35 profesionales certificados componen la plantilla de Lubrication Management OCM de Eibar, a los que se les suma un comercial en Madrid.

600 muestras de fluidos industriales es la capacidad actual de análisis de este laboratorio, cuando hace cuatro décadas se realizaban una decena. Los 140.000 análisis anuales que son enviados por vías informáticas a los clientes permiten al laboratorio de Bureau Veritas facturar alrededor de cinco millones anuales.