CCOO denunció ayer el despido de once empleados de Euskaltel en Euskadi, y de otros dos en Asturias, que se habrían producido “sin la más mínima justificación” y con un “desprecio absoluto hacia las personas afectadas y hacia el resto de la plantilla”.

En un comunicado, la central sindical criticó que Euskaltel quiere afrontar su futuro más próximo desde la base de unas “relaciones laborales medievales que justifican el abuso del despido discrecional e injustificado”.

Para el sindicato es “totalmente inadmisible” este tipo de prácticas cuando “los beneficios empresariales de Euskaltel siguen aumentando” y el resultado de MásMóvil, en el primer semestre del año, ha pasado a unos ingresos totales de 1.443 millones de euros, un 37% más que el año anterior.

Advirtió de que “se ha dispuesto de un crédito de 6.500 millones para la integración con Orange de los que, alrededor de 6.000, se utilizarán para dividendos a accionistas y recompensar los bonus de los altos directivos”, y recordó que “MásMóvil adquirió el compromiso con el Gobierno Vasco respecto al mantenimiento del empleo”.

“Tras la compra de Euskaltel hace más de un año por parte de MásMóvil, se han ido sucediendo varias operaciones para ir desmantelando un empresa que se creó en su día con capital público del Gobierno Vasco”, rechazó CCOO.

Asimismo, señaló que la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, apoyó esta compra “argumentando que la empresa no se movería de Euskadi”. “Lo que no se dijo es que esto sería a costa de la destrucción de empleo”, añadió.