La sección sindical de LAB en las plantas de CAF de Beasain e Irun ha exigido un modelo empresarial que permita aumentar la participación de los trabajadores en la compañía, además de garantizar el arraigo territorial que esgrimió el Gobierno Vasco para argumentar su compra de acciones para alcanzar el 3% del capital social. Sobre esta decisión, LAB ha afirmado que “de poco sirve” si no se desarrollan políticas “que obliguen a multinacionales como CAF” a priorizar la generación de empleo y el reparto de la riqueza.

"La mayoría de las acciones ha ido a parar a manos de inversores cuyas intenciones desconocemos"

LAB - Comunicado

En la actualidad, el Gobierno Vasco tiene un 3% del capital social del fabricante ferroviario, mientras que los trabajadores mantienen un 24% y Kutxabank el 14%. La entidad financiera vasca inició hace años una política de desinversión en empresas, resultado de la cual parte de las acciones que compra el Gobierno Vasco lo hace a Kutxabank. Sin embargo, según LAB, “la mayoría ha ido a parar a manos de inversores de los que desconocemos sus intenciones”.

PREOCUPACIÓN

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En este contexto, el sindicato vasco muestra su “preocupación” por mantener el arraigo de la empresa que desarrolla su actividad en un sector como el ferroviario “copado por multinacionales” donde existe un importante riesgo de deslocalización. Añade que CAF ha dado un viraje al comprar plantas en Polonia, Gales o Francia, desviar a México carga de trabajo que en principio estaba programada para Beasain o “seguir fabricando el tranvía del apartheid y la vergüenza en territorio palestino ocupado”.

Si bien no se opone a la operación recientemente formalizada por el Gobierno Vasco, considera que no es suficiente y que resulta indispensable un incremento de la presencia de la plantilla en la toma de decisiones para corregir esta trayectoria que “prioriza tan solo el beneficio y deja a las personas en segundo plano”.