- CAF logró el pasado ejercicio un beneficio de 10 millones de euros, lo que significa reducir en un 60% la cifra obtenida en 2019 que alcanzó los 25 millones. La compañía con sede en Beasain atribuyó esta caída a la ralentización de la actividad agudizada en el primer semestre del año que también influyó en un menor empleo de los servicios de mantenimiento, y en el impacto de las divisas de países de América Latina.

Los resultados presentados ayer por CAF correspondientes al pasado ejercicio recogen la negativa influencia que tuvo la pandemia de coronavirus en la economía mundial y que afectó a la compañía guipuzcoana con fuerte presencia internacional. No obstante, la diversidad de los mercados en los que opera así como su amplia cartera de productos consiguieron frenar la caída, según comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

No todos los conceptos tuvieron tono rojo, puesto que las ventas crecieron seis puntos porcentuales y se situaron en 2.762 millones de euros, gracias al buen comportamiento tanto de la división ferroviaria, que representa un 74% del total de facturación, como la de autobuses, dado que Solaris muestra una gran potencialidad para situarse como referente entre los fabricantes de vehículos respetuosos con el medio ambiente.

En el lado opuesto se encuentra la cartera de pedidos, que disminuye un 6,7% con respecto al año anterior. Si bien es cierto que 2019 batió marcas al situarse en 9.446 millones de euros -con lo que los términos de comparación pueden distorsionar la visión global del negocio-, también hay que tener en cuenta que este concepto marca el desarrollo de la actividad a largo plazo.

En cualquier caso, la disminución de los pedidos se centró en buena medida durante el primer semestre del año, según explica CAF, y es consecuencia de la paralización de la actividad provocada por el covid-19. Así, la compañía guipuzcoana detectó durante la segunda mitad de 2020 una lenta, pero constante, recuperación económica que afectó de manera positiva a su cartera.

La nueva contratación correspondiente al pasado ejercicio se produjo en el ámbito ferroviario y en el mercado de los autobuses. Con respecto al primero, CAF obtuvo adjudicaciones por valor de 1.410 millones de euros entre las que destacó el contrato firmado con Renfe para el suministro de unidades de ancho métrico en Cercanías, así como el encargo logrado en Myanmar. La firma de Beasain no hace referencia alguna al desarrollo de este proyecto, una vez se haya producido una desestabilización política en la antigua Birmania.

Del mismo modo, cita como proyectos destacables la ampliación del suministro de unidades en varios países y la contratación de servicios tanto en Noruega como en el Reino Unido, país este último que ha sido un importante destinatario de unidades ferroviarias de CAF durante ejercicios anteriores, especialmente en 2019.

El negocio de los autobuses, centralizado en la filial polaca Solaris, ha tenido un buen comportamiento al firmar contratos por valor de 713 millones de euros. El grupo guipuzcoano subraya el “liderazgo europeo” de la empresa en la contratación de autobuses eléctricos, resultado de la apuesta europea por la movilidad sostenible. Solaris consiguió proyectos en esta línea en Alemania, Polonia, Rumanía, Suiza o España, entre otros países.

La electricidad no es el único combustible con el que trabaja la filial de CAF, puesto que ha comenzado a apostar por el hidrógeno, producto que presenta buenas perspectivas de futuro. Así, según figura en el informe entregado a la CNMV, Alemania, Holanda, Italia y Suecia han realizado pedidos de autobuses propulsados por hidrógeno. Según las perspectivas del grupo con sede en Beasain, en los próximos diez años el mercado europeo de autobuses urbanos de hidrógeno va a experimentar un crecimiento y “Solaris presenta un posicionamiento sin igual”.

La apuesta por un transporte más sostenible en las ciudades europeas es uno de los motivos en los que se basa CAF para prever una “continuación del ciclo de crecimiento” para el presente ejercicio.

Considera que en este 2021 se generarán nuevas oportunidades, a las que hay que sumar los proyectos que quedaron aparcados el pasado año por el covid y que durante este ejercicio van a recuperarse. Del mismo modo, argumenta sus buenas expectativas en las licitaciones “de gran volumen” que ha conseguido “en diversas geografías”.

Los planes de recuperación nacionales contribuirán a una mejora en el mercado, y en especial el Plan de Reconstrucción Europeo y el European Green Deal, que “sitúan el transporte en un ámbito prioritario y movilizarán un importante volumen de fondos” para este fin.

18%

El grupo CAF disminuyó el pasado año un 18% su Ebitda o beneficio bruto de explotación. Los niveles normalizados se alcanzaron en el segundo semestre de 2020 con 129 millones de euros, frente a los 73 millones del primer semestre. En 2019, esta cifra fue de 128 millones de euros.

Conflicto. CAF se ha visto este año envuelto de manera inconsciente en un conflicto que genera incertidumbre sobre un proyecto con 2.560 millones de presupuesto. El pasado 14 de enero el operador de transportes francés RATP adjudicó el contrato de suministro de 146 trenes para la línea RER B de París a un consorcio formado por CAF y Bombardier en detrimento de Alstom. Posteriormente, Alstom compró Bombardier y a los pocos días anunció su rechazo a proseguir con este importante proyecto porque consideró que el presupuesto era bajo y cuestionó las capacidades técnicas para llevarlo con éxito. CAF anunció su disposición a ejecutarlo en solitario, si fuera necesario. Tras una primera reunión de RATP con Alstom, la firma francesa pidió tiempo para decidir su posición. El próximo 4 de marzo se celebrará un nuevo encuentro en el que se podría zanjar esta polémica.