CAF analiza la posibilidad de comprar una planta que Alstom ha puesto a la venta en Reichshoffen (Alsacia) que se dedica a la fabricación de trenes regionales con una plantilla de alrededor de 800 personas. El fabricante guipuzcoano, cuya filial Solaris suministrará 100 autobuses de gas natural a Estonia, se ha interesado por las condiciones que ha establecido Alstom para esta adquisición, al igual que otras empresas como Skoda, y en función de los requisitos decidirá si presentar una oferta.

La venta de esta planta responde a las condiciones que impuso la Unión Europea a Alstom para adquirir su rival Bombardier en una operación que podría formalizarse el próximo año con un valor aproximado de 5.000 millones de euros. La UE accedió a autorizar esta operación, siempre y cuando la firma francesa procediera a realizar una serie de desinversiones para preservar la competencia en el mercado ferroviario.

La fábrica de Reichshoffenn es la única que venderá en suelo francés y su oferta principal son los trenes regionales comercializados bajo la marca Coradia. Entre las escasas condiciones que se han conocido es que Alstom exige el mantenimiento de la plantilla y que tiene carga de trabajo asegurada, pero por un tiempo limitado.

Razones del interés de CAF

El interés de CAF por esta fábrica francesa responde a su presencia en el mercado francés tanto física, con una planta propia, como contractual, con una fuerte cartera de pedidos que puede incrementarse a medio plazo. El operador público francés SNCF ya confió en la firma de Beasain al adjudicarle un importante contrato en un concurso en el que, curiosamente, se impuso a Alstom.

El encargo consistió en el suministro de 28 trenes de media y larga distancia por un valor de 700 millones de euros. Si bien esta adjudicación generó cierto recelo en Francia, puesto que se impuso la firma vasca frente a la autóctona Alstom, CAF adquirió una serie de compromisos dirigidos a garantizar beneficios para la economía gala, además de la vasca.

Así, acordó que la producción de estas unidades ferroviarias se realizaría tanto en la sede de Beasain como en la planta que CAF tiene en la localidad francesa de Bagnères de Bigorre situada en los Altos Pirineos cuya producción es similar a la de la factoría de Beasain, excepto ejes y ruedas.

Asimismo, CAF se comprometió a invertir 30 millones de euros en la planta francesa para modernizarla con un equipamiento avanzado y que ya ha comenzado a aplicar para fortalecer su posicionamiento en el mercado galo.

La adquisición de la fábrica de Alstom, que en la actualidad se encuentra en fase de estudio sin que se haya tomado la determinación de presentar una oferta concreta, podría consolidar esa posición de la empresa vasca en el mercado galo, donde uno de sus principales proyectos es el otorgado por SNCF, aunque también ha sido adjudicataria de otros proyectos como la rehabilitación de 43 unidades de trenes de cercanías encargada por RATP, la operadora de París e Île de France.