Ley de Propiedad Horizontal: reformas domésticas sin necesidad de pedir permiso
Conocer bien las obras que puedes realizar libremente y las que necesitan autorización te evitará trámites innecesarios, multas e incluso problemas con los vecinos
Cuando nos planteamos hacer alguna reforma en casa, además de pensar en todo lo que se nos viene encima, nos asalta una duda y es si tenemos que pedir algún permiso o licencia para poder ejecutarla.
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Lo cierto es que hay muchos casos en los que los propietarios pueden hacer obras en su vivienda sin necesidad de pedir permiso a la comunidad de vecinos ni al ayuntamiento. Este hecho no exime de la obligación de respetar todos los límites legales, por lo que conocer la normativa puede ahorrarte tiempo, dinero y algún quebradero de cabeza.
Sin permiso
La Ley de Propiedad Horizontal (LPH), que regula la convivencia y las obligaciones dentro de las comunidades de propietarios en España, establece que cualquier propietario tiene derecho a modificar su vivienda siempre que las obras no afecten a elementos comunes del edificio, no comprometan su seguridad y no perjudiquen a otros vecinos.
Dicho esto, es perfectamente legal pintar, cambiar los suelos, reformar un baño o renovar la cocina sin solicitar ningún tipo de autorización, siempre que no se toquen instalaciones generales,muros de carga o fachadas.
Dentro del propio hogar, muchas de las actuaciones que consideramos reformas menores pueden llevarse a cabo sin necesidad de licencia. Cambiar los azulejos, renovar el parqué, instalar nuevos muebles de cocina o sustituir las puertas interiores son algunas de las reformas que puedes hacer sin tener que realizar trámites previos.
El mismo criterio se aplica a mejoras estéticas o funcionales en terrazas y patios interiores de uso privativo. Si decides colocar césped artificial, instalar una pérgola desmontable o añadir elementos decorativos, no es necesario pedir permiso.
¿Estás obligado a permitir el acceso a tu casa por obras de la comunidad de vecinos?
Por una buena convivencia
Aunque la ley no obligue a comunicar las obras menores a los vecinos, siempre es recomendable avisar de ello al presidente de la comunidad o al administrador del edificio. Informar sobre la duración y el tipo de reforma ayuda a evitar conflictos, especialmente si las obras generan ruido o suciedad e implican el uso de zonas comunes para transportar materiales.
Además, la normativa de convivencia de muchas comunidades impone horarios específicos para trabajos ruidosos, que conviene respetar para mantener una buena relación vecinal.
Comunicación al ayuntamiento
Por otro lado, hay obras que, aunque se hagan dentro de la vivienda, sí pueden requerir una comunicación previa al ayuntamiento. Es el caso de cambiar ventanas que alteren la estética exterior del edificio, instalar toldos o pérgolas fijas, modificar parcialmente instalaciones eléctricas, de fontanería o de climatización que afecten a tramos importantes, sustituir el pavimento en terrazas, patios o zonas que puedan afectar al sistema de impermeabilización o realizar reformas que supongan sacar escombros o materiales voluminosos a la vía pública.
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Permiso obligatorio
Cuando las obras afectan a la fachada, a la estructura del edificio o a cualquier elemento común, así como a instalaciones, tejados, bajantes o zonas compartidas, será obligatorio tramitar una autorización específica y consultar a la comunidad de propietarios.
Hacer obras sin los permisos necesarios, cuando estos son obligatorios, puede conllevar sanciones importantes. Las multas por infracción urbanística varían según el municipio y la gravedad de la reforma, y en algunos casos podrías verte obligado a detener la obra o incluso a restaurar el estado original de la vivienda. Si la normativa lo permite, en el mejor de los casos podrás solicitar la licencia a posteriori.
Aunque ya hemos visto que la mayoría de las reformas interiores que no afectan a la estructura ni a los elementos comunes del edificio se pueden realizar sin pedir permiso a la comunidad ni al ayuntamiento, siempre es recomendable informarse bien y, en caso de duda, consultarlo con el consistorio correspondiente.
Cada municipio puede tener su propia normativa y los estatutos de la comunidad también pueden contener reglas específicas. Conocerlas es esencial para reformar tu casa sin complicaciones y con la tranquilidad de que estás respetando la ley.
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