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Donostia avanza con el Plan de Arbolado, que plantea “estrategias” para mejorar el patrimonio arbóreo

l El Ayuntamiento se esfuerza por “plantar más árboles de los que se talan”

Donostia avanza con el Plan de Arbolado, que plantea “estrategias” para mejorar el patrimonio arbóreoIker Azurmendi

Una ciudad respira a través de sus zonas verdes y en estas, pero también en calles, plazas y avenidas, los árboles reinan y hay que cuidarlos, una tarea que requiere de una planificación correcta y, en ocasiones, obliga a actuar con urgencia como recientemente, cuando una borrasca afectó gravemente a los tamarices de La Concha y otros ejemplares. El edil de Mantenimiento Urbano, Carlos García, explicaba que fueron 168 los árboles que tuvieron que talarse al sufrir daños como consecuencia del paso por la ciudad de la borrasca Benjamín. De estos, 53 fueron tamarindos.

Al desarrollo de diversas tareas, a la recogida de ramas y a las reposiciones de los ejemplares se destinaron casi 100.000 euros, de estos, 10.000 euros se reservaron a los tamarindos.

Priorizar acciones

Los árboles son un elemento vivo y los recursos del Consistorio limitados, por lo que, explica Juan Mari Odriozola, técnico del área de Parques y Jardines, se da prioridad a “las actuaciones de control de riesgo y afecciones a los ciudadanos”, y las sugerencias y demandas “no se pueden atender siempre como nos gustaría, en tiempo y forma”.

Donostia, añade Odriozola, “tiene la población de arbolado más biodiversa de España y, posiblemente, de muchos otros países de Europa”. Gran cantidad de árboles a cuidar de distintas forma, controlando la vegetación de los alcorques, revisando el arbolado en situación de riesgo, controlando plagas como la procesionaria; y vigilando que el arbolado en parques y bosques urbanos se halla en condiciones idóneas.

Entre las actuaciones que se deben llevar a cabo se hallan las podas, que se efectúan de dos maneras. Por un lado estarían las programadas, que se realizan con un periodicidad anual o bianual, y por otro lado se hallarían las podas de ajuste en aquellos ejemplares que, “por motivos diversos hay que corregir”, causas como que la plantación esté mal diseñada o se hayan utilizado especies inadecuadas para el espacio disponible.

Control de riesgos

En los bosques urbanos “principalmente se controla el riesgo en caminos y zonas de estancia o recreativas”, aunque se trata en la medida de lo posible de dejar el árbol en un “formato natural”, “ajustando la vegetación en el caso de que existan conflictos o especies menos adaptadas”.

Además de “apear” (talar) los ejemplares que se han secado por causas diversas, El Ayuntamiento tiene que efectuar talas que, informa Odriozola, llegan acompañadas de plantaciones. “Se planta como compensación a las talas muchísima más cantidad de arbolado del que se retira”, subrayó también el edil de Mantenimiento Urbano, Carlos García.

¿Por qué se talan? Los motivos son varios: que el ejemplar esté dañado, viejo o enfermo. Incluso en estos casos el árbol “no supone un riesgo mientras que no haya una diana a la que puedan afectar”.

Puntos peligrosos

¿En qué puntos de la ciudad se sitúan en la actualidad los árboles más dañados? Los puntos ubicados en trama urbana que más riesgos presentan son la Avenida de Tolosa, el Paseo de Bizkaia y Árbol de Gernika.

Tilo derribado por una tormenta en la Avenida de Tolosa

Aunque desde Mantenimiento Urbano se está trabajando en la elaboración de un proyecto para controlar los riesgos en estos puntos, la tarea es compleja y debe hacerse de forma coordinada con otros servicios municipales, desde Saneamiento a Movilidad, pasando por Dbus o empresas como Iberdrola.

Para conocer la situación de los ejemplares, desde el Ayuntamiento se llevan a cabo inspecciones visuales e instrumentales. Se revisan de forma periódica centros escolares, zonas de juegos infantiles, parques y otros lugares frecuentados, prestando especial atención a aquellos árboles “que muestren signos de algún proceso que pudiera comprometer la seguridad”.

La poda, intervención más repetida

¿Cuáles son las tareas más repetidas por los servicios municipales? Para poder mantener en condiciones el patrimonio arbóreo, las talas son necesarias sobre todo en la trama urbana, donde un árbol en mal estado puede resultar peligroso. En consecuencia, tampoco es una tarea infrecuente la de la reposición.

Pero, por lógica, el trabajo más repetido es el de la poda. 

Una jefa de servicio, un técnico de arbolado, tres inspectores y las quince personas que trabajan en la contrata de mantenimiento conforman el equipo que cuida de los árboles en Donostia, una ciudad en la que su número sigue creciendo. 

Para que este crecimiento sea asimismo cualitativo, subraya Odriozola, es necesario realizar un importante esfuerzo económico que permite, por ejemplo, “mejorar la calidad de la planta que se adquiere o avanzar en “nuevos diseños que no produzcan afecciones a la ciudadanía”.  

Todas estas cuestiones, recuerda el técnico, se contemplan en el Plan Director de Arbolado, que “analiza la situación actual y propone estrategias para la mejora del patrimonio arbóreo de la ciudad".