El alcalde Eneko Goia propondrá la suspensión de la operación del cerro de San Bartolomé
La saturación de obras en la zona y la colisión del parking con los planes de reducción del tráfico rodado en el Centro, principales razones
El alcalde de Donostia, Eneko Goia, va a proponer a la sociedad San Bartolomé Muinoa SL la suspensión de la operación comercial del cerro, donde se proyecta la construcción de un aparcamiento subterráneo y un centro comercial.
Goia ha convocado esta mañana a los medios de comunicación para anunciar una decisión que es fruto de un largo tiempo de reflexión y consultas con diversos agentes de la ciudad.
El freno a la operación, lógicamente, tendrá consecuencias ya que en el seno de la sociedad público privada que promueve el proyecto están representados tanto el Ayuntamiento, 37%, como la Policía Nacional (titular de los terrenos sobre los que se levantaba el cuartel) y distintas constructoras. En principio se propondrá en el consejo de administración de la sociedad resolver el contrato por la vía de un acuerdo bilateral que ofrezca algún tipo de satisfacción económica o de otro tipo a la parte compradora. Pero lo que vaya a ocurrir no se puede avanzar, podría incluso llegarse a disolución de los compromisos en los tribunales.
Goia ha apuntado que la sociedad es consciente de que el proyecto de centro comercial y aparcamiento no es adecuado en 2025, como si se estimó que era en 2014, en un escenario muy diferente.
Además, ha abundado, el contrato de compra-venta con la sociedad compradora estaba teniendo "dificultades para llegar a buen término" en las condiciones estipuladas algo que, ha asegurado el primer edil, "también lo ven" el resto de integrantes de la sociedad. "Desde el punto de vista de ciudad es bueno que esta operación no salga adelante", ha declarado.
"Yo escucho, sé escuchar y creo que actuamos con responsabilidad", ha manifestado el alcalde de Donostia.
Tras la resolución del contrato, ha añadido, "habrá que ver qué se hace en ese lugar" y "trabajar" en las distintas posibilidades que se abren.
"El problema económico está ahí, porque se le vuela un activo de 12 millones de euros", estimación que se realizó del valor de la parcela en su momento. "Ese problema también requerirá una respuesta", ha insistido.
Frenar la operación, ha insistido Goia, supone dar inicio a un camino "que tendrá consecuencias" y en el que "habrá que tomar muchas decisiones", de las que nada quiso avanzar en este punto.
Serias dudas desde el principio
Esta operación urbanístico-comercial, que se articuló cuando EH Bildu tenía la alcaldía hace más de diez años, ha generado serias dudas por la dimensión de la obra que hay que realizar, su impacto en el patrimonio urbano y la creación de un nuevo aparcamiento en el centro de la ciudad.
El alcalde ha reconocido que los vecinos del cerro San Bartolomé y su entorno han sufrido suficiente con las obras de la pasante del Topo, que todavía continuarán hasta final de año. El proyecto de San Bartolomé es una obra de importantes dimensiones, que se podría prolongar más allá de dos años. Además, la creación de un gran parking colisiona con los planes municipales de limitar la entrada de vehículos particulares al centro de la ciudad y tampoco la construcción de un centro comercial conllevaría beneficios a una ciudad en el que el comercio de proximidad veía con gran recelo este proyecto.
Un poco de historia
El alcalde de Donostia ha querido hacer un poco de historia para contextualizar la decisión tomada y la evolución de la operación que "siempre ha tenido dificultades". Pese que éstas comenzaron antes, Goia ha retrocedido hasta 2008, cuando nace la sociedad San Bartolome Muinoa, tras distintas sentencias en tribunales que afectaban a este ámbito.
El proyecto contemplaba, entre otras intervenciones, la demolición de 174 viviendas con los consiguientes realojos, derribar el cuartel de la Policía Nacional y construir un nuevo centro escolar para la Compañía de María. Todo ello suponía unas cargas considerables.
Había que lograr cuadrar los números para lo que las viviendas programadas debían venderse a 9.000 euros el metro cuadrado. La irrupción de la crisis y la recesión puso patas arriba estos cálculos: costaba vender las viviendas y había que hacerlo por un precio mucho menor al calculado inicialmente, 5.000 euros por metro cuadrado.
Para evitar el descalabro de la sociedad el Gobierno Municipal de EH Bildu se vio obligado a tomar una serie de decisiones. Goia ha recordado que en 2014, siendo él portavoz del PNV en el Ayuntamiento, el entonces alcalde, Juan Karlos Izagirre, convocó a los representantes de los distintos grupos municipales para explicarles la situación y plantear una salida que pivotaba en torno a tres ejes: la construcción de un hotel en la cima del cerro, la incorporación de un bloque de viviendas en la esquina de las calles Lizarra y Easo y la promoción de un centro comercial y un aparcamiento.
"Viendo la situación, todos apoyamos la salida por unanimidad en el Pleno y el cambio el Plan General para poder integrar esta operación. Actuamos con responsabilidad", ha explicado Goia.
"A nosotros nos ha tocado acabarla", ha destacado el alcalde, que ha comparecido acompañado por el portavoz del PNV, Jon Insausti, y la portavoz del PSE, Ane Oyarbide. "De esos tres elementos dos ya están acabados: el hotel y el edificio de viviendas, quedaba el tercero, que es el que ha generado mayor oposición y soy consciente". ha abundado.
Una realidad que ha cambiado
Once años después de que se adoptara esa decisión de urgencia, la situación en la ciudad es muy otra y la percepción en torno al proyecto también ha cambiado. "Se iba a a desarrollar en una zona que ha sufrido muchas afecciones por las obras el Topo y seguir adelante supondría prolongar por años estas afecciones", ha incidido Goia.
Por eso. pese a saber que la resolución del contrato "tendrá consecuencias", el Gobierno local cree que "es la mejor solución", una solución que espera que pueda alcanzarse "cuanto antes", cerrando un acuerdo entre las dos partes implicadas: San Bartolomé Muinoa y la sociedad compradora, Midfield.
Recurso de Dendartean
El proyecto contemplaba la construcción bajo la ladera del cerro de San Bartolomé, en la confluencia de la calle Easo y la cuesta de Aldapeta, de un centro comercial de 8.000 metros cuadrados y de un aparcamiento subterráneo de cuatro plantas. Para hacerlo hay que hacer un vaciado de la ladera que se encuentra delante del antiguo convento de San Bartolomé, hoy ocupado por el hotel Catalonia, que equivale a nueve plantas de altura.
Contra este proyecto, la asociación de comerciantes de Gipuzkoa Dendartean y otras entidades presentaron un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en abril de 2023. Se está a la espera de su resolución.
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