¿Cómo será la Donostia del futuro? Es difícil saberlo. Como cualquier otra ciudad, Donostia se enfrenta a distintos retos, siendo el de la vivienda uno de los principales. Pero apostar por una movilidad sostenible, adoptar medidas que hagan frente al cambio climático o trabajar para que sea una ciudad competitiva a distintos niveles son, asimismo, cuestiones fundamentales a considerar para que San Sebastián siga avanzando.

Sobre el pasado, presente y futuro de la ciudad y sobre sus problemas debatieron el jueves, por invitación del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVN) los representes de los distintos grupos municipales: la concejala de Urbanismo Nekane Arzallus (PNV), el concejal de Proyectos Urbanos, Juantxo Marrero (PSE), el portavoz de EH Bildu, Juan Karlos Izagirre, el portavoz del PP, Borja Corominas y el portavoz de Elkarrekin Donostia, Victor Lasa.

Aunque el moderador, Ander Gortazar, advirtió que el del jueves no era un Pleno, el cambio de impresiones recordó a los debates plenarios, con defensa de las posturas propias y críticas a las ajenas.

La vivienda, el gran problema

Lo que sí quedó más que claro es que la vivienda, más bien la escasez de la misma y su precio, es un tema que preocupa a todas las formaciones. Cada cual defiende su receta para mejorar una situación que, también coinciden, no es fácil de solucionar.

Arzallus aseguró que en esta materia “Donostia se está moviendo”, impulsando distintas promociones, desde Illarra a Antondegi, pasando por la muy esperada de Cuarteles de Loiola, una actuación que debe de complementarse con aprovechar la vivienda existente. “Más o menos se han generado 1.000 viviendas gracias a la segregación (división) de pisos”, aseguró.

Porque, recordó Arzallus, a la hora de buscar soluciones al problema de la vivienda no se puede tomar solo en cuenta a las personas demandantes de VPO, sino también a quienes “no entran en los baremos” y tienen que acudir al mercado libre.

La iniciativa del Gobierno local en esta materia no es suficiente para EH Bildu, formación a la que también le preocupa “el desequilibrio” entre barrios surgido tras décadas de “construir de forma caótica en la periferia”. Las medidas correctoras, defendió Izagirre, deben girar en torno a tres ejes: el Urumea, la costa y la Variante, una “oportunidad de generar espacios” y conexiones, además de por lograr “el máximo” de VPO posible. 

Juantxo Marrero puso sobre la mesa Auditz Akular, un proyecto sobre el que se debería trabajar por el importante número de viviendas que podría albergar, aunque siempre tomando en cuenta mejoras en accesibilidad e incorporando “equipamientos que den servicio al barrio de Altza” ya consolidado.

Borja Corominas puso el foco en “dos problemas”: la “imposibilidad de sacar adelante proyectos urbanísticos, porque “siempre hay alguna asociación en contra”, y los problemas que genera “la burocracia, que hace que haya proyectos parados porque el Ayuntamiento no hace lo que tiene que hacer”.

Victor Lasa, Elkarrekin, lamentó que se tomen “decisiones de espaldas a la ciudadanía” y por “criterios mercantilistas”, sin tomar en cuenta los beneficios, también económicos, que a futuro conlleva a la ciudad adoptar medias como, por ejemplo, apostar por los porcentajes máximos de VPO en las promociones de vivienda y por activar la vivienda vacía.

El turismo, invitado fijo en los debates

Entre los temas que se trataron en el debate no podía faltar el turismo. Acuerdo también en la necesidad de regulación, pero con muchos matices. Nekane Arzallus lo tiene claro: “la prioridad son los donostiarras, pero con el turismo no todo es malo ni todo es bueno” . “El Gobierno ha tomado y toma medidas de control ante un fenómeno que es global”, insistió.

Las medidas, en opinión de EH Bildu y Elkarrekin, no resultan suficientes y, por contra, el peso de esta actividad en la economía donostiarra en su opinión resulta excesivo.

La ZBE, ¿justa, excesiva o escasa?

La movilidad fue otro de los ejes de debate, con la ZBE (Zona de Bajas Emisiones) como uno de los temas tratados. Lo que para el Gobierno es una medida apropiada en aras, entre otros objetivos, a avanzar hacia una ciudad más sostenible, para EH Bildu y Elkarrekin es “poco valiente” y “excesiva e innecesaria” para el PP ya que, según Corominas, los datos de contaminación de la ciudad no justifican su adopción.

¿Y la revisión del Plan General? Pues también apareció en el debate. Nekane Arzallus hizo referencia a este proceso asegurando que debe responder también a estos tres retos: recoger el impacto de género, el euskera y el cambio climático.

Juantxo Marrero aprovechó su intervención para destacar la importancia de trabajar en la integración de “los polígonos” en la ciudad, darles nueva vida.

La playa de vías de Easo, la protección del patrimonio y la operación de San Bartolomé, fueron también protagonistas de un debate que se desarrolló ante un público conformado por estudiantes de arquitectura, profesionales del sector, y ciudadanos y ciudadanas interesados por conocer los puntos de vista de los partidos políticos, entre los que se hallaban Odón Elorza y Jorge Letamendia, ex alcalde y ex concejal de Urbanismo del Ayuntamiento donostiarra. Este último protagonizó una las intervenciones más largas del turno de preguntas.

El debate se cerró con el sonido de una sirena que avisaba de su conclusión y fue, sin querer serlo, un encuentro con gran parecido a una sesión plenaria.