Aunque al proceso le queda mucho por delante, el Ayuntamiento ya ha iniciado el camino para proceder a la modificación del Plan General vigente en la ciudad, un procedimiento que no llegará a su fin hasta bien avanzada la próxima legislatura. Sobre el Plan General y otras cuestiones habla NOTICIAS DE GIPUZKOA con la concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus

¿Cuáles son los principales objetivos que se pretenden alcanzar con esta modificación del Plan General? ¿Qué tipo de ciudad se busca? 

Una ciudad que sea para los donostiarras, que sea una ciudad asequible, comprometida con el medio ambiente, que busque dar solución, en la medida en la que podamos, al problema tan grave que tenemos de vivienda, y que sea habitable y buena sobre todo para los donostiarras. 

Muchos frentes. 

Para eso también estamos estudiando el tema de los usos hoteleros, sin dejar de mirar lo que el sector supone para el PIBde la ciudad. Tenemos claro también que no hay que artificializar más suelos y, lógicamente, tenemos que poner en valor todos los enclaves que nos quedan para desarrollar viviendas, que son necesarias. 

¿En qué punto se halla este proceso de revisión?

Ahora estamos en la fase de diagnóstico que está elaborando el equipo redactor del Plan General para que, a ser posible y así nos gustaría, poder presentar el avance para el mes de abril.

¿Con qué horizonte temporal se trabaja para la entrada en vigor del documento?

El periodo de pandemia ha retrasado bastante el inicio de la revisión del Plan General. Pero viendo que teníamos elecciones en mayo no podíamos hipotecar a la legislatura siguiente y nos parecía adecuado hacer la presentación del avance antes de que acabe esta para que luego se empiece con la aprobación inicial con la siguiente corporación. 

¿De qué forma se pretende encarar el tema de las viviendas turísticas y la proliferación de hoteles?

Lo que hemos hecho ahora es un encargo para realizar una modificación del Plan General en esa cuestión, que está a punto de adjudicarse. El equipo tendrá que hacer un estudio de cómo está la ciudad y presentar un planteamiento de hacia dónde queremos ir. Hay que analizar si hay zonas saturadas o no, acotar los ámbitos en los que se podrán abrir más establecimientos hoteleros... Estamos en esa fase, porque esa modificación del planeamiento que hemos encargado será la que determine las necesidades y las medidas a tomar.

¿Es un proceso aparte?

Lo hemos hecho fuera de lo que es la revisión. No podíamos esperar a a la aprobación definitiva, que puede tardar tres o cuatro años, y la hemos sacado de la revisión. Haremos una modificación puntual para ver qué medidas hay que tomar, que también determinará el modelo de ciudad por el que queremos trabajar.

¿Alguna medida que se tenga clara?

Ya hemos adelantado medidas. Estamos regulando el tema de las viviendas turísticas y, además, en las normas urbanísticas del Plan General también hemos puesto limitaciones. Por ejemplo, que en edificios residenciales no se puedan hacer hoteles. Ya hemos comenzado a avanzar, pero entendíamos que había que hacer un estudio más profundo de la ciudad para saber en qué situación estamos y hasta dónde podemos y queremos llegar. No podíamos esperar, era el momento de comenzar a tomar más medidas, pero para eso hay que saber cuál es la situación en la que estamos.

Uno de los temas que más preocupa a la ciudadanía, sobre todo a la más joven, es el de la vivienda. ¿Cómo afronta el Ayuntamiento el futuro más inmediato en esta materia?

Hay que hablar de una suma de medidas. Por ejemplo, como la limitación del precio de alquiler no la podemos regular desde el Ayuntamiento, si no que tiene que ser una decisión del Gobierno central, estamos desarrollando ámbitos para sacar viviendas, sobre todo de VPO. Ahí está El Infierno, que lleva 30 años esperando, y su desarrollo está a punto de iniciarse. Se ha aprobado también el ámbito de Illarra, en el solar que ocupaba El Diario Vasco van asimismo viviendas de VPO. No se nos olvide que cuando la cárcel se traslade a Eskuzaitzeta podremos asumir el inicio de Txomin II. Una operación que creo que es histórica es la de la compra de los suelos de los cuarteles de Loiola, donde van más de 1.700 viviendas de las que como mínimo, porque creo que al final serán más, el 40% serán de VPO. Es importante destacar que hay ámbitos en los vamos superando ese 40% , llegando al 50%. Subrayar que todas estas viviendas serán de alquiler.

Siendo Donostia una de las ciudades a nivel estatal con el metro cuadrado de vivienda más caro, ¿se contemplan medidas en esta revisión para incidir en este aspecto?

El Ayuntamiento en lo que puede sí procede. En este momento estamos actuando sobre la vivienda vacía, estableciendo un recargo en el IBI; estamos cuantificando el número de viviendas vacías para poder establecer un nuevo canon... Además, somos la ciudad a nivel de Euskadi con más VPO en proporción al número de habitantes. Es verdad que el precio medio de la vivienda es muy alto, y eso duele. No es una cuestión de ahora ni de hace diez años. Si echamos la mirada atrás, vemos que siempre ha sido una ciudad con un precio de vivienda caro, lo cual no nos enorgullece. Vamos a trabajar para intentar que ese precio disminuya y sea más asequible para los donostiarras.

¿En qué situación se halla la operación de cuarteles de Loiola?

Estamos esperando que se desafecte el terreno para poder firmar el acuerdo, algo que espero que pueda hacerse en febrero. Es un ámbito importante también como nexo de unión, porque finalizado Riberas de Loiola y a punto de iniciarse la urbanización de Ciudad Jardín y el desarrollo de las nuevas viviendas, era muy importante disponer de esos terrenos para seguir desarrollando toda la vega del Urumea con conexión con Txomin, Txomin II, vendrá también Antzita... Era la pieza del puzle que faltaba. Es una operación de vivienda importante.

Se hace referencia a un modelo de ciudad no expansivo. ¿Cómo se puede incrementar el parque de vivienda con este criterio?

Aunque estemos revisando el Plan General nunca vamos a ir más allá del ámbito que contemplaba el Plan General anterior. No vamos a artificializar más suelo del que estaba previsto en ese Plan General. No se va a ir a desarrollos más allá de lo establecido en el planeamiento de 2010. Se van impulsar las cuestiones importantes que quedaron pendientes, como los cuarteles de Loiola, la playa de vías de Easo, Mundaiz etc. Se actuará sobre los suelos ya artificializados.

¿La no artificialización de más suelo no limita la capacidad de generación de vivienda?  

Hay que pensar en qué tope tiene la ciudad a la hora de construir vivienda. Entendemos que Donostia puede ser atractiva para gente del territorio y de fuera, pero lo que hay que hacer es vivienda asequible para los donostiarras. Con los ámbitos ya establecidos creo que es suficiente. Considero que hay que economizar las ya construidas y hacerlas atractivas.

¿Cuáles van a ser las intervenciones de regeneración de los barrios más destacables?

Cabe destacar, por ejemplo, la zona de Aldakonea, que necesita una regeneración, ya que hay viviendas sin accesibilidad. También está la regeneración de Mundaiz, una zona degradada que se incluye en la revisión; o la playa de vías de Easo, que también está en trama urbana.

Una lista larga.

También se harán desde Etxegin-tza actuaciones de rehabilitación de viviendas en el tema energético en barrios como Intxaurrondo, Altza o Egia. Hay que regenerar lo construido. Hay una gran demanda de segregación de viviendas. Sobre todo en el Centro y Gros hay viviendas muy grandes, de más de 120-140 metros cuadrados, que se están segregando. Y eso supone también una regeneración de la trama urbana consolidada y un aumento del número de viviendas.

¿De qué manera se van a tomar en cuenta las aportaciones ciudadanas en este proceso de revisión?

En el avance ya estamos desarrollando canales de participación ciudadana y se hará en todo el proceso, en cada etapa. Es muy importante saber en cada momento lo que piensan los donostiarras. En la fase de avance y aprobación será cuando se verá más claro.

La costa de Donostia, como otras, se verá afectada por las consecuencias del cambio climático. ¿Es algo que se toma en cuenta?

Claro. Se están tomando en cuenta todas las directrices que se establecen tanto a nivel europeo como estatal y del GobiernoVasco. De todas formas, pocas actuaciones vamos a tener en la línea de costa, aunque no hay que olvidar el río y los desarrollos en la vega del Urumea. Por ejemplo, una de las afecciones en la operación de los cuarteles es que la cota de construcción se tendrá que subir más de dos metros. Son cuestiones que se toman en cuenta muy seriamente.

¿El renovado Plan General mira a Donostialdea, a las relaciones de Donostia con los municipios de su entorno?

Cada vez tiene más importancia la zona metropolitana. En la elaboración del plan tenemos que estar en contacto con los municipios del entorno: Usurbil, Pasaia, Astigarraga... Pero es una relación en ambas direcciones, como ha ocurrido, por ejemplo, en la revisión del Plan General de Usurbil. Todos tenemos que tener en consideración lo que hacemos unos y otros, porque es muy importante también a nivel de vivienda, con los trasvases de flujos que hay. También a nivel de equipamientos. La relación tiene que existir.

Recientemente Eneko Goia hacía referencia al objetivo de colocar a Donostia en un lugar destacado como ciudad de la ciencia. ¿Qué se prevé en este sentido en la revisión del Plan General?

Ya hemos empezado a trabajar en esta línea. En esta legislatura se hicieron cambios en distintos planes especiales, como el de Miramon, para tratar de agilizar la implantación de empresas importantes en el ámbito de la biotecnología. Ahora estudiamos la ampliación de ese parque, que se ha quedado corto. Pero vamos más allá, y eso conlleva la exigencia de más vivienda, de alojamiento, ya que mucha gente viene de fuera a trabajar a estas empresas y hay que dar respuesta a estas necesidades a través de más Talent House, habrá que pensar en coliving y otras soluciones. Tampoco hay que olvidar lo que la implantación de estas empresas conlleva a nivel de formación. Esas empresas necesitan de gente formada y estamos hablando con el Gobierno Vasco para abrir posibilidades en esta línea. A esas empresas hay que dotarles de infraestructuras y servicios para que se establezcan en Donostia.

¿En qué medida en este proceso se toma en cuenta que cada día es mayor el peso de las personas mayores en la realidad de la ciudad?

El proceso de envejecimiento en Gipuzkoa en muy fuerte. Por ejemplo, el tema de segregación de división de viviendas también se impulsa como forma de ayudar a esas personas mayores, muchas de ellas mujeres, que viven en pisos grandes. Incluso sin certificado de eficiencia energética. La posibilidad de dividir la vivienda puede derivar en la obtención de unos ingresos que les ayuden a seguir viviendo en buenas condiciones e, incluso, a adaptar sus pisos a sus necesidades. Desde Etxegintza tenemos la idea de impulsar una oficina que informe a esta gente de lo que puede hacer con sus viviendas y de las ayudas existentes. A las personas mayores que viven en pisos no accesibles también les planteamos la opción de pasarse a los apartamentos dotacionales de los que disponemos. A cambio, nos dejan sus viviendas para que las alquilemos a jóvenes. Es una interrelación. Además segregar viviendas tan grandes, en las que en muchas ocasiones vive una sola persona, en el patrimonio ya construido, favorece que se tenga que construir menos en otros ámbitos. Así también se logra que personas que están solas puedan encontrar un canal de ayuda para poder gestionar mejor sus viviendas, para hacerlas más sostenibles y contar con un patrimonio para hacer las obras que necesitan.

¿Cómo se avanza en la permuta de suelos para la vivienda prevista en Antondegi?

Lo que hemos afrontado en esta legislatura, por mucho que se diga, son las mayores operaciones de desclasificación de suelo de la ciudad: Basozabal y Antondegi. En Antondegi había cien hectáreas de suelo para 3.000 viviendas y se desclasifica todo menos seis hectáreas, que tenemos previsto que se reserven a actividades deportivas. Además, conlleva una ampliación del polígono 27 en la zona baja, también necesaria para la ciudad. Porque pese a Eskuzaitzeta, que se está acolmatando pese a ser el polígono más grande de Gipuzkoa con un millón de metros cuadrados, necesitamos suelo industrial incluso para realojar empresas que sacamos de terrenos que requerimos para vivienda. Nadie puede decir que este Ayuntamiento no ha hecho nada por proteger el medio ambiente y el suelo rural.