La Zona de Bajas Emisiones (BZE) de Donostia quedará totalmente instaurada este viernes, por lo que el Ayuntamiento comenzará a imponer las sanciones de 200 euros a todos los conductores que acceden al centro de la capital guipuzcoana sin la etiqueta necesaria. Según las estimaciones del Consistorio, se espera que en esta primera fase, que se prolongará hasta 2028, se reduzca el número de vehículos en un 10% y las emisiones de gases bajen entre un 20 y un 30%.
Así lo han dado a conocer este jueves el concejal de Medio Ambiente, Iñigo García, y la concejala de Movilidad, Olatz Yarza, en el puente de la Zurriola, una de las entradas a la ZBE que finaliza su periodo de adaptación. "Desde este viernes quedará totalmente instaurada la Zona de Bajas Emisiones. Una fase que durará hasta 2028 y en la que solo podrán entrar los vehículos con etiqueta medioambiental (B, C, ZERO o ECO)", ha recordado García.
Según las estimaciones del Ayuntamiento, se espera que en esta primera fase se reduzca la presencia de coches en la ciudad en un 10%, además de rebajar los gases entre un 20 y un 30%, unas cifras que serán todavía mayores a partir de 2028, cuando se prohíba el paso a los vehículos con etiqueta B. "La Zona de Bajas Emisiones no quiere restringir. Es una oportunidad para que ganemos espacio al peatón y al ciclista y la opción de desarrollar un transporte urbano más sostenible. Se trata de hacer una ciudad mucho más tranquila y limpia", ha apuntado el concejal de Medio Ambiente.
Yarza, por su parte, ha asegurado que "la ciudad está preparada" para el cambio. "No somos los primeros que creamos una Zona de Bajas Emisiones y creo que la percepción es buena. Hay muchas maneras de llegar al centro y no hay por qué hacerlo en coche", ha destacado, recordando que "Donostia es una ciudad pequeña, muy cómoda para hacerla andando, en bicicleta o en transporte público". "No es cuestión de restringir la entrada al centro, sino que podamos avanzar en una Donostia con una calidad del aire mucho mejor", ha insistido.
Recursos presentados
La concejala de Movilidad también ha hecho mención a los recursos presentados por el Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN) y Liberum ante el TSJPV. "Me sorprende el perfil de las dos entidades que hacen la denuncia. Como hemos dicho hasta, no es la ordenanza lo que tienen que denunciar, sino la propia ley. Nosotros estamos siguiendo la legislación y estamos obligados a tener una Zona de Bajas Emisiones, que es lo que hemos hecho", ha indicado.
En la misma línea se ha mostrado García, que ha recordado que la ZBE "responde también a una obligación legal, la ley de transición energética y de cambio climático, que nos obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a tener zonas de bajas emisiones".
Casi 22.000 permisos
Hasta el momento, el Ayuntamiento ha tramitado casi 22.000 permisos, de los que 900 son de donostiarras y el resto de extranjeros. "El sistema solo detecta matrículas nacionales, así que todo el extranjero que quiera acudir a la ciudad tiene que hacer una declaración responsable y que aporte los datos", ha recordado, al tiempo que ha recordado la oficina de atención a la ciudadanía sobre la Zona de Bajas Emisiones ubicada en la plaza Arroka.
Desde este viernes, las cámaras de seguridad colocadas en los accesos a la ZBE registrarán las entradas de los vehículos y detectarán el número de la matrícula y si cuenta o no con una etiqueta medioambiental. En caso de no tenerla, se sancionará al conductor con una multa de 200 euros que aumentará un 30% en caso de que se produzca un nuevo acceso irregular por su parte en menos de un año.