Síguenos en redes sociales:

La Guardia Municipal identifica 57 asentamientos en Donostia el último año

En el primer semestre de 2024 procedió a cerrar o limpiar un total de 18 enclaves de este tipo situados en distintos puntos de la ciudad

La Guardia Municipal identifica 57 asentamientos en Donostia el último añoArnaitz Rubio

En los primeros seis meses de 2024 la Guardia Municipal de Donostia ha llevado a cabo un total de 18 intervenciones de cierre o limpieza en los diferentes asentamientos de la ciudad, en los que pernoctan y hacen su vida un importante número de personas sin hogar.

Las actuaciones más destacadas se han efectuado en la calzada de Aldapeta 62, Alcalde Elosegi 131 (Antolin), paseo de Anoeta 14, paseo de Riberas de Loiola, bajo el Puente de Hierro, paseo de Hériz 26, en la villa Toki Eroso propiedad de Osakidetza; avenida de Satrustegi 11, en lo que en su día fue la Embajada de Chile; la zona de maleza del parque Maritxu Guler, los bajos del Zurriola Marítimo y la zona del frontón cubierto de Txaparrene.

En todos estos asentamiento se había comprobado la existencia de personas pero la Policía Local también ha actuado en puntos donde ya no se habían detectado personas pero en los que permanecía la huella de enseres abandonados que había que limpiar o, en su caso, proceder a la clausura del ámbito afectado. En estos casos contacta con el área de Mantenimiento Urbano.

En este último año, según han informado a NOTICIAS DE GIPUZKOA fuentes municipales, se han identificado 57 asentamientos en la ciudad, siendo más habitual encontrarlos en zonas industriales abandonadas y locales y edificios en desuso.

Por zonas

Las zonas de Amara Berri, Riberas de Loiola y Morlans son las que suman un mayor número de asentamientos, controlados constantemente por la Guardia Municipal que funciona con un planing para realizar labores preventivas y de vigilancia en estos puntos.

Los agentes que llevan a cabo estas funciones realizan semanalmente entre ocho y diez controles en los distintos enclaves vigilados.

En esta tarea de prevención la Policía Local controla cuestiones diversas, como si hay variaciones en el número de personas que se hallan en el asentamiento y la situación en la que se encuentran. También se recuperan objeto de procedencia dudosa, además de efectuar labores de identificación.

Cuando el asentamiento es de gran tamaño, siendo éstos donde se generan más desórdenes, a los controles dinámicos de la Guardia Municipal se le suman los de la Ertzaintza y la Policía Nacional.

La Guardia Municipal lleva a cabo entre ocho y diez controles semanales

Los enclaves que más controles reciben son los de Jolastokieta, en la antigua fábrica Zardoya-Otis; el Instituto de Martutene y Villa Oyon. En los últimos controles realizados en agosto se identificaron 12 personas en Jolastokieta, 58 en el Instituto de Martutene y 12 más en Villa Oyon.

Cuando en estos asentamientos se comprueba la situación documental en la que se hallan los moradores, en ocasiones se procede a su traslado a las oficias de Extranjería de la Policía Nacional, los distintos cuerpos policiales se apoyan. El último año se han efectuado tres controles de este tipo en Jolastokieta y otros dos en Martutene, con el resultado de ocho y 29 traslados respectivamente.

Otro de los asentamientos de mayor envergadura es el que se halla en al acceso al túnel de Morlans, donde se han llegado a identificar hasta 15 personas. Al otro lado del punete de Astiñene, bajo los tableros de la variante, hay un asentamiento muy llamativo, donde se identificaron 15 personas.

Actualmente, los asentamientos están repartidos de la siguiente forma: once se encuentran en edificios, nueve en locales y el resto, en torno a 37, en lugares con maleza, parques, espacios que cuentan con algún tipo de cubierta o bajo la variante.

Por orden judicial

Para poder proceder a desalojar un asentamiento, también en la vía pública, la Guardia Municipal debe contar con la pertinente orden judicial que puede solicitar el propio cuerpo y los titulares del edificio. Mientras, se puede proceder a identificar a las personas que allí se encuentran, pero hay que esperar a que el juzgado de la orden necesaria para poder desmantelar y clausurar un asentamiento.

Puede darse el caso de que se ocupe un local o un edificio en uso, como ocurrió en un pequeño local vinculado al frontón de Txaparrene. En este caso Donostia Kirola emitió una resolución que permitió intervenir.

Otro ejemplo distinto es el de la villa Toki Eroso del barrio del Antiguo, propiedad del Gobierno Vasco, que denunció su ocupación. Tras obtener la orden, se procedió a vaciar el edifico, que ha sido clausurado y donde se ha instalado una alarma para evitar que vuelva a ser ocupado.

La unidad de la Guardia Municipal que lleva a cabo estas labores funciona desde hace aproximadamente un año. Cuando el desalojo corre a cargo de la Policía Local, es la Ertzaintza el cuerpo que realiza labores de apoyo y viceversa.

La colaboración entres distintas áreas municipales resulta también fundamental para que cualquier operativo logre los resultados deseados.