La concejala de Urbanismo de Donostia, Nekane Arzallus, ha asegurado este jueves en el Pleno que el Gobierno municipal “velará por que se reconstruya en su estado original” la estación del Norte, que se ha demolido en su integridad para posteriormente reconstruirse y acoger un levante de dos plantas más, de tipo acristalado y haciendo juego con el prisma de Tabakalera.

La concejala ha recalcado que se volverán a crear las fachadas de la estación y se recolocará la estructura metálica creada en los talleres de Eiffel, desmontada durante la obra. “Velaremos para que se reconstruya tal y como estaba”, ha dicho la corporativa del PNV, que ha añadido que el “me gusta o no me gusta no son criterios para la protección del patrimonio; uno no puede hacer lo que le da la gana, para eso está el Peppuc”, en alusión al Plan Especial del Patrimonio Urbanístico Construido, que detalla lo que se puede o no hacer en los edificios protegidos y está aprobado por el Ayuntamiento.

La corporativa ha sido la encargada de responder a la interpelación presentada por el portavoz del PP, Borja Corominas, que ha preguntado al Ejecutivo “¿cuáles son las razones por las que no se ha conservado la fachada del edificio de la Estación del Norte?”.

En su discurso, Corominas ha criticado que el Gobierno municipal “ni siquiera reuniera a los grupos políticos para explicarles lo que iba a pasar” en relación con el derribo del edificio de viajeros, que se ha justificado oficialmente por las necesidades del proyecto de ejecución de la nueva estación y por estar autorizado en el Peppuc.

Por su parte, la portavoz de Elkarrekin Donostia, Aitzole Araneta, ha lamentado la desaparición del inmueble de hace 160 años y ha asegurado que su grupo fue el único que, en la aprobación del Peppuc de 2021, votó en contra del documento. “Fuimos los únicos que votamos en contra porque la rebaja de protección de entonces ha posibilitado el derribo ahora” del edificio de Atotxa.

Por su parte, la portavoz socialista, Marisol Garmendia, ha manifestado: “No compartimos el modo en el que se ha procedido en esta materia. No ha habido sensibilidad y esperemos que se tenga con la puerta de Brandenburgo y el hotel Términus”. Este hotel, sin embargo, no está protegido con el grado C en el Peppuc, como lo estaba el edificio de viajeros y la columnata de la estación, un elemento que fue desmontado y reconstruido hace diez años, cuando se creó la estación de autobuses y se derribó el ala sur de la estación, en donde no se desarrollaban actividades más allá de algunas exposiciones de maquetas.

La concejala de Urbanismo ha recordado a la representante del PSE que Euskal Trenbide Sarea (ETS), en manos del departamento de Transportes del socialista Iñaki Arriola, es la institución que está ejecutando la nueva estación del Norte, por encargo de Adif, y que es el departamento municipal de Proyectos y Obras, también del área socialista, el encargado de la coordinación con ETS para esta intervención.

“Tropelías”

Además, Arzallus se ha mostrado especialmente molesta con el popular Corominas que ha dicho que no se imaginaba la destrucción de estaciones históricas en ciudades como Toledo, Barcelona, Bilbao o Vitoria “El único Ayuntamiento capaz de hacer tropelías son ustedes”, ha asegurado.

La concejala de Urbanismo, por su parte, le ha respondido acusándole de “falta de rigor impresionante” y de no leerse el Peppuc, en cuya ficha de la estación queda abierta la puerta al derribo para su reconstrucción ya que señala: “Se conservarán o bien se reconstruirán las fachadas del edificio de viajeros, permitiendo un levante”.

Arzallus, además, ha señalado que el proyecto de la estación fue presentado públicamente en 2018 por la consejera de Transporte, Arantxa Tapia, y el ministro Iñigo de la Serna, del PP. También ha considerado que Donostia ha tenido “la inmensa suerte” de que Corominas no haya estado al frente del proyecto de futura estación de Atotxa porque “estaríamos con la misma estación y los trenes del AVE no podrían llegar” o “como en Cantabria, que no entran los trenes en los túneles”.